
La España del hortelano
Las diferencias ya han cristalizado, y no van a desaparecer. Aunque votemos tres veces

Es analista colaborador en EL PAÍS, doctor en sociología por la Universidad de Ginebra con un doble master en Políticas Públicas por la Central European University y la Erasmus University de Rotterdam. Es coautor de los libros ‘El muro invisible’ (2017) y ‘La urna rota’ (2014), y forma parte de EsadeEcPol (Esade Center for Economic Policy).

Las diferencias ya han cristalizado, y no van a desaparecer. Aunque votemos tres veces

El riesgo es que el centro de gravedad de los partidos ya existentes se desplace más y más hacia cada extremo

El debate público permite que los partidos no se consideren una amenaza entre sí

La sorprendente resistencia del PP el 26-J se debe a una rocosa base de conservadores

La fragmentación convierte al Parlamento en el centro de la vida política, pero lo interesante es saber cómo jugará este papel

En un entorno complejo e incierto las respuestas simples parten con ventaja

Pese a lo vaticinado por las encuestas, uno más uno no suman más que lo de siempre: dos

Son muchas cosas las que meter en la urna: ideología, afiliación partidista, el interés por un tema concreto, la evaluación de la economía...

Si las fuerzas moderadas fuesen capaces de atraer a su causa a aquellos que están dispuestos a ceder a cambio de soluciones, el frentismo quedaría desactivado

El duelo a cuatro ha sido un reflejo perfecto del frentismo que hay entre todos los partidos

Estamos ante un debate polarizado entre quienes prefieren forzar una enmienda a la totalidad y aquellos que apuestan por el inmovilismo

La socialdemocracia europea busca su espacio: Italia mira hacia el centro y Reino Unido gira a la izquierda. A Pedro Sánchez, sin embargo, el espacio se le achica por el empuje de Ciudadanos y Podemos. Debe de hallar una posición mixta y evolutiva
La frustración y el desacuerdo de amplias capas de la sociedad catalana por su relación con Madrid es innegable

Nada garantiza que la negociación prime sobre la confrontación en un sistema parlamentario. Los partidos que se enroquen minimizarán pérdidas pero tendrán que responder ante los ciudadanos por la decepción que causarán
Los cuatro principales partidos dedican la recta final a explorar los caminos para llegar hasta los indecisos

La opinión se ha fragmentado y las instituciones que articulaban ideologías se han debilitado sin que las sustituya una sociedad civil organizada. Las próximas elecciones son decisivas y los partidos están luchando para evitar perder en el límite
El PSPV ha ganado una tregua. Lo difícil ahora es construir una alternativa
Lo que está sucediendo es el desmoronamiento de un proyecto entero en tiempo real
Ya no hay interés electoral ni ciudadano por grandilocuentes relatos de futuro, sea éste dorado o esforzado
"Compromís ha pasado a ser el interlocutor privilegiado del Consell en la lucha partidista sobre los incendios y sus causas"
"El fondo de la cuestión no es si las Fallas son o no son apolíticas, que es donde el debate se ha centrado por uno y otro lado"
La izquierda no crece, sino que se está desarticulando en dos o más piezas