Del 23-F al 'totus tuus'
Infeliz o neurótico
Pablo Pintado, arquitecto
El proyecto del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid es obra suya
La tele novelada
La vida es un lío
El hugonote no está en casa
La vida de 1728 recreada al detalle en el East End londinense
Los caminos del exceso
Mil palmeras para sentirse feliz
Haría, un verde valle lanzaroteño donde reina la 'Phoenix canariensis'
Prodigio a ratos
Cinco destellos de emoción segoviana
Monasterios, arboledas y leyendas, del acueducto romano al santuario de la Fuencisla
Dominios de la domesticidad
Cuentos y escenas
Autobiografía de los demás
Despiece sin solución
La Graciosa, a golpe de pedal
En bicicleta por las laderas volcánicas de la pequeña isla canaria
Cuentos de la barbarie
Un maestro del realismo
Tefía, en la memoria
Persiles o las esferas celestes
Tragedia y farsa
Y el cántaro era roca
La vaca más guapa de Tunte
Un pueblo grancanario donde el día 24 se premia a los animales
Por acumulación
Tiempo de vilezas
Un caimán contra los pecadores
Berlanga de Duero, el encanto medieval de una villa soriana
Navegando por ínsulas extrañas
Rotterdam, pasión portuaria
Visita en barco al corazón comercial de la segunda ciudad de Holanda
Amor y revolución
En pocas palabras
Enano, agorero y felón
Guerra después de la guerra
Las revelaciones de Satán
Huir de suburbia
Transatlántico español
El placer del mal
Gilles de Rais fue un criminal loco y sádico. Mariscal de Francia con el rey Carlos VII, emprendió una carrera de sexo y sangre que le hizo emular a un monstruo de cuento, Barbazul. De Rais fue ajusticiado en Nantes en 1440. Antes escribió: "Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla". Con él finaliza esta serie por la que han desfilado medio centenar de hombres y mujeres a los que la historia ha tildado de malvados.