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La Habana criminal de Leonardo Padura, el rapto consentido de Pilar Adón y otros libros de la semana

Los críticos de ‘Babelia’ reseñan lo último de Gonçalo M. Tavares, Juan Miguel Álvarez, Marie-Hélène Lafon y Ramón del Castillo

El escritor cubano Leonardo Padura, en el barrio madrileño de Lavapiés.
El escritor cubano Leonardo Padura, en el barrio madrileño de Lavapiés.Samuel Sánchez

Pilar Adón es editora en Impedimenta, notabilísima poeta y excepcional cuentista y novelista (El mes más cruel, Las efímeras). De bestias y aves, su nueva novela y el libro de la semana de Babelia, resume a la perfección las características de su mundo; por ejemplo, la predilección por los espacios cerrados donde unos pocos personajes conviven de la manera más profunda y tensa. Donde además se da una paradoja: estos recintos claustrofóbicos son, también, la naturaleza, es decir, todo aquello que nos supera y nos contiene. Por su parte, el portugués Gonçalo M. Tavares, de quien acaba de publicarse Bucarest-Budapest: Budapest-Bucarest, construye su obra como si fuera una arquitectura, a través del diseño de colecciones, series y líneas temáticas o genéricas que acaban por delimitar las fronteras precisas de un proyecto tan singular como exigente, tal vez sin parangón posible en las letras lusas desde Fernando Pessoa.

La guerra que perdimos, de Juan Miguel Álvarez, cuenta el trauma sufrido con un puñal dolido y está escrito para que una sociedad sature el desgarro que la funda. Su tema es Colombia. Historia del hijo, de Marie-Hélène Lafon, es un libro más sobre el cómo que sobre el qué: ofrece un placer que deriva de la musicalidad, la aparente simplicidad con el que la cadencia de las frases, las palabras y sus silencios entre ellas y con todo ello, los personajes, sus decisiones y avatares nos toman de la mano, y no nos sueltan.

Leonardo Padura ha escrito su mejor novela de la saga del detective Mario Conde en Personas decentes, donde mezcla magistralmente la ficción criminal e histórica. Por último, Ramón del Castillo analiza en Divinos detectives la atracción que el intelectual italiano Antonio Gramsci sentía por el género detectivesco como producto de su interés por la cultura de masas. Y lo hace recorriendo un arco que va de la novela gótica a los best sellers y del espiritismo al problema de lo real.

Portada de 'De bestias y aves', de Pilar Adón. EDITORIAL GALAXIA GUTENBERG

'De bestias y aves', de Pilar Adón

La escritura sensorial de Pilar Adón se adentra en el territorio de lo siniestro, un estado de alerta y miedo vivido con asombro prehistórico. Crítica de Carlos Pardo.
Portada de 'Bucares-Budapest: Budapest-Bucarest', de Gonçalo M. Tavares. EDITORIAL NÓRICA LIBROS

‘Bucarest-Budapest: Budapest-Bucarest’, de Gonçalo M. Tavares

Gonçalo M. Tavares plasma la tensión, ajuste o desfase existente entre los grandes acontecimientos y las pequeñas vidas de los ciudadanos. Crítica de Antonio Sáez Delgado.
Portada de 'La guerra que perdimos', de Juan Miguel Álvarez. EDITORIAL ANAGRAMA

‘La guerra que perdimos’, de Juan Miguel Álvarez

El cronista Juan Miguel Álvarez impugna los mitos y las trampas del lenguaje en una guerra de bandos para ceder su voz a las víctimas del conflicto. Crítica de Jordi Amat.
Portada de 'Historia del hijo', de Marie-Hélène Lafon. EDITORIAL MINÚSCULA

‘Historia del hijo’, de Marie-Hélène Lafon

Marie-Hélène Lafon ofrece una trama llena de sutilezas, secretos y cruces imperfectos, en la que pesa la huida de una mujer a lo envidiable y lo terrible de París sin poder sustraerse a sus orígenes. Crítica de Carlos Zanón.
Portada de 'Personas decentes', de Leonardo Padura. EDITORIAL TUSQUESTS EDITORES

‘Personas decentes’, de Leonardo Padura

El autor cubano lleva a su máxima expresión la mezcla entre ficción criminal e histórica que ha frecuentado en sus últimas obras en dos tramas paralelas, una en La Habana de 1910 y otra en la de 2016. Crítica de Juan Carlos Galindo.
Portada de 'Divinos detectives', de Ramón del Castillo.

'Divinos detectives', de Ramón del Castillo

Ramón del Castillo analiza la atracción que el intelectual italiano sentía por el género detectivesco como producto de su interés por la cultura de masas. Crítica de Patricio Pron.

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