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De un futón en Kyoto a un apartamento en Londres

El dinero no es impedimento para hacer una pequeña escapada ahorrando en costes en el alojamiento Couchsurfing, Airbnb y Pasporta Servo son algunos de los múltiples portales de hospedaje barato

Belén Hernández
Guía de barrios de Londres del portal de alojamientos Airbnb.
Guía de barrios de Londres del portal de alojamientos Airbnb. Airbnb

No hace falta ser Phileas Fogg para dar la vuelta al mundo. O dejarse la mitad del presupuesto en un hotel en una escapada de 3 días a Londres. La mayoría de los españoles ha destinado a sus vacaciones de verano un presupuesto que ronda entre los 1.000 y los 2.000 euros al mes, según el estudio ‘Hábitos vacacionales de los españoles en 2013’ realizado por Fotocasa. Existen alternativas y distintas formas de viajar que ayudan a que no se pierda el romanticismo de descubrir nuevos rincones después de consultar el saldo de la cuenta bancaria.

Couchsurfing es una de las redes más populares a nivel mundial de alojamiento gratuito. La utilizan cinco millones y medio de personas en 97.000 ciudades de 207 países, según los últimos datos de la organización. España está en el sexto puesto dentro del ránking de los 10 países que más usuarios tiene. Hay distintos niveles de implicación: los que ofrecen solamente alojamiento; aquellos que acompañan a los viajeros en distintas experiencias locales y embajadores de la plataforma en su zona, con actividades para dinamizar la red. Cada anfitrión pone sus propias reglas. Y por supuesto, no hay límite de edad.

José Luis González y Belén Piqueras son dos amigos de la adolescencia que en su vuelta al mundo intercambian el papel de Phileas y Passepartout a partes iguales. Se han tomado un año sabático antes de los 30 y para que estos 12 meses no creara un agujero negro en sus carteras, optaron por hacer parte de su recorrido a través de la red de Couchsurfing. Acompañado o no por un ayudante fiel, un viaje de larga distancia pesa menos en la mochila si en el camino se ahorran costes. Kiambú (Kenia), Dar es Salaam (Tanzania) y Kyoto (Japón) han sido algunas de sus paradas a través de esta red de anfitriones: “Todas han sido experiencias superpositivas, hemos conocido gente maravillosa que no solo nos ha ayudado, acogido y mostrado sus respectivas ciudades, sino que en algunos casos, son parte ya de nuestra familia”, explica José Luis González desde Buenos Aires, la última ciudad que visitarán en su aventura antes de la vuelta a España.

Belén Piqueras y José Luis González, junto a su anfitriona Tini en Kiambú (Kenia).
Belén Piqueras y José Luis González, junto a su anfitriona Tini en Kiambú (Kenia).

En Kiambú recorrieron con Tini, su anfitriona, Lake Nayvasha, el lugar donde se rodó Memorias de África, “un parque nacional al que apenan van turistas” y donde los animales de aquel rodaje, después de casi 30 años, siguen campando a sus anchas. “En Kyoto nos acogió un grupo de estudiantes japoneses al que le ocupamos sus futones durante cinco días y celebramos la graduación de uno de ellos todos juntos en familia”, cuenta González. La sorpresa fue cuando Hannah y Saquib, una pareja expatriada polaco-pakistaní los acogió en Dar es Salaam (Tanzania) y los llevaron a cenar al hotel Hilton: “Nos dieron un susto de muerte. Con nuestro presupuesto pensábamos que tendríamos que pagar fregando platos y resulta que llevaban allí a todos los mochileros que acogían los miércoles porque era el día en que había buffet de pizzas por 5 dólares”.

Aunque Maite Teixidó se recorrió el norte de India, de casa en casa, con una de sus mejores amigas y una de sus hijas, sus mejores experiencias como usuaria de couchsurfing las ha tenido como anfitriona en su casa de Berga (Barcelona), donde recibe a otros usuarios de la red mundial. Incluso ha ejercido de madre adoptiva para algún visitante: “Una chica alemana que viajaba haciendo autostop estuvo enferma de gastroenteritis 5 días, que los pasó, con tan mala suerte, en la cama”. Por sus horarios de trabajo y su vida personal solo puede compartir las cenas con los viajeros que la visitan, pero intenta “darles consejos” y recomendarles los lugares que deben visitar por la zona. “No solo ahorras en alojamiento, sino que recibes servicios extras que de otra manera no tendrías, como vivir con alguien local o sentirte como en familia”, explica Teixido.

Apartamentos cool sin minibar

Para los que buscan una experiencia intermedia entre el préstamo de un tatami en Japón y un hotel existe Airbnb, una red mundial de apartamentos, habitaciones y lugares tan exóticos como un castillo, que sus propietarios alquilan por unos días, semanas o meses a precios razonables. La empresa, que nació en 2007, gestiona la comunicación entre anfitriones y usuarios en más de 34.000 ciudades de 192 países, España incluida. “Lo mejor de este servicio es la calidad/precio: por un pisazo cerca de Spitafields Market, una de las zonas más modernas y que más se han revalorizado de Londres, nos pedían lo mismo que por una habitación sin gracia en un hotel y en una zona peor “, explica José Fajardo, que también se ha hospedado en Barcelona a través de esta red. La relación personal con los dueños “que suelen ser gente joven y abierta” es otro de los alicientes, según Fajardo, para usar este servicio de hospedaje, además de huir de la rigidez de los “alquileres de apartamentos” de antaño.

La familia esperantista

Pasporta Servo es la guía telefónica que reúne más de 1200 direcciones de 80 países y más de 2000 seguidores en Facebook que tienen en común el esperanto. Se conforma como una red exclusiva de hospedaje para la práctica exclusiva de este idioma en cualquier parte del mundo. La Asociación Juvenil Internacional de Esperanto, dedicada a actualizar el listado de los participantes, no pone las reglas, son los propios usuarios: Si se admiten mascotas, si hay desayuno, cuantos van a ser para cenar y el número de noches que cada usuario permite, aunque siempre hay lugar para la improvisación. Manuel Pancorbo, profesor universitario y esperantista, ha visitado ciudades como Budapest, Cracovia, Londres, Milán, Rio de Janeiro, Praga, entre otras, y recibe en su casa de Galapagar a los viajeros esperantistas que vienen a la capital. “Son personas bastante abiertas, que saben que no van a un hotel y que el hospedador no siempre puede proporcionarles todas las comodidades. Y además saben que tienen que convivir con un desconocido, por lo que no pueden aferrarse a su rutina de vida, sino que deben adaptarse. Todo eso requiere de una mentalidad muy abierta y de un gran afán de aventura por encima de la tendencia a la comodidad. Son gente con gran afán de conocimiento de realidades distintas a la suya y que entienden el turismo como una actividad donde prima el contacto con los "nativos”. De estos nativos a los que se refiere Pancorbo hay entre 200 y 2000 hablantes en todo el mundo y dos millones utilizan el esperanto como segundo idioma, según Ethnologue.

Escapadas familiares al “Bungalow feliz”

Para los que se decanten por una escapada humilde por España, la Federación Española de Empresarios de Camping (FEEC),ha celebrado la segunda edición de Bungalow feliz, desde el pasado mayo y hasta final de septiembre, como iniciativa solitaria en la que decenas de campings de toda España han cedido sus dependencias durante los fines de semana para aquellas familias con niños que se encuentran en situación de desempleo.

De estas formas de viajar se desprende no solo un pequeño descanso para el bolsillo, sino también una retahíla de experiencias más auténticas al alcance de todos. Es una nueva forma de encontrar la felicidad al final del viaje, la misma que encontró Phileas Fogg al darse cuenta que había llegado un día antes. Y que la apuesta la había ganado él.

Detalles que importan

  • Si el trabajo te lo permite, viaja en temporada baja. Será más barato y aguantarás menos colas.
  • Viaja con tarjeta y paga con ella, te ahorrarás las comisiones en el cambio de monedas.
  • No reserves con antelación en países del sudeste asiático: regatea directamente en las posadas de los distintos pueblos o ciudades que visites.
  • Compra los billetes de bus y tren directamente en las estaciones.

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Sobre la firma

Belén Hernández
Redactora de Estilo de Vida, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde escribe sobre cultura y tendencias, pero también sobre infancia, medio ambiente y pobreza en países en desarrollo. Antes trabajó en El Mundo y Granada Hoy. Es granadina, licenciada en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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