Weebly, la web fácil, se estrena en español
Nacida en un dormitorio universitario, sirve para montar negocios en pocos minutos
La sede de Weebly no parece una oficina. Incluso para Silicon Valley, su espíritu es especialmente festivo. La startup que se dedica a las webs fáciles nacida en un dormitorio de la universidad, como manda la leyenda, se hizo rentable casi desde sus comienzos. A David Rusenko (París, 1985), su fundador y consejero delegado, le obsesiona su expansión. Y sabe que el español, tanto en España como en América Latina, es la clave para seguir creciendo más allá de Estados Unidos, de ahí que lance la versión de su web en idioma español.
Su obsesión es que cualquiera pueda tener su tienda lista, escaparate o página web, para ofrecer sus servicios en cuestión de minutos. Arrastrar y soltar. Es cierto que ya había páginas web con plantillas, también blogs que se convierten en plataformas de comercio electrónico, pero pocas han sabido adaptarse al móvil, mantener la sencillez y un alto grado de personalización.
Los comienzos se remontan, como en el caso de Google o Facebook, a los tiempos de la universidad, cuando Rusenko se sacaba un dinero extra haciendo la web de amigos y conocidos. “Usaba Dreamweaver y FrontPage. Era algo accesible, pero lento”, explica. Era febrero de 2007. En noviembre de 2008 puso en la web una versión de autoservicio. Para llegar a ello habló con muchísimos emprendedores para entender así sus necesidades: “Muchos tenían una idea pero no conocimientos técnicos. Lo que queremos es que en un día su negocio funcione y no tengan que pensar más que en su producto. Si tiene una idea, nosotros ponemos la plataforma”. En 2009, todavía viviendo en la Universidad de Penn, de la elitista Ivy League de la Costa Este, ya era rentable.
Tras su paso por Y Combinator, la incubadora más reconocida de Silicon Valley, el centro por el que pasaron Airbnb, Dropbox, Platzi o Stripe, comenzó el despegue.
El móvil es su última obsesión. Sabe que no hay marcha atrás: “Se usa para todo. En América Latina todavía más”. Aunque hasta la fecha no habían adaptado todo su contenido al mercado hispano sí notaban un crecimiento natural. El primer paso es adaptar los precios a euros, en España, y pesos en México. Pronto estarán en más monedas locales. La cuantía también dependerá del poder adquisitivo de cada lugar. Sus planes comienzan desde ocho dólares al mes. Al fundador le ilusiona este nuevo mercado potencial: “Deslumbran por su creatividad y pasión. Es algo que podemos aprender de los latinos”.
Aún así no son los únicos que permiten vender en pocos pasos. Rusenko se defiende. No son como Wordpress: “Weebly es más sencillo de usar, no tienes que saber nada. Incluso puedes empezar desde el móvil”. Tampoco son como Etsy, una conocida tienda online de artesanía: “Ellos tienen un nicho de clientes concreto y se vende dentro de su sistema. Nosotros podemos tener tiendas, artistas, páginas de diferentes servicios, autores…”. Sus clientes tienen, de media, entre 25 y 45 años.
Su oficina, en SOMA, se ha convertido en lugar de encuentro para la comunidad. Los empleados pueden llevar a amigos. Tienen gimnasio, lavadoras y secadoras, desayuno, comida y cena incluidos, y barras con aperitivos cada pocos pasos. Los perros reposan debajo del escritorio de sus dueños. A veces juegan entre sí pero es muy raro escuchar un ladrido.
A pesar de contar con un notable ambiente masculino, se nota la preocupación por la diversidad, otro de los grandes retos de Silicon Valley. Margarita Rojas, colombiana, es la gerente de operaciones para América Latina. Veterana en la Bahía de San Francisco trabajó en una incubadora de comida para personas sin recursos, después formó parte del equipo de Evernote en español. En Weebly siente que, por fin, la preocupación es real.Rusenko, que vivió 11 años en Casablanca y pasó los veranos en Fuengirola, sabe que el mundo va más allá de este entorno privilegiado.
También tiene claro que este es el mejor lugar para montar una empresa: “Es un ecosistema mágico. Siempre tienen con quién hablar. Siempre hay alguien que pasó por lo mismo que tú y puede darte un consejo. Si lo intentas y fallas, no pasa nada”.
Weebly es una de las empresas del catálogo de inversión de Sequoia, el fondo de inversión más deseado, el mismo que puso todo su empeñó en que WhatsApp conquistase cada móvil. El fundador cree que al final lo básico es lo más importante: “Se habla mucho del glamour, de las apariencias, pero al final se trata de hacer un producto que la gente quiera, no de un estilo de vida”.
Se emociona hablando de los diferentes negocios que ve nacer en Weebly: “Desde tiendas de camisetas y collares artesanos a Pretzel Princess, una verdadera historia de superación”. Y arranca a contar la historia de una señora de más de 70 años de interior de Estados Unidos a la que su marido impulsó a buscar un negocio para poder pagar las facturas al saber que su enfermedad no tendría cura. Hoy vende sus lazos de pan salado en todo el país.
Para Rusenko, es clave el servicio de atención al usuario. Tanto, que todos los empleados pasan por ello. También él. No está externalizado, sino que forman parte de la empresa, además de los turnos. “Si se ponen en la mente de quien usa el producto, entenderán sus necesidades. Creo que así no se pierde de vista a quién nos debemos. También que así hay un gran respeto entre todos los trabajadores. Nadie es más que nadie porque esté en un departamento concreto”, subraya.
En la parte inferior de su sede, una antigua bodega en la que todavía se guarda alguna botella de vino como resquicio de un tiempo en que el sur de la calle Market era una zona industrial llena de talleres mecánicos y almacenes al por mayor, se esconde la zona de asueto: billar, futbolín, juegos de mesa y una cabina de DJ. No hay horarios rígidos, pero sí se considera que cuanto más a gusto se esté en la oficina, más tiempo se pasará en ella y más productivo será el empleado. Esta no es la única sorpresa. Como en las películas de misterio, en las bisagras de una estantería con libros se esconde una sala oscura, con tono de biblioteca antigua y una barra provista con material para cualquier cocktail imaginable. Durante la visita, un grupo de empleados debatía sobre usabilidad como si lo hicieran en una sala de juntas en lugar de sofás de cuero.
Weebly tiene una valoración superior a los 500 millones de dólares. Ya se habla de una posible salida a bolsa en 2017. Rusenko tuerce el gesto: “No es mi prioridad, ni tampoco hablamos de ello. Quizá suceda dentro de 10 años. Ahora mismo en lo que pensamos es en crecer”.
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