La crispación y los votantes centristas

En su carta al director del 9 de mayo, Fermín Bouza calcula mal los apoyos electorales de los votantes centristas (los situados en las posiciones 5 y 6 de una escala ideológica de 1 a 10). Confunde dicho apoyo con la "intención de voto directa". Si ésta revelara los apoyos, según los datos que el propio Bouza expone respecto de enero de 2007, el PSOE y el PP sumados dispondrían tan solo de un 44% del electorado centrista. Es decir, Bouza ignora a quién puede apoyar el 56% restante.

Si nos atuviéramos estrictamente a la "intención de voto directa" para todo el electorado, el PSOE tenía a fines de 2006 11 puntos menos que sus resultados en las elecciones de 2004. Respecto de los votantes situados en la posición 6 (centro-derecha), la "intención de voto directa" al PSOE era ocho veces inferior a la que recibía el PP. Sólo en la posición 5 el PSOE estaba siete puntos por encima. El informe de la Fundación Alternativas, La estrategia de la crispación, realiza un análisis excelente sobre la evolución de los apoyos electorales.

Lo importante es la estabilidad, por el momento, de unos apoyos que son mucho menos extremistas en sus preferencias ideológicas que la dirección del PP. Otra conclusión representaría complacencia sin fundamento.