¿‘Nuestros’ principios o los de todos?
La relativización culturalista de los derechos humanos tiene mucho que ver con nuestra falta de ejemplaridad a la hora de proceder a su respeto
Es Catedrático de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
La relativización culturalista de los derechos humanos tiene mucho que ver con nuestra falta de ejemplaridad a la hora de proceder a su respeto
La política española ha devenido en una rígida política binaria. Toda nuestra supuesta diversidad ha acabado colapsando al final en dos —y solo dos— visiones de España
Puede que, desde un ángulo geopolítico, el conflicto de nuestros días sea el de democracia frente a autoritarismo, una especie de nueva Guerra Fría entre sistemas políticos
El problema para Yolanda Díaz es que no puede prescindir del partido de Iglesias y sus recursos organizativos, pero si se pliega a lo que este le exige quedaría difuminado y sin fuelle
Lo que viene quedando claro en toda la literatura sobre la presunta muerte de las democracias es que esta no sobrevendrá de golpe, sino por una paulatina erosión de sus instituciones fundamentales
El líder del PP se pliega a las posiciones más radicales. O sea, que no ejerce el liderazgo
A la sempiterna crisis de la socialdemocracia se une ahora el desconcierto discursivo del bando conservador, cada vez más propenso a caer en veleidades populistas
Para que sobreviva la democracia todos estamos llamados a poner algo de nuestra parte, desde los actores políticos, pasando por los medios de comunicación hasta los mismos ciudadanos rasos
Nunca pensamos que seríamos capaces de cambiar la naturaleza humana, pero sí de controlar al menos a quienes accedían al poder
Sorprende la frivolidad con la que, con las debidas excepciones, se está abordando el debate tributario en España
Lo que en realidad debería preocuparnos es el porqué de estas sacudidas que de forma creciente afectan a las democracias contemporáneas: Meloni no es más que un síntoma
Mucho hemos aprendido de los innumerables aciertos de las sociedades escandinavas; ahora es necesario que lo hagamos de sus posibles errores
La cuestión ahora es si ese lío judicial en el que estamos metidos tiene enmienda. Menos aún después del rebote de Lesmes y con todas las energías puestas en la confrontación electoral
Lo interesante de la confrontación del martes entre Sánchez y Feijóo es que se centrará en las medidas de ahorro energético del Gobierno. Y esto obliga a la oposición a hacer algún tipo de contrapropuesta
A la vista de retos como el cambio climático, las enormes desigualdades, el agotamiento de los recursos o la situación bélica, cabe esperar que se debata sobre esas cuestiones; no sobre si Feijóo es peor que Casado o si los socios del Gobierno son indignos y su presidente un chisgarabís
La cuestión es si el PP es capaz de hacerse con los réditos electorales que Cataluña le proporciona en el resto de España
Si se monta esta refriega frente a lo que no es más que un aperitivo en el combate a la dependencia energética, ¿qué no ocurrirá cuando tengamos que hacer auténticos sacrificios para abordar el cambio climático?
El personaje que se ha creado la presidenta madrileña depende de forma patológica de captar la atención. Por ello, vuelve una y otra vez a sus raíces
Vivimos en un momento histórico en el que hay que repensar la idea de progreso. Ahora debe pasar por fijarnos en cómo evitar los grandes males
Si los políticos quieren que se les elija para promover su carrera no tienen más remedio que ajustarse a las preferencias de sus electores, y eso siempre es bueno. Pero deben hacerlo con cierto disimulo
Si determinados temas son silenciados, desaparecen del horizonte. También se lidera señalándolos, mostrando nuestros deberes pendientes, nuestros muchos déficits
El peor mensaje que puede salir del debate es que el sistema político está al servicio de los partidos, no del interés general; que sus cuitas particulares importan más que el bienestar de todos
La cesura que se ha producido con el anterior mundo conocido es tal, que todas las voces son bienvenidas a la hora de encarar estas nuevas incertidumbres. Lo que debería asustarnos es lo contrario
El problema del PSOE es que comparte Gobierno con quienes no desaprovechan la ocasión para hacer bulla, para disentir públicamente a la menor ocasión, cuando lo que se demanda es más atención a los problemas cotidianos
A menos que el PP dé la gran campanada, habrá repetición de elecciones en Andalucía, y ahí será Vox, y quizá el PSOE, quien lo pague
El problema no es si la política debe abordar o no la prostitución, sino cómo hacerlo. Hay que intentarlo, pero no creo que se consiga su abolición por mero golpe de BOE
Es curioso que el partido de Feijóo parezca más territorializado que el PSOE. Falta que esto sea trasladado también a la teoría