Una onda de calor en Colombia aumenta el miedo al fenómeno del Niño
Después de varios meses de lluvias torrenciales por el fenómeno de La Niña, muchos temen que en los próximos meses se confirme el regreso de las sequías provocadas por El Niño
Después de una difícil temporada de 22 meses de lluvias intensas provocadas por el fenómeno climático de La Niña, que terminó en marzo de este año, en la última semana muchos colombianos notaron que la temperatura había subido considerablemente y temieron lo peor: que venga ahora el calor del fenómeno de El Niño. En la ciudad de Barrancabermeja las temperaturas fueron de más de 38 grados centígrados, con sensación térmica de 45, y se reportó que incluso había personas vendiendo por unos pesos un poco de sombra hecha con una sombrilla (también se hicieron virales discusiones sobre si era posible o no freír huevos en las tejas calientes). La temperatura más alta fue en el municipio de El Guamo, del departamento de Bolívar, en el norte del país, donde se llegó a los 41 grados —y en buena parte del Caribe la temperatura llegó a los 40 grados―. Incluso la fría y lluviosa Bogotá, se sorprendió el domingo, cuando la temperatura alcanzó los 22,8 grados. Los rolos desempolvaron sus gafas de sol, pero el calor tiene nerviosa a buena parte de los colombianos. ¿Es este el principio de El Niño? ¿Una ola de calor como las que ocurren en los veranos de Europa?
Ninguno de los dos, explica la mayor Diana Rueda, jefe de la oficina de pronósticos y alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM). El fenómeno se llama Ondas Madden y Julian (en honor a los científicos que las estudiaron), y duran mucho menos que un fenómeno del Niño o una ola de calor como las de Europa. “Atraviesan el planeta entero, pero tienen ciclos de vida de días, y no de meses como las olas de calor. Esta onda llegó a Colombia justo cuando la región Caribe estaba en temporada de menos lluvias. Por eso las temperaturas se recrudecieron mucho allí”, explica Rueda. La región Caribe tiene una temporada seca anual entre diciembre a junio, y justo vivió la de este año sumando la onda que pasó por el norte de Sudamérica.
De acuerdo a un gráfico compartido por Rueda, esa onda de calor ya siguió su curso y en todo el país las temperaturas regresan al promedio. Ahora podría venir una intensificación de las precipitaciones hacia el 25 de mayo, y no hay razón para declarar una emergencia climática. Tampoco se ha confirmado la llegada del Niño, aunque es probable que este fenómeno de sequía llegue en los próximos meses, como un hecho diferente de lo que se llaman “ondas de calor” u “olas de calor”, que son mucho más cortas.
“El fenómeno del Niño es de muy largo alcance, puede durar uno, dos, o hasta tres años. La probabilidad de El Niño en este momento apenas pasa el umbral del 50%, con un 62% de que se dé en el siguiente semestre”, dice Rueda. Esa probabilidad no es una confirmación de que ocurrirá, y por eso ni el IDEAM ni otras instituciones públicas lo han declarado. “Yo no me atrevería a asegurarlo en este momento porque con eso no se juega, de esto dependen las vidas de muchas personas”, añade. “Tenemos que entender que El Niño es necesario, es la forma como la Tierra libera su energía. Lo importante es que el país se adapte, mitigue los riesgos para recibir de la mejor manera los cambios del clima”, concluye.
El Niño, como La Niña, es un fenómeno normal de variabilidad climática y no una consecuencia del cambio climático, si bien este puede influir de alguna forma. Pero el calor intenso y prologado asusta, porque una sequía puede tener impactos negativos muy dramáticos para la agricultura colombiana (ya afectada por el aumento de los precios de los insumos y de la gasolina), el aumento de los incendios forestales, o la escasez de reservas hídricas en embalses para suplir la energía del país (justo cuando se discute una transición energética que aleje a Colombia de los combustibles fósiles y la acerque a las fuentes renovables, y se estudian fórmulas nuevas para bajar la tarifa de energía).
El último fenómeno de El Niño en Colombia duró 15 meses, entre 2015 y 2016. En junio de ese año, el Gobierno de Juan Manuel Santos explicó que produjo pérdidas de unos 1,6 billones de pesos (casi un 2% del producto interno bruto): hubo calamidades públicas en 367 de los 1.121 municipios del país, y 237 de esos tuvieron problemas para que les garantizara el servicio de agua. De acuerdo con un estudio de la federación de aseguradores Fasecolda, la reducción en la producción de maíz, cebada o trigo, entre otros, aumentó la inflación de la canasta familiar. Y, aunque no hubo grandes apagones de energía, la tarifa aumentó considerablemente.
“Pero Colombia, en este momento, no va a arder, no estamos pasando por una sequía extrema”, dice Rueda, del IDEAM, intentando poner freno al pánico. La cuenta de Twitter de la institución ha aclarado que algunos memes que circulan son desinformación. “Es falsa”, alertaron sobre una imagen que se hizo viral. Ponía un mapa de Colombia bajo el rojo vivo con un pequeño texto alertando que “Colombia va a arder en calor”, y que durante 15 días no habría lluvia. Pero el lunes y el martes volvió la lluvia a buena parte del país.
El pánico en redes le recordó a Rueda a un personaje de la película para niños de Disney La Era del Hielo, llamado Sid, que es icónico por pasar cómicamente de un “¡Vamos a morir!” a un “¡Vamos a vivir!”. Algo parecido les estaba pasando a los colombianos, temerosos del calor que calentaba los techos de sus casas. “Si unos pocos días de calor nos asustaron tanto, ¿cómo vamos a prepararnos en caso de que sí haya un fenómeno del Niño este año? Creo que ese miedo es un buen campanazo para que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) empiece a prepararse en caso de que sí haya un fenómeno de El Niño”, añade Rueda.
EL PAÍS contactó a la UNGRD ―que tiene nuevo director desde el 20 de abril―, que confirmó que ya están en proceso de construir el Plan Nacional de Respuesta Segunda Temporada Seca o de Menos Lluvias Bajo Probables Condiciones del Fenómeno de El Niño. Por otro lado, la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) anunció en abril que ya está preparando una respuesta anticipada a la emergencia alimentaria en caso de que llegue El Niño, como empezar a distribuir en las zonas más vulnerables herramientas agrícolas y semillas de variedades de cultivos tolerantes a la falta de agua. El Niño de 2015 y 2016, recuerdan, afectó a más de 60 millones de personas en cerca de 23 países. Si vuelve este año, es mejor prepararse ya.
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