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Dos meses de erupción en el volcán de La Palma, en cifras: 906 millones en daños, 5.100 terremotos, 7.000 proyectos de vida en punto muerto

La erupción en la isla canaria es la que más dura en el archipiélago desde 1712 y la octava desde que se tienen registros históricos

Derrame de lava del volcán de La Palma, en una imagen de esta jueves por la noche.Vídeo: ALBERT GARCIA (EL PAÍS) | EPV

El volcán de La Palma cumple este viernes dos meses de vida. “Los peores” en la historia reciente de la isla, según el presidente del Cabildo insular, Mariano Hernández Zapata. La erupción se ha convertido durante estos 61 días en la protagonista absoluta en las vidas de los casi 85.000 palmeros. Es ya el volcán que más ha durado en el archipiélago desde el que erupcionó en 1712 en el Charco, también en La Palma. Se encuentra, eso sí, a mucha distancia de los 2.055 días que duró el de Timanfaya, en Lanzarote. La energía liberada, según el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), asciende a 286,2 teravatios por hora, una cifra equivalente a 35,9 veces la demanda energética de toda Canarias.

Tanta potencia natural usada para la destrucción de lo construido por el hombre. Muchos han perdido sus casas; otros aguardan con ansiedad a que su vivienda escape del paso de la lava; cientos han perdido su empleo y otros tantos pueden perderlo en los próximos días. Los números no reflejan toda la realidad, aunque pueden ayudar a la hora de describir la magnitud de la tragedia que vive la isla Bonita.

1040,5 hectáreas ocupadas por las coladas

Cuando el volcán entró en erupción, el mundo entero se quedó atónito ante el espectáculo que ofrecía la naturaleza. Los palmeros apreciaron desde el primer instante el peligro que se cernía sobre sus vidas. A la mañana siguiente, la lava había arrasado buena parte del barrio de El Paraíso (El Paso), parte de Las Manchas y se dirigía a toda velocidad cuesta abajo en dirección suroeste.

“El volcán hace lo que quiere”, ha asegurado en repetidas ocasiones María José Blanco, vulcanóloga del Instituto Geográfico Nacional. En este caprichoso y errático devenir, las coladas han arrasado El Pedregal, Todoque (1.500 habitantes), Los Campitos, Callejón de la Gata... “Mi madre no tiene ni una chaqueta. No nos queda otra que pedir ropa y comida”, relataba el 24 de septiembre Aníbal Díaz, ingeniero forestal de 25 años que, junto a sus padres, lo ha perdido todo en Las Manchas (municipios de El Paso y Los Llanos de Aridane).

En total, hasta el jueves, 1.040,5 hectáreas de terreno arrasadas, el 1,4% del territorio total de la isla, con un perímetro que alcanza los 53 kilómetros. “La situación es demasiado… Esto es muy grave, muy, muy duro”, aseguraba el 22 de septiembre a EL PAÍS la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García. El magma también ha creado: por ahora, ha ganado 42,8 hectáreas al mar en forma de un nuevo delta lávico que comenzó a generarse el 28 de septiembre.

La angustia ha sido moneda común. El errático proceder del volcán ha destrozado los sueños de muchas personas cuando parecía que el peligro ya había pasado. Carlos Déniz es una de ellas. Él era el cocinero del chiringuito de Los Guirres, que regentaba junto a su esposa, Grecia Motta. El jueves, el establecimiento, abierto en 2011, sucumbió ante el avance de un segundo delta lávico conocido ya con un frío nombre científico: D2.

La anchura máxima que ha alcanzado la colada expulsada por Cumbre Vieja asciende ya a 3.200 metros. A esta superficie hay que sumarle los 2,5 kilómetros de perímetro de exclusión decretados por el Plan de Emergencias Volcánicas de La Palma (Pevolca), que trata de evitar que los gases y los piroclastos puedan alcanzar a la población.

“El volcán ha perdido energía”, aseguran tanto la directora del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco, como Carmen López, la directora del Observatorio Geofísico Central de esta organización. El menor aporte de lava es visible por cualquier lego en vulcanología. La explosividad del cono, sin embargo, provoca constantes derrumbes que cambian la trayectoria de las lenguas, lo que ha hecho que, dos meses después, la erupción haya acumulado ya hasta 12 coladas diferentes, cada una con su propia historia de destrucción.

Vecinos del barrio de Todoque, ayudados por empleados municipales, en los Llanos, recogen sus pertenencias después de ser evacuados el 22 de septiembre. La zona ha quedado totalmente arrasada.
Vecinos del barrio de Todoque, ayudados por empleados municipales, en los Llanos, recogen sus pertenencias después de ser evacuados el 22 de septiembre. La zona ha quedado totalmente arrasada.Samuel Sánchez (EL PAÍS)

7.000 personas evacuadas

La erupción se ha llevado por delante —por el momento— 1.184 viviendas, según los datos del catastro. Son los sueños de 2.120 personas, las afectadas por vivir en la zona de exclusión, según los datos del Cabildo de La Palma. La angustia, sin embargo, se amplía a 5.000 personas más hasta superar las 7.000. Son las que han tenido que ser evacuadas desde las 15.13 del 19 de septiembre, el momento en que todo comenzó. Aquel domingo, el Gobierno de Canarias ordenó la salida urgente de sus domicilios de más de 5.000 personas. Cinco días después, tendrían que salir de sus casas unas 350 personas de Tajuya, Tacande de Abajo y Tacande de Arriba. El 12 de octubre comenzaba otro calvario para unos 1.200 vecinos de La Laguna, el barrio en el que los Reyes confesaban el 23 de septiembre sentirse “atónitos” por lo que habían visto.

El Gobierno de Canarias ha habilitado dos hoteles y varios centros sociosanitarios para las personas desplazadas. Apenas 483 han hecho uso de esas instalaciones. Luz, de 33 años, es una de ellas. Vive con sus dos hijos en dos habitaciones de un hotel en Fuencaliente (en el sur de la isla). “No le veo nada positivo a estar aquí, me gustaría poder alquilar una casa, pero gano 900 euros al mes y los pisos se han disparado, no hay ayudas para eso”, se lamentaba el 30 de octubre pasado. El resto de evacuados se las apaña como puede en casas de familiares y amigos.

La lava devora varias viviendas en Todoque el 27 de octubre.
La lava devora varias viviendas en Todoque el 27 de octubre.Álvaro García

Hasta 906 millones de euros en daños

“Todavía estamos en el mientras”, se esfuerza en repetir el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres. Por eso, la factura que va a presentar el volcán sube a cada minuto que pasa. No obstante, el propio Torres se ha aventurado a facilitar una estimación de daños: hasta 906 millones. Esta cifra daría a la isla acceso a los fondos de solidaridad de la Unión Europea: son precisos daños por encima del 1% del PIB, unos 430 millones.

El problema no solo es perder la casa o el negocio. Hasta la fecha, se han visto afectados 66 kilómetros de carreteras. Entre ellas, destaca una: los 2,1 kilómetros cortados de la LP-2. Solamente 15 kilómetros separan Los Llanos de Aridane y Fuencaliente. Tras la erupción y el corte de esta arteria, muchas personas tienen que recorrer media isla cada día. “Antes del volcán tardaba 10 minutos en llegar al trabajo”, aseguraba el pasado 6 de octubre el chófer de guaguas Juan José Lorenzo. “Ahora me lleva hora y media”.

Una casa cubierta de ceniza, fotografiada desde un dron el 1 de noviembre.
Una casa cubierta de ceniza, fotografiada desde un dron el 1 de noviembre.Carlos Rosillo

Los 364 millones de euros en ayudas, la esperanza de los palmeros

El presidente Pedro Sánchez tiene previsto visitar este sábado la isla. Será su séptimo viaje desde el 19 de septiembre. Ya en la tercera de sus vistas, el mandatario anunció un “potente paquete de medidas” que se destinaría tanto a la reconstrucción de infraestructuras, como al restablecimiento del suministro de agua, a inversiones en empleo, viviendas, agricultura, turismo y a diversos beneficios fiscales. El importe total de estas políticas es de 206 millones de euros, según explicó aquel día. A esta cantidad habría que sumarle los 40 millones que ya ha destinado el Gobierno de Canarias en esta primera fase y los 10,5 millones para viviendas y enseres de primera necesidad aprobados por el Ejecutivo central el pasado martes. El Ejecutivo regional, además, incluirá en sus presupuestos de 2022 una partida extraordinaria de 100 millones para comenzar a reconstruir la isla. Y aparte, los 7,5 millones de ayudas en donativos que ha recibido el Cabildo de La Palma y la promesa de dinero procedente de Bruselas,

Por ahora, todo este dinero se queda en promesas. Y la población palmera comienza a impacientarse. “Estamos todos a la espera”, aseguraba el 16 de noviembre Antonio Ríos, gaditano afincado en La Palma que, hasta la erupción del volcán, trabajaba en una planta de empaquetado de plátanos y regentaba dos fanegas de este cultivo. Estamos mirando qué hacer en función de las ayudas. No es normal lo que están tardando en ponerse en marcha, la burocracia debería ser más ágil”.

85 terremotos al día

Los terremotos forman parte consustancial de las erupciones. Esta realidad no impide que la población palmera sufra cada vez que la tierra tiembla. Y ha temblado mucho en los últimos dos meses. Desde que comenzó la erupción hasta el 18 de noviembre, se han producido en la isla unos 5.100 seísmos, a 85 por día, según los datos del sismólogo del IGN, Itahiza Domínguez.

De ellos, 547 han sido profundos (más de 20 kilómetros). Pero no solo importa el número, también la virulencia. 69 de ellos han superado han sido al menos de magnitud 4, y un total de 750 han podido ser sentidos por la población. “Algunas paredes de mi casa se han resquebrajado por tanto temblor”, contaba preocupada el pasado 4 de noviembre la estudiante Atenea Aguilar, vecina del municipio de Villa de Mazo. “El de esta mañana hizo que se movieran todos los vasos”.

La colada del volcán de La Palma engulle un árbol y una farola en el camino de la Laguna, zona de exclusión, el 17 de noviembre.
La colada del volcán de La Palma engulle un árbol y una farola en el camino de la Laguna, zona de exclusión, el 17 de noviembre.Albert Garcia (EL PAÍS)


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