Las etapas de gobiernos socialistas han supuesto para el país la mejor inyección de progreso, bienestar, modernidad y europeísmo que jamás hubiéramos imaginado. Ahora la izquierda tiene que evitar problemas sucesorios
Homenaje, en este día y en nombre de muchos, a la pasión, la honestidad, la capacidad intelectual y la manera de hacer política para mejorar la sociedad de Alfredo Pérez Rubalcaba
Es hora de introducir una renta mínima y de tomarse en serio políticas activas de empleo, pero no es posible ignorar las restricciones económicas existentes. Resulta imprescindible definir bien las prioridades
En sociedades grandes y complejas, con intereses heterogéneos, la única democracia posible es la representativa; el vínculo directo entre gobernantes y “pueblo” no es democrático. Los representantes deben dar siempre cuenta de sus decisiones
La experiencia demuestra que el tamaño del Estado no conduce necesariamente a una competitividad baja; depende de lo que haga. El crecimiento competitivo nace de la inversión en I+D, no de la mano de obra barata
Las tribulaciones han engendrado multitud de ocurrencias sobre leyes de partidos y cambios electorales. Pero el único remedio es una mayor implicación de los ciudadanos y una reforma constitucional
La desafección por la política, manifestada en opiniones y en el crecimiento de partidos populistas y xenófobos, indica que la democracia representativa afronta en toda Europa problemas serios
Hay mucho por hacer: promover el crecimiento, la competitividad y la creación de empleo, no tratar por igual a los desiguales, construir un partido socialista europeo de verdad