Odyssey localiza un barco inglés hundido en 1744
El 'Victory' naufragó con 1.150 personas y 100 cañones a bordo
A la espera de que la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration lo confirme hoy, el nuevo descubrimiento de la compañía se llama HMS Victory. Se trata de uno de los barcos más famosos de la flota inglesa del siglo XVIII y una de las pérdidas más dolorosas para la Corona británica. El Victory se hundió el 4 de octubre de 1744 tras una tempestad en el Canal de la Mancha. El almirante que capitaneaba el barco, Sir John Balchen, y toda su tripulación, formada por unas 1.150 personas, perecieron en el accidente. El mar engulló sus cadáveres, unos 100 cañones de bronce y unas cuatro toneladas de oro que ahora podrían ser recuperadas si es que, efectivamente, Odyssey ha dado en el clavo.
Aventureros y exploradores han buscado durante años el buque
El hallazgo de la firma estadounidense, especializada en la búsqueda de restos submarinos, se ha hecho en aguas internacionales, es decir fuera de las aguas territoriales británicas, según fuentes de la compañía. "Lo hemos encontrado a 50 millas (80 kilómetros) de donde se pensaba que estaba", señalan fuentes Odyssey.
Aún así, se trata de un buque de guerra y Reino Unido podría reclamar lo encontrado por la compañía. Eso no quiere decir que el descubrimiento vaya a suponer una disputa entre el gobierno británico y la empresa. Según las mismas fuentes, ambas partes han estado negociando para colaborar en el proyecto y extraer los restos del naufragio. Por ahora, los rescatadores han podido sacar dos cañones de bronce que, según los expertos de Odyssey, suponen una prueba para determinar que el barco encontrado es el Victory.
El descubrimiento del pecio ha sido una "grata noticia" para los descendientes de la tripulación. Sobre todo para los de Sir John Balchen, el almirante del barco, un histórico marino que tras 58 años de servicio emprendió su última misión: rescatar a un convoy de barcos mercantes bloqueados por la flota francesa en la desembocadura del Tajo. Balchen rescató a los barcos y los escoltó hasta Gibraltar. Las provisiones eran vitales porque sin ellas Inglaterra corría el riesgo de perder la guerra de sucesión austriaca, que enfrentó a las principales potencias navales de la época. A su regreso, la tempestad dispersó a la flota, pero todos los barcos pudieron llegar a las costas inglesas a excepción del Victory, el buque que les había salvado de los franceses.
El naufragio manchó un ejemplar historial de servicios a la Corona. Los periódicos de la época publicaron entonces que el barco había chocado contra las rocas y se cuestionó la pericia del marino.Odyssey ha encontrado el barco más allá de las rocas. Robert Balchen, descendiente directo del almirante, relató ayer a este periódico su satisfacción por que el descubrimiento sirva para limpiar la imagen de su antepasado. "Mi abuelo me contó la historia del Victory cuando yo era muy pequeño. Recuerdo cuando me llevó a ver el cuadro del naufragio en el museo. Todo esto sirve para limpiar el nombre de mi antepasado y para que se conozca toda la historia. Es como si volviera a estar vivo otra vez", comentó.
Las relaciones entre el gobierno británico y Odyssey han sido históricamente más fluidas que las que la empresa ha mantenido con España. Desde mayo de 2007, Odyssey mantiene un contencioso en los tribunales de Tampa (Florida) por los derechos de un barco bautizado entonces por la compañía como el Cisne Negro. Detrás de ese nombre en clave, se encuentra una identidad bien conocida, La Mercedes, un barco hundido en 1804 frente a las costas del Algarve tras un combate con la flota británica. España está convencida de que se trata de ese buque. Odyssey considera que es sólo una hipótesis. La disputa continúa en Tampa sin que el juez haya decidido aún quién tiene derechos sobre las 500.000 monedas de plata y oro halladas en el pecio.
Babelia
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