Tesla, el coche eléctrico con conexión permanente a Internet
El coche eléctrico de última generación tiene conexión permanente a Internet
Huyen de las comparaciones con Mercedes o BMW. En Tesla les gusta sentirse más cercanos a Ferrari o Maserati. ¿El motivo? Ellos no hacen coches baratos o, al menos, capaces de hacerse populares. ¿Les suena de algo? Sí, hasta la llegada del iPhone, que puso una manzana con cierta facilidad en cada bolsillo, esa era la sensación que desprendía Apple.
El modelo más asequible de Tesla comienza en una cifra cercana a los 60.000 euros. No se cobra por caballos, la potencia es muy parecida, sino por la duración de la batería. A mayor autonomía, más precio. Y también, más peso.
Ya se venden en casi toda Europa. Preparan el desembarco en España para dentro de pocos meses. Telefónica pondrá la conexión a Internet en el coche en un acuerdo que esperan cerrar pronto. El trato para proveer el acceso a la Red será para una treintena de países.
De momento, solo llegarán al mercado de consumo. Sus coches tienen lista de espera y no forman parte de flotas de empresa, no se contempla el renting, sino que se compran en una tienda, nada que ver con los concesionarios habituales. En Santa Mónica, por ejemplo, uno de los barrios residenciales de Los Ángeles, está en la zona comercial, junto a Gap, Quicksilver o Levi's.
Sus coches tienen lista de espera y no forman parte de flotas de empresa, no se contempla el renting, sino que se compran en tiendas, nada que ver con los concesionarios habituales
Del coche llama la atención su silencio. La comercial encargada de la demostración confesaba que algún cliente en Italia había pedido que se le añadiese sonido al motor... También llama la atención el espacio. Al carecer de transmisión, las tres plazas traseras son más cómodas de lo habitual. En las delanteras los asientos son deportivos. En general, el interior recuerda más al de un avión que al de un coche.
Otro detalle, las cinco plazas se pueden convertir en siete poniendo dos asientos homologados en el maletero, eso sí, mirando a la puerta y para personas que midan menos de 1,10 metros, es decir, niños. Ah, como en el escarabajo, el mítico vocho de los mexicanos, hay un maletero también bajo el capó.
Se conduce de manera muy similar a un coche automático, aunque la aceleración se aleja de la falta de nervio de los eléctricos de otras firmas. Toda la información del salpicadero es digital, pero la verdadera innovación está en la pantalla central, 17 pulgadas y táctil. Sirve para controlar desde la temperatura a la distribución del sonido.
En caso de quedarse sin conexión, los mapas, de Google, siguen funcionando, se guarda una copia para evitar disgustos. Si se conduce, los vídeos se bloquean para evitar distracciones, pero se puede navegar, escuchar música de Internet o añadir cada vez más aplicaciones pensadas para este coche. Abrir el maletero o el techo es tan sencillo como tocar la pantalla táctil. No hay botones.
¿Qué sucede si se quiere hacer un viaje largo? La interlocutora uniformada pero anónima, la misma forma de comunicar que Apple, tira de eufemismo: "Hay que hacer una planificación responsable de la ruta salvo si se viaja al norte de Europa. Alĺí abundan los cargadores ultrarrápidos". Con estos enchufes, en media hora se llena el 80% de la batería, listo para 400 kilómetros más. Si se quiere hacer con un enchufe tradicional, la cosa cambia. Son casi 20 horas. El ahorro, si se compara con un depósito de gasolina es notable, alrededor de 15 euros a sumar a la factura de la luz. Hay que aclarar que estos puntos públicos son gratuitos, tan solo habrá que pagar el café mientras se hace tiempo.
Su creador, Elon Musk, es un visionario. Tras crear Paypal se enroló en Tesla, rozó la ruina en varias ocasiones, pero sus acciones han subido un 20% en el último años. Tras revolucionar el pago por Internet, hacer del coche eléctrico un objeto de deseo y tener gran parte de su fortuna en proyectos espaciales, saltó a la fama por querer hacer un sistema de transporte que uniese San Francisco y Los Ángeles en solo media hora. Hace meses que su nombre suena para dirigir Apple. La empresa de la manzana calla. Él, en la prensa de su país, se deja querer y reconoce algún contacto.
La melodía es conocida, Steve Jobs llegó a Apple tras comprarle Next, su empresa creada mientras estuvo en el exilio. La música de Musk suena bien.
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