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Crítica literaria
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

‘Deseo cenizas para mi casa’, de Daria Serenko: para cuando Putin muera

Disidente rusa y una de las poetas más importantes de su generación, su paso por la cárcel en 2022 y sus primeros días en el exilio quedan plasmados en los textos reunidos en este nuevo libro: un manifiesto antibélico, una carta de amor y un manual de literatura rusa contemporánea a medio camino entre el canto, el escupitajo y la plegaria

Daria Serenko en marzo de 2023 en Toulouse.
Daria Serenko en marzo de 2023 en Toulouse.CHARLY TRIBALLEAU (AFP / GETTY IMAGES)

“Somos incapaces de ver el sufrimiento ajeno, nuestros ojos aún se están acostumbrando al propio”, dice Daria Serenko en las páginas de este artefacto que no es novela, ni ensayo ni poemario, y sin embargo es las tres cosas a la vez, y más: manifiesto antibélico, carta de amor, manual de literatura rusa contemporánea, memoria colectiva, guía de supervivencia en caso de encarcelamiento político, grito desesperado, escupitajo, canto e incluso plegaria.

Serenko, nacida en Rusia hace 32 años, es una de las poetas más relevantes de su generación, además de una reconocida activista contraria al autoritarismo de Vladímir Putin. Su escritura está marcada por una reivindicación feminista, queer y antimilitarista, con una crítica frontal a la invasión de Ucrania. El último artefacto literario publicado por Serenko, de hecho, es la prueba de su rechazo al ataque ruso —ella fue una de las fundadoras del grupo Resistencia Feminista contra la Guerra— y también el testimonio de una presa política —pues Serenko entró en prisión el 8 de febrero de 2022 tras ser condenada por hacer un llamamiento desde su cuenta de Instagram al “voto inteligente” impulsado por el opositor Alexéi Navalni—.

Daria Serenko junto al río Garonne en Toulouse, en marzo de 2023.
Daria Serenko junto al río Garonne en Toulouse, en marzo de 2023. Charly TRIBALLEAU (AFP / Getty Images)

Bajo el título de Deseo cenizas para mi casa, la poeta recoge una serie de textos escritos durante su paso por prisión o durante los días siguientes a su exilio, en los que pasa lista a los pecados de sus compañeras de celda, en su mayoría mujeres precarias, vejadas y violadas por las autoridades; expone las contradicciones del activismo milenial, tantas veces obsesionado con su ombligo; reflexiona sobre la amistad, el amor o la fe en un contexto de absoluta represión para quienes piensan diferente o aman fuera de la norma; e inventa una serie de poemas que retratan la fealdad del enemigo —ya sea el policía, el político o el apolítico cómplice— desde una calma y una humanidad conmovedoras: “Si la belleza está en los ojos del que mira / la guerra está en los ojos / del que aparta la mirada / y en cualquier mirada / la guerra tiene nuestros ojos / como si fuera / carne de nuestra carne”.

Deseo cenizas para mi casa tiene una trama interna que late con la misma fuerza que el corazón de su autora: a veces nervioso, a veces derrumbado por el dolor. Mientras ella utiliza su cuerpo para narrar los 15 días que duró su encierro, también pone el alma en un recuento de nombres de poetas, activistas y políticos que han sido clave para entender la historia reciente de la opresión en Rusia. Agarradas de su mano, las lectoras entramos y salimos de esa cárcel, cantamos consignas y aprendemos su tradición revolucionaria: “Trabajad, hermanos, / para que ni país ni cementerio”, dice en uno de los textos que homenajea a Joseph Brodsky. Tal vez una de las cualidades más interesantes de la escritura de Daria Serenko se encuentre en esa capacidad para componer una literatura bellísima, profunda y dolorosa, sin caer en lemas políticos facilones o en una taquigrafía literal del encierro. Su voz tampoco es condescendiente, y con su ingenio es capaz de distanciarse hasta de su propio relato. Aquí no estamos leyendo a la víctima de un Estado belicoso, aquí leemos la fuerza de una resistencia, de una disidencia, de una subversión feroz.

Dice Serenko que en la cárcel la ansiedad te come viva y, junto con el miedo, la incomodidad, la falta de sueño y el hambre, esa fuerza te lleva a escribir de una manera desesperada, desde una pureza inédita. Deseo cenizas para mi casa es un libro tan puro como los sentimientos que esconde, y si yo tuviera que elegir de entre sus páginas, me quedaría con el poema ‘Para cuando Putin muera’, pues su desprecio es extrapolable a todos nuestros déspotas: “Pero tú, ni en el ataúd, / no encontrarás descanso”.

Portada de 'Deseo cenizas para mi casa', de Daria Serenko

Deseo cenizas para mi casa

Daria Serenko
Traducción de Alexandra Rybalko
Errata Naturae, 2025
176 páginas
19 euros

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