Identificados 10 menores como autores de los desnudos con inteligencia artificial de Almendralejo
La policía atribuye a la mayoría de ellos la difusión de las imágenes. Algunos son inimputables por tener menos de 14 años
Varios de los menores identificados hasta ahora como posibles autores de las imágenes de niñas desnudas en Almendralejo (Badajoz) o que, presuntamente, han participado en su distribución son menores de 14 años y, por tanto, inimputables penalmente. Fuentes policiales confirmaron que los agentes identificaron a 10 adolescentes, varios manejaban la aplicación mediante la cual se creaban las imágenes artificiales y, la mayoría, formaban parte del chat en el que se distribuyeron esas fotos.
La investigación continúa en manos de la Policía Nacional, que ya tiene constancia de, al menos, 21 víctimas. La intervención de la Fiscalía se producirá cuando reciba el atestado policial, pero las unidades de criminalidad informática y de menores están ya recabando datos para actuar cuando sea necesario. El hecho de que varios de los menores identificados tengan 13 años o menos cierra la puerta a poder exigirles a estos una responsabilidad penal. No obstante, sí que se podría actuar penalmente contra los que tienen ya 14 años.
Fuentes fiscales señalan que, hasta que no se analicen las imágenes y la intervención de cada implicado, no es posible determinar qué delitos pueden haberse cometido los que hayan superado esta edad. No obstante, el ministerio público explora, en un principio, cuatro tipos. Para que se den los dos primeros, elaboración o distribución de material pornográfico (artículo 189.1b del Código Penal) y tenencia de pornografía infantil (189.5), el Código Penal exige que las imágenes muestren un acto sexual explícito en el que participa un menor o se vean los órganos sexuales del menor “con fines principalmente sexuales”. También podría haber un delito contra la integridad moral de las menores (artículo 173) o uno contra la intimidad (197) en el caso de que la imagen de la cara de las niñas se haya obtenido invadiendo su intimidad (por ejemplo, mediante fotos tomadas en un espacio privado o sacadas de sus perfiles privados en redes sociales).
Para los menores de 14 años, aunque el ministerio público no puede actuar penalmente, sí puede hacerlo en materia de protección. En estos casos, la Fiscalía suele abrir diligencias penales, pero estas se archivan de inmediato y el caso pasa al ámbito de la Fiscalía de protección de menores. Los investigadores hacen un estudio de la situación del adolescente y, tras entrevistarse con él y su familia, deciden qué tipo de recurso necesita y se adapta a su conducta. Por norma general, el menor es derivado a alguno de los programas socioeducativos que tienen las comunidades autónomas.
La última reforma de la ley de protección jurídica del menor introduce un artículo específico, el 17 bis, para “personas menores de catorce años en conflicto con la ley”. Este precepto establece que los adolescentes serán incluidos “en un plan de seguimiento que valore su situación socio-familiar diseñado y realizado por los servicios sociales competentes de cada comunidad autónoma”. Y añade: “Si el acto violento pudiera ser constitutivo de un delito contra la libertad o indemnidad sexual o de violencia de género, el plan de seguimiento deberá incluir un módulo formativo en igualdad de género”.
A la investigación policial, se le suma la intervención de la Agencia Española de Protección de Datos, que ha abierto actuaciones previas de investigación y, en paralelo, ha contactado tanto con el Ayuntamiento de Almendralejo como con la Junta de Extremadura para que difundan que se puede solicitar la retirada de imágenes publicadas en internet a través del canal prioritario de la agencia, según han confirmado fuentes de este organismo a Efe. Este canal se puso en marcha en 2019 y permite que, en caso de que alguien suba contenido sexual o violento sin el consentimiento de quien aparece en las imágenes, pida su retirada. El año pasado, de hecho, se realizaron 51 intervenciones de urgencia para retirar información, vídeos o audios de esta índole que se habían publicado sin permiso.
“He visto una foto tuya desnuda”
Los hechos ocurridos en Almendralejo empezaron a salir a la luz la semana pasada, con el inicio del curso. Isabel, de 14 años, acudió el martes a su instituto con la ilusión de un nuevo año escolar. Aquella mañana, tras entrar en el patio, un rumor corría de grupo en grupo. No se hablaba de otra cosa entre los alumnos. La mayoría comentaba que existían fotos de alumnas desnudas circulando por los móviles. Isabel, que oculta su nombre real por expreso deseo de su madre, salió entonces al recreo junto a sus amigas. Todas en estado de choque. De pronto, un chaval se acercó a ella en mitad del patio:
—He visto una foto tuya desnuda.
La joven se asustó. Al mediodía, cuando regresó a casa, lo primero que hizo fue informar a su madre. “Mamá, dicen que hay una foto mía desnuda rondando por ahí. Que lo han hecho a través de una aplicación de inteligencia artificial. Tengo miedo. También hay niñas que la han recibido”. Sara C., su madre, de 44 años, se puso entonces en contacto con la madre de la mejor amiga de su hija, que también acababa de informar a su familia de lo sucedido. Tras la conversación, las madres comienzan a hacer llamadas. El caso acababa de estallar.
Ahora, siete días después, lo que se sabe es que un grupo de chavales del municipio capturó las fotos de los perfiles de Instagram y de WhatsApp de, al menos, 20 niñas del pueblo e incluso, según apunta la madre de una de las menores afectadas, fotografiaron a otra durante un entrenamiento de voleibol en un pabellón municipal para, después, subir todas estas imágenes a una aplicación de inteligencia artificial. Y así, en pocos segundos, crear imágenes ficticias que simulan un desnudo real de las niñas. Más tarde alguien creó un vídeo con imágenes de siete de ellas. Las madres se han organizado en un chat de WhatsApp y ya hay 27 integrantes. No todas han visto fotos de sus hijas, pero les han dicho que existen. Incluso ha habido un caso de extorsión a una menor con una instantánea a través de un perfil falso de Instagram. La madre de esta niña es Fátima G., de 30 años. Su hija tiene 12. Fátima se enteró del caso el pasado miércoles por la noche, a eso de las 22.00, cuando una madre de una amiga de su hija la llamó por teléfono y le contó que había visto una foto de su hija desnuda. “Es un montaje”, dijo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.