¿Qué esperar de la conferencia de Facebook?
La compañía desvelará sus planes en el F8, durante el encuentro de desarrolladores. Móvil, vídeo, noticias y mensajería, las claves de su crecimiento en 2015
Más de 2.500 desarrolladores, expertos en redes sociales, consultores, analistas y medios se dan cita en Fort Mason, una antigua base militar frente a la prisión de Alcatraz, a solo tres kilómetros del icónico puente Golden Gate, el lugar perfecto para salir de la soleada sede de Menlo Park y encerrarse a desgranar el futuro de Facebook con el mar como única distracción. Las entradas son limitadas. El precio, 495 dólares, puede parecer alto, pero es solo un tercio de lo que cobran Apple o Google por asistir a sus encuentros.
F8, la conferencia de Facebook, llega a su sexta edición. Supuestamente tendría que ser anual, se celebró en 2007, pero fue cancelada en 2009 y 2012. Desde 2014 ha tomado un cariz cada vez más técnico. A las 10 de la mañana (hora local) Mark Zuckerberg tomará la palabra para mostrar los avances. En la víspera, como queriendo dar una difícil sensación de cercanía, saludó a los asistentes con un vídeo de los últimos ensayos y preparativos.
Al margen de la aparición del visionario que no solo creó Facebook, sino que siendo un chaval de veintipocos años supo bregar con inversores y asesores para construir la mayor red social en Internet, una de las charlas que más interés despierta será la dedicada a la mensajería, un sector clave para Facebook en el que no ha escatimado esfuerzos. En la mesa estarán David Marcus, responsable de esta división dentro de la red social, Brian Acton, el cofundador de WhatsApp, y Mike Krieger, cofundador de Instagram. Dicho de otra manera, la matriz y las dos compras más relevantes, que le han servido para entender mucho mejor qué quieren sus clientes en el teléfono móvil. El siguiente momento clave se producirá en la mañana del jueves, cuando trate de explicar con hechos concretos el sentido de la compra por 2.000 millones de dólares de Oculus VR, un sistema de realidad virtual que abre la puerta a nuevas formas de producir contenido.
Si en 2011 Facebook dio un paso de gigante con Graph, su gráfico de conexiones entre personas y una puerta abierta al análisis de relaciones de gran éxito comercial, en esta ocasión lo hará con su aplicación de mensajería, Messenger. El plan consiste en convertirse en el sistema de registro y acceso en aplicaciones de terceros. Los primeros en adoptarlo serán la emergente Giphy, dedicada a la creación de GIFs, así como Meerkat, de emisión de vídeo en directo desde el móvil. La intención de Facebook es crear una confianza mutua entre usuarios y desarrolladores de aplicaciones para evitar que tengan que hacer un registro adicional, un proceso farragoso que termina por frenar la adopción de nuevos programas en el móvil o la tableta. En este caso, se sigue una estrategia similar a la del ordenador personal con el login transversal. ¿O es que ya nadie se acuerda de cuando se registraba en otras páginas con su perfil? ¿O de cuando cuidaba de su granja? ¿Incluso de las partidas de Candy Crush? Estas acciones son también una señal del inmenso poder de Facebook. En pocas palabras, Messenger dejará de ser una aplicación para funcionar como una plataforma.
El móvil, aunque ya es la forma preferida para acceder a Facebook, todavía no se ha convertido en el granero de ingresos que se espera. Como reacción, se augura la creación de un servicio de publicidad móvil que plante cara a MoPub, comprada por Twitter en septiembre por 350 millones de dólares.
En la parte más futurista el foco estará en los satélites y drones de Internet.org, el plan que lidera el español Javier Oliván para llevar el acceso a la red a todo el mundo a través de una versión modificada de la aplicación.
Mientras que en los países en vías de desarrollo se busca ampliar la base de usuarios registrados y crear el hábito, en los lugares donde están afianzados, sobre todo EE UU y Europa, se busca potenciar el consumo de contenido. Es ahí donde encaja el adelanto de The New York Times sobre su intención de integrar las noticias directamente dentro de la red social. Un plan agresivo, sobre todo desde el punto de vista de los editores tradicionales, que pierden el control de su audiencia y, en parte, su capacidad para conocerla mejor a cambio de mayor difusión. Además del propio diario, BuzzFeed y National Geographic, en San Francisco se da por hecho que Vox y Vice también participarán en este experimento para extender su audiencia, de por sí claramente social.
Casi 900 millones de personas usan Facebook a diario. En 2014 sus ventas crecieron más del 50%, hasta alcanzar 12.500 millones de dólares. Gene Munster, analista de Piper Jaffray, vaticina tras estos anuncios una subida de la acción hasta los 92 dólares, frente a los 84 en que cerró este martes.
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