_
_
_
_
En colaboración conCAF

El arroz más austral del mundo desafía al cambio climático en Chile

En los arrozales chilenos están comenzando a adoptar técnicas para rebajar en más de un 50 % el consumo de agua en los cultivos y producir en condiciones climáticas extremas

cultivo de arroz en chile
Un campo de cultivo de arroz en la comuna de San Carlos, en Ñuble, Chile, el 7 de Enero.SOFIA YANJARI
Maolis Castro

EL PAÍS ofrece en abierto la sección América Futura por su aporte informativo diario y global sobre desarrollo sostenible. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscríbete aquí.

El arroz crece a borbotones en los suelos secos de un campo en Ñiquén, un municipio de la región de Ñuble a 401 kilómetros de Santiago. La modalidad de cultivo, completamente atípica, ha empezado a atraer a agricultores hacia aquel predio en el sector Las Rosas para constatar que sí es posible prescindir de un alto uso de agua para producir uno de los alimentos más consumidos del mundo.

Guillermo Muñoz, de 66 años, que empezó a sembrar desde niño en el campo, nunca había visto algo así. “Si uno no lo ve, no lo cree”, dice el granjero. Este arroz, el más austral del mundo, no es un milagro de la naturaleza, sino de un grupo de investigadores del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) que están realizando modificaciones genéticas para hacer a la planta Oryza sativamás, la del arroz, más resiliente al cambio climático y menos contaminante.

Un trabajador realiza mediciones de metano en un campo de cultivo de arroz.
Un trabajador realiza mediciones de metano en un campo de cultivo de arroz.SOFIA YANJARI

Lo que han logrado es una producción con la mitad de los recursos hídricos empleados habitualmente. Es decir, han pasado de 23 mil a 12 mil metros cúbicos por hectáreas, en promedio,por temporada. Pero también están buscando lograr una caída de las emanaciones de metano a la atmósfera, un gas de efecto invernadero más potente que el dióxido de carbono y del cual los arrozales son responsables de un 10% de su emisión a nivel global, según datos del Banco Mundial.

Esto es estudiado en una estación experimental de INIA Quilamapu, en el municipio de San Carlos de Ñuble, donde los caminos pantanosos llevan a plantaciones, las cuales se distinguen por las diversas tonalidades verdes. Fernando Barrera, especialista en extensión rural del IICA, explica que en este lugar son medidas las emisiones del sistema tradicional de cultivo frente a otros sistemas de producción sin inundación, y así se puede saber cuánto se pueden reducir de estos gases. Estos esfuerzos de medición y adaptación de sistemas productivos de bajas emisiones se han aplicado también en Brasil, Ecuador, Uruguay, Panamá y Argentina.

Campos de cultivo de arroz.
Campos de cultivo de arroz.SOFIA YANJARI

El reto: más arroz, menos contaminación

Mientras saca unas pocas malezas de un sembradío de arroz en un suelo seco, Guillermo Muñoz cuenta que las plantaciones de este cultivo se han ido reduciendo en el país sudamericano debido al desplazamiento por plantaciones más rentables económicamente, como los frutales, y hasta por la falta de mano de obra en el país.

Barrera confirma una disminución de la producción durante los últimos años en Chile. El país sudamericano no es un gran productor de arroz, apenas cuenta con unas 20 hectáreas concentradas entre las regiones de Maule y Ñuble, y mayormente suele importar este alimento desde Uruguay, Argentina y Paraguay, para suplir casi la mitad de la demanda nacional, que ronda entre las 150 mil y 200 mil toneladas anuales.

En los cultivos chilenos predomina una línea genética llamada ‘japónica’, usualmente usada para la preparación de sushi o alimentos para bebés, y que solo se produce en el 15 % o 10 % del mundo. No es la más consumida en el mundo, sino una de tantas, pero para los investigadores es importante escalar su producción y que lo haga sin que las condiciones climáticas extremas sean una condicionante.

Resistente a todo clima

Un arroz más resiliente es una idea que se ha venido gestando durante décadas en el país. Pero fue la mega sequía, experimentada en Chile desde hace 15 años, lo que dio el impulso para desarrollar a partir de 2017 soluciones a la producción arrocera. Los investigadores no solo buscaron que resistiera a condiciones climáticas secas, sino también al frío. “Con el cambio climático está la posibilidad de no tener nada de agua como de que haya en exceso”, dice la ingeniera agrónoma Karla Cordero, quien lidera el programa de mejoramiento genético del arroz del INIA desde 2006.

Karla Cordero, ingeniera agrónoma, conocida como "La reina del arroz".
Karla Cordero, ingeniera agrónoma, conocida como "La reina del arroz".SOFIA YANJARI

En casi todo el mundo existe una variedad llamada secano, que se alimenta solo de lluvias, y es resistente a la sequía. De acuerdo con Cordero, este tipo de arroz tiene bajo rendimiento, sobre todo en Asia, pues genera menos de tres toneladas. “Se necesita más que eso para alimentar al mundo y no seguir dañando al medioambiente”, asegura la agrónoma, conocida en Chile como la ‘Reina del arroz’ por sus múltiples investigaciones y desarrollos en el rubro durante 20 años. La ingeniera agrónoma cree que, en el continente asiático, donde se produce la mayor cantidad de este alimento, debe salir de la ‘zona de confort’ y atreverse con otras fórmulas de diversificación: “Sabemos que el monocultivo es el camino al fracaso y a perder”.

Históricamente, se ha desarrollado un arroz de tolerancia a la sequía. “Es extremo, porque la planta casi no tiene agua, y eso quedó en el pasado, porque nosotros no necesitamos sequía, sino regar el agua, transformar y capacidad de producir”, asegura. Para obtener un cultivo versátil adaptaron el Sistema de Intensificación del Arroz, conocido como SRI , principalmente usado en Asia y otros lugares bajo trasplante con poca tecnificación, a las condiciones de suelo y clima chilenos. De casi 300 genotipos de distintas variedades evaluadas a lo largo de casi una década, cuatro han sido seleccionadas por su capacidad para adaptarse tanto a las sequías como a las inundaciones. “Esto es muy revolucionario, ya que en muchos países todavía no están pensando en sembrar variedades de este tipo”, dice Cordero.

La intención es que esta fórmula chilena, de adaptación del SRI, sea empleada a gran escala en el futuro.

Investigadores realizan mediciones en un campo de cultivo de arroz.
Investigadores realizan mediciones en un campo de cultivo de arroz.SOFIA YANJARI

El resultado ha sido un arroz aeróbico; es decir, cultivado en suelos no inundados ni saturados y bien drenados. Para los investigadores, esta es una alternativa de mitigación y trabajan en generar mayores evidencia científica de ello, con la intención de que sea una propuesta de adaptación al cambio climático para otros países.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Maolis Castro
Es periodista de EL PAÍS en Chile desde 2024, antes estuvo en el medio económico Bloomberg Línea. Trabajó para EL PAÍS desde Venezuela entre 2016 y 2019. También estuvo en el portal de periodismo de investigación Armando.info y El Nacional. Ha colaborado para medios como Pulso (Chile), The Wall Street Journal y ABC (España).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_