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Muere Dorothy Pitman Hughes, icono del feminismo estadounidense, a los 84 años

La activista afroamericana defendió los derechos de las mujeres junto a Gloria Steinem y fue pionera en la protección de los niños vulnerables

Dorothy Pitman Hughes
Dorothy Pitman, en su casa de St. Johns (Florida), en 2013, posa con una reproducción del icónico retrato de 1971 junto a Gloria Steinem.Bob Self (AP)
Miguel Jiménez

La pionera del feminismo negro estadounidense Dorothy Pitman Hughes ha muerto en Tampa (Florida) a los 84 años. Su foto de 1971 levantando el puño junto a Gloria Steinem, otro icono del feminismo, se convirtió en la imagen más poderosa de la hermandad interracial en la lucha por los derechos de las mujeres. Pitman murió el pasado 1 de diciembre, pero la noticia no ha trascendido hasta la noche de este sábado.

Pitman nació en Lumpkin (Georgia) en octubre de 1938 en el entorno de la América negra rural. Cuando tenía 10 años, su padre fue golpeado casi hasta la muerte y abandonado en la puerta de casa, en lo que la familia creía que había sido un ataque del Ku Klux Klan. Se trasladó a Nueva York en 1957 donde se embarcó en toda clase de activismo en favor de los derechos civiles, de la igualdad entre razas y del feminismo, con especial foco en la atención a los niños vulnerables.

Durante la década de 1960 trabajó como vendedora, limpiando casas y como cantante en clubes nocturnos. Según su biografía oficial, With her fist raised (Con el puño en alto), escrita por la profesora de Historia de la Universidad de Pittsburgh Laura L. Lovett y publicada a principios de 2021, el primer acto de activismo de Pitman fue la recaudación de fondos para el Congreso de la Igualdad Racial a principios de la década de 1960. Se involucró en la lucha por los derechos civiles y conoció a Martin Luther King y Malcolm X.

Como trabajaba de noche como cantante y estaba en casa durante el día, se dio cuenta de que los niños de su barrio se veían obligados a cuidar a sus hermanos pequeños, asumiendo tareas propias de los adultos. A finales de la década de 1960, también en parte por la necesidad de una alternativa para sus propias hijas, Pitman organizó una guardería cooperativa multirracial en el West Side de Nueva York, la West 80th Community Childcare Center.

Se dio pronto cuenta de que los problemas del barrio no eran solo de cuidado de los niños sino de pobreza, drogas, discriminación racial, hogares vulnerables y falta de formación, entre otros, así que ese centro comunitario amplió su radio de acción, ofreciendo servicios de guardería, formación laboral, formación en defensa de los derechos y muchos otros servicios. “El activismo de Dorothy era asombrosamente multifacético”, escribe Laura L. Lovett en su biografía. “Enraizaba su feminismo en su experiencia y en necesidades más fundamentales de seguridad, comida, cobijo y cuidado de los hijos”, añade.

Gloria Steinem, columnista de New York Magazine, acudió en 1968 a conocer ese centro para escribir sobre él y ambas se hicieron amigas. En aquel momento, Pitman ya era una activista, mientras que Steinem era una periodista interesada por el feminismo y los problemas sociales. Con la experiencia de actuar sobre un escenario y de liderar protestas sociales, fue la afroamericana la que animó a Steinem a empezar a hablar juntas en público sobre el movimiento feminista. Las dos viajaron por todo el país entre 1969 y 1973 dando discursos en universidades, centros comunitarios y otros locales. Lovett señala que Steinem fue la primera mujer blanca en entrar en la iglesia local de su comunidad natal, en Georgia.

Con motivo de esa gira, que resultaba atrevida en la época, se tomó la foto que ahora cuelga en las paredes del Museo Nacional del Retrato, en el centro de Washington. Pitman y Steinem necesitaban un cartel para sus convocatorias y el fotógrafo Dan Wynn se ofreció a hacérsela gratis. Ambas con jerséis de cuello alto, Steinem con su melena rubia y Pitman con su peinado afro, posaron desafiantes con el puño en alto, el gesto del Black Power, en una imagen intencionadamente provocadora que enseguida se convirtió en icónica y que luego recrearon alguna otra vez a lo largo de su vida. La foto fue publicada en la revista Esquire con el pie de foto “Cuerpo y alma: Gloria Steinem y su compañera, Dorothy Pitman Hughes, muestran el estilo que ha entusiasmado al público en su gira de charlas”.

Tras la popularidad adquirida en su gira, Pitman Hughes animó a Steinem a cofundar con otras socias la revista Ms., que empezó como una edición especial del New York Magazine y pronto se convirtió en un referente del movimiento feminista. “El estilo de Dorothy consistía en denunciar el racismo que veía en el movimiento de las mujeres blancas. Con frecuencia subía al escenario para articular la forma en que el privilegio de las mujeres blancas oprimía a las mujeres negras, pero también ofrecía su amistad con Gloria como prueba de que este obstáculo podía superarse”, señalaba Lovett hace algo más de un año a la revista Ms.

Hizo campaña por el Partido Demócrata y siguió inmersa en el activismo. En la década de 1980 se mudó a Harlem, donde abrió su propio negocio en la década de 1990, la primera tienda de papelería, material de oficina y copistería regentada por una mujer negra en Harlem. Pensó que el programa del presidente Bill Clinton de desarrollo del barrio lanzado en 1994 sería una gran oportunidad para los empresarios negros del barrio y se involucró en él. Sin embargo, luego se mostró muy crítica porque acabó beneficiando más a las grandes cadenas que a los comerciantes locales, según recoge Lovett. Pitman dejó su Home Office Supply tras la apertura de un establecimiento del gigante Staples en la zona.

Mientras Steinem ha permanecido bajo los focos como gran estrella del movimiento feminista, Pitman cayó algo en el olvido. Con un perfil más bajo, se ha mantenido como activista comunitaria en Florida. Era madre de tres hijas.

La propia Steinem le ha rendido homenaje. “Nos convertimos en compañeras de tertulia y amigas de por vida. La echaremos de menos, pero si seguimos contando su historia, seguirá inspirándonos a todos”, ha dicho en declaraciones a AP.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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