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Los dos jueces negros del Supremo de EE UU se atacan por el fin de la discriminación positiva

La sentencia divide al país: Trump celebra el fin de la acción afirmativa y Biden arremete contra la decisión

Estudiantes en el campus de Chapel Hill de la Universidad de Carolina del Norte, este jueves. Foto: EROS HOAGLAND (GETTY IMAGES VIA AFP) | Vídeo: EPV
Miguel Jiménez

La sentencia del Tribunal Supremo sobre el fin de la discriminación positiva no ha dejado a casi nadie indiferente en Estados Unidos. Los republicanos, con Donald Trump a la cabeza, han aplaudido la sentencia, mientras que el presidente, el demócrata Joe Biden, ha arremetido contra ella. La mayoría conservadora ha impuesto su mayoría de 6 a 3 en el tribunal para dar un golpe mortal a una práctica que ha permitido tomar el ascensor social a generaciones de negros y latinos, principalmente. Curiosamente, los dos jueces negros del Supremo se han enfrentado con dureza, casi personalmente, en los votos particulares que han formulado, uno a favor y otro en contra de la decisión.

Ambos magistrados se encuentran en los extremos ideológicos del tribunal. Clarence Thomas, de 75 años, es uno de los más conservadores y el que tiene más antigüedad. Ketanji Brown Jackson, de 52 años, es la última en llegar y acaso la más izquierdista. Pese a ser ambos afroamericanos, sus posiciones en asuntos raciales son diametralmente opuestas.

Thomas ataca a Jackson en su voto particular concurrente: “En lugar de centrarse en los individuos como individuos, su disenso se centra en la subyugación histórica de los negros estadounidenses, invocando brechas raciales estadísticas para argumentar a favor de definir y categorizar a los individuos por su raza. En su opinión, todos estamos inexorablemente atrapados en una sociedad fundamentalmente racista, en la que el pecado original de la esclavitud y la subyugación histórica de los negros estadounidenses siguen determinando nuestras vidas en la actualidad. La panacea, aconseja, es acceder sin cuestionamientos a la opinión de los expertos de la élite y reasignar las riquezas de la sociedad por medios raciales según sea necesario para ‘nivelar el campo de juego’, todo juzgado por métricas raciales”, escribe.

Jackson se defiende y contraataca a Thomas en su voto discrepante: “No discute ningún hecho histórico o actual sobre los orígenes y la existencia continuada de la disparidad basada en la raza (ni podría hacerlo), pero de alguna manera está persuadido de que estas realidades no influyen en una evaluación justa del ‘rendimiento individual’. La opinión del juez Thomas también demuestra una obsesión con la conciencia racial que supera con creces mi comprensión holística o la de la Universidad de Carolina del Norte de que la raza puede ser un factor que afecte a las experiencias vitales únicas de los solicitantes. (...) La conclusión es que aquellos que exigen que nadie piense en la raza (una clásica paradoja del elefante rosa) se niegan a ver, y mucho menos a solucionar, el elefante en la habitación: las disparidades vinculadas a la raza que siguen impidiendo que nuestra gran nación alcance todo su potencial”.

Foto de familia de los nueve jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Foto de familia de los nueve jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos.J. Scott Applewhite (AP)

No son los únicos divididos. En el plano político, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha arremetido contra la sentencia y contra un Supremo que, según ha dicho “no es un tribunal normal”. “Creo que nuestras universidades son más fuertes cuando son racialmente diversas”, ha dicho el presidente. “También creo que, aunque el talento, la creatividad y el trabajo duro están por todas partes en este país, no hay igualdad de oportunidades. No está en todas partes en todo este país”. Y ha repetido tres veces: “La discriminación sigue existiendo en Estados Unidos. La discriminación sigue existiendo en Estados Unidos. La discriminación sigue existiendo en Estados Unidos. La decisión de hoy no cambia eso. Es un simple hecho”.

Biden propone usar la puerta que deja abierta la sentencia para que las universidades tengan en cuenta la adversidad que ha superado un estudiante a la hora de seleccionar entre los solicitantes cualificados. “No podemos dejar que esta decisión sea la última palabra”, ha repetido dos veces. “Las universidades de nuestra nación deberían ser motores de expansión de oportunidades a través de la movilidad ascendente. Pero hoy en día, con demasiada frecuencia no es así. Hoy en día, en demasiadas universidades, los únicos que se benefician del sistema son los ricos y los que tienen buenas conexiones.”, ha añadido.

Cierre de filas

Frente a la decidida crítica de Biden, el aplauso de Trump y del resto de los republicanos. “Este es un gran día para Estados Unidos. Las personas con habilidades extraordinarias y todo lo demás necesario para el éxito, incluida la futura grandeza de nuestro país, por fin están siendo recompensadas. Esta es la sentencia que todo el mundo estaba esperando y deseando, y el resultado ha sido asombroso. También nos mantendrá competitivos con el resto del mundo. Nuestras mentes más brillantes deben ser apreciadas y eso es lo que ha traído este maravilloso día. Volvemos a estar todos basados en los méritos, ¡y así es como debe ser!”, ha escrito el expresidente en Truth, su red social. Trump nombró durante sus cuatro años de mandato a tres de los seis jueces que han votado a favor de eliminar la discriminación positiva por raza.

Los republicanos han cerrado filas. “Las admisiones universitarias deben basarse en el mérito y los solicitantes no deben ser juzgados por su raza o etnia. El Tribunal Supremo ha defendido correctamente la Constitución y ha puesto fin a la discriminación en las universidades“, ha escrito Ron DeSantis, principal rival de Trump en las primarias presidenciales para 2024.

En el mismo sentido se ha pronunciado Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes: El Tribunal Supremo solo dictaminó que a ningún estadounidense se le deben negar oportunidades educativas por motivos de raza. Ahora los estudiantes podrán competir en igualdad de condiciones y por méritos individuales. Esto hará que el proceso de admisión a la universidad sea más justo y defenderá la igualdad ante la ley”, ha tuiteado.

Contundente ha sido también Vivek Ramaswamy, candidato a las primarias, de origen asiático. “La mayoría de los estudiantes negros de Harvard no son descendientes de esclavos, sino de inmigrantes. Dar preferencias especiales a alguien que *se parece* a una persona que una vez sufrió no es justicia. Deberíamos adoptar de una vez la meritocracia sin distinción de color en Estados Unidos en lugar de repetir nuestros errores del pasado”, ha escrito.

También ha cerrado filas Tim Scott, único senador republicano negro y candidato también para las presidenciales de 2024: “Este es el día en que comprendemos que ser juzgados por el contenido de nuestro carácter, no por el color de nuestra piel, es lo que pretendía nuestra Constitución. La decisión de hoy del Tribunal Supremo sobre la discriminación positiva es una buena noticia para todos y cada uno de los ciudadanos de esta nación y deberíamos celebrarla”.

En cambio, en el Partido Demócrata, el líder de su grupo en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, también afroamericano, ha criticado la sentencia: “Los ideólogos de derechas del Tribunal Supremo destriparon la libertad reproductiva el año pasado. Esos mismos extremistas acaban de eliminar la consideración de la diversidad racial en las admisiones universitarias. Está claro que quieren volver atrás. No lo permitiremos NUNCA”, ha tuiteado.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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