Muere María Teresa Campos, pionera, renovadora de formatos audiovisuales y reina de las mañanas en televisión

Siempre será la reina de las mañanas en la televisión española. María Teresa Campos (Tetuán, Marruecos, 1941) ha fallecido este martes a los 82 años en Madrid, según han confirmado la agencia Efe y RTVE. El domingo, la comunicadora ingresó de urgencia en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz por una insuficiencia respiratoria aguda, según un comunicado emitido por el centro médico esa tarde a petición de sus hijas. A primera hora de la tarde del lunes, un nuevo comunicado del centro sanitario avanzaba el empeoramiento del estado de la paciente, “siendo actualmente muy grave”, decía un escueto texto. El hospital, a petición de sus hijas, ha confirmado su fallecimiento en la madrugada de este martes.

En los últimos meses, su salud se había deteriorado gravemente. Sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, habían preferido mantener a la comunicadora al margen de los medios y reducir su vida social al mínimo para no agravar su situación. Hacía ya meses que Campos no salía de su hogar, donde estaba permanentemente cuidada por sus hijas, que habían informado puntualmente del rápido empeoramiento del estado de salud de su madre. La 1 de TVE rendirá este martes homenaje a la comunicadora con un programa especial de Corazón presentado por Anne Igartiburu a las 17.30 (hora peninsular española), informan desde la cadena pública, y otro de Lazos de sangre comandado por Jordi González a las 22.35.

La primera vez que se escuchó a María Teresa Campos en la radio, tenía solo 15 años y participaba en un concurso en Radio Juventud de Málaga, ciudad en la que vivía con su familia desde que tenía un año y donde estudió Filosofía y Letras. En la radio se curtió como locutora en todo tipo de secciones. En 1964 se casó con el periodista José María Borrego, padre de sus dos hijas, y en 1968 fichó por la cadena Cope de Málaga. En 1980 fue nombrada directora de los informativos en Andalucía de Radio Cadena Española y ese mismo año ganaba su primer Premio Ondas, un galardón que volvería a recibir en 2002. En esa segunda ocasión sería el Premio Nacional de Televisión a la mejor labor profesional “por dignificar la televisión popular con una fórmula que ha sabido mantenerse en el tiempo”, como decía el jurado entonces.

En 1981 se trasladó a Madrid para dirigir los informativos de Radio Cadena Española y comenzó sus primeras incursiones en la televisión como colaboradora del programa Esta noche, presentado por Carmen Maura y Fernando García Tola. Poco después llegó un duro golpe en su vida personal: el suicidio del padre de sus hijas en 1984.

El 13 de enero de 1986 comienza las emisiones matinales de TVE con el programa informativo Buenos días, emitido de lunes a viernes. Ese cambio abrió un mundo de posibilidades que algunos pioneros de la televisión en España supieron aprovechar. En 1987, Jesús Hermida se puso al frente de un programa de cuatro horas llamado Por la mañana que puso fin a las reposiciones que ocupaban esa franja hasta entonces. “Tengo una idea de la audiencia que ve la televisión por las mañanas y a esa audiencia vamos a servir, porque me temo que lo que se emite ahora no es lo más adecuado”, decía Hermida entonces. “Aseguramos al telespectador que, si ocurre algo, tendrá conocimiento puntual de ello y podrá verlo cuando encienda el televisor”, continuaba.

Campos, ya conocida del público de la cadena por otros programas como La tarde, que presentó en 1985, se convirtió en una de las chicas Hermida, y vio cómo su fama y reconocimiento se elevaba. En Por la mañana estuvo al frente de la popular sección Apueste por una, un debate de actualidad entre Campos y Patricia Ballestero que replicaba un formato que ya había puesto en práctica en la radio. El éxito de este primer magacín matinal de la televisión española fue tal que la fórmula se ha repetido, con leves cambios, hasta llegar a nuestros tiempos.

La comunicadora regresó a la radio brevemente entre 1989 y 1990 para aceptar el cargo de subdirectora del programa Hoy por hoy en la Cadena SER, que presentaba y dirigía Iñaki Gabilondo. Y en abril de 1990 volvería a la televisión para sustituir a Hermida en el programa de sobremesa A mi manera, donde incluso superó los índices de audiencia de su predecesor. El espacio se mantuvo unos años más en la sobremesa, desde septiembre de 1990 con el nombre de Esta es su casa y en 1991 como Pasa la vida. En septiembre de 1993, el magacín se traslada a las mañanas y hasta 1996 permanecerá en TVE, forjando una televisión capaz de entretener, informar y conectar con la audiencia en sus casas, que en ese horario era mayoritariamente femenina.

Para entonces, la televisión en España ya era muy diferente a la de una década antes. La llegada de las cadenas privadas en 1989 multiplicó las opciones y, en 1996, una de esas privadas, Telecinco, fichó con un contrato millonario a María Teresa Campos. Ahí dirigió y presentó hasta 2004 Día a día, conformado por multitud de secciones que incluían teatrillos, el ya veterano Apueste por una y, desde 1998, la Mesa de debate, en la que periodistas comentaban temas de actualidad y las noticias del día: las tertulias políticas de la radio lograban así su réplica en la televisión matinal.

Fueron años de audiencias millonarias y cuotas de pantallas superiores al 30%. En el mismo canal presentó y dirigió otros espacios en otros horarios, e incluso en 1998 fichó por la cadena Cope para hacerse cargo de sus tardes, compatibilizándolo con Día a día en la televisión, pero dos temporadas después dejó la radio por la gran carga de trabajo que suponía. En 2004, ficha por Antena 3 en un contrato que la une a la cadena de la competencia hasta 2007. El hueco que dejó Campos en las mañanas de Telecinco fue ocupado en enero de 2005 por Ana Rosa Quintana, que hasta entonces reinaba en las tardes de Antena 3. En su nuevo canal, María Teresa presentó el programa Cada día con un contrato por el que cobraba tres millones de euros anuales, según se supo años después. La audiencia fue decantándose por Quintana, que se hizo con el liderazgo y obligó a reinventar el programa de Campos, que pasa a llamarse Lo que inTeresa, con menor duración, y concluye en 2006.

En 2007 volvería a la radio para hacerse cargo de la última franja de Protagonistas en Punto Radio, y ese mismo año vuelve a Telecinco para presentar diversos formatos hasta que, en 2010, unos especiales monográficos centrados en personalidades españolas fallecidas se convirtieron en un programa permanente para las tardes de los fines de semana, ¡Qué tiempo tan feliz!, en antena hasta 2017.

Su relación con el humorista Edmundo Bigote Arrocet entre 2014 y 2019 convirtió a la comunicadora en carne de la prensa del corazón. Su vida personal fue también el centro del programa Las Campos (2016-2018), un formato al estilo de Las Kardashian que seguía el día a día de María Teresa y sus hijas y que se emitió en Telecinco.

A la cancelación en 2017 de ¡Qué tiempo tan feliz! le siguió ese mismo año un ictus del que logró recuperarse. En 2019 Mediaset puso fin al contrato de larga duración que había unido durante años a la presentadora y el grupo de comunicación. Aunque intentó regresar a la pantalla con algún formato, los intentos no llegaron a cuajar. “A la gente cercana a mí les he advertido siempre: puedes dejar de gustar a la gente de un día para otro. No creo que eso me haya pasado a mí, pero no está mal. Sirve para no dormirse en los laureles: trabajar en algo que sabes que puedes perder de hoy para mañana te hace ponerte las pilas”, dijo en una entrevista con EL PAÍS en 2021. “Yo quiero seguir trabajando. Comprendo que la gente diga: es muy mayor y tendría que dejarlo. Pero mientras me quieran ver… Esto no lo deja uno, la dejan a una”, añadía. “La televisión ha cambiado, pero creo que, en la balanza, ha cambiado para bien. En momentos duros, la gente se deja acompañar por la televisión y se olvida de muchas cosas”, decía a EL PAÍS en 2016 sobre la televisión actual.

La trayectoria de María Teresa Campos ha estado trufada de premios, que siguió acumulando desde aquel primer Ondas en 1980. Recibió hasta tres Antenas de Oro, el Micrófono de Oro, la Medalla de Oro de Andalucía, el Premio Clara Campoamor por su trayectoria en la defensa de la igualdad de la mujer, el Premio Iris a toda una vida que concede la Academia de la Televisión, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo y era hija adoptiva de la provincia de Málaga. Ahora, la televisión se queda un poco huérfana sin su reina emérita de las mañanas.

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Entrevista de verano con María Teresa Campos