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Muchos se van, pero él empieza: la enigmática cuenta en X (Twitter) de Bob Dylan

El músico, de 83 años, comienza a tuitear justo cuando muchos abandonan la red social: dice que ha estado en un concierto de Nick Cave en París, recomienda restaurantes y envía mensajes privados: “¡Feliz cumpleaños, Mary Jo! Nos vemos en Frankfort”

Bob Dylan actuando en el festival Farm Aid, en Noblesville, Indiana, el 23 de septiembre de 2023.
Bob Dylan actuando en el festival Farm Aid, en Noblesville, Indiana, el 23 de septiembre de 2023.Gary Miller (Getty Images)
Carlos Marcos

Pónganse en situación. Bob Dylan, 83 años, premio Nobel de Literatura y el cantautor en inglés más influyente de la música popular. Agarra una tarde de aburrimiento su teléfono móvil, presiona la aplicación de X (antes Twitter) y escribe un mensaje. ¿Se lo creen? Pues está ocurriendo desde septiembre ante la estupefacción de miles de dylanitas que nunca hubieran pensado ver a su ídolo enzarzado en las redes sociales. Existen pocas dudas de que es el propio músico el que presiona las teclas y redacta unos mensajes entre enigmáticos y prescriptores. La decisión de emplear personalmente su cuenta se produce, además, cuando existe una corriente importante de rechazo a la empresa dirigida por Elon Musk, uno de los hombres fuertes del reelecto presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Mucha gente cierra sus cuentas de X (y algunos medios, como el inglés The Guardian y el español La Vanguardia) y se marcha a otras plataformas, como Bluesky. Y en esto viene Dylan y comienza su actividad en la red social de Musk. Una muestra más de las ganas de ir a contracorriente del compositor de Like A Rolling Stone.

Pero vayamos a lo importante, el contenido. Tanto los mensajes directos como los enigmáticos se prestan al debate. El último de ellos, al cierre de este artículo, se produjo el pasado martes y pertenece al grupo de los de Bob recomienda: “Hace poco vi a Nick Cave en el Accor Arena de París y me impactó mucho la canción Joy, donde canta: ‘Todos hemos tenido demasiada tristeza, ahora es el momento de la alegría’. Pensé para mis adentros: sí, eso es correcto”. ¿De verdad que Dylan estuvo en un concierto de Nick Cave como público y nadie se enteró? Ciertamente, no sería la primera vez que el músico se disfraza para pasar desapercibido. La realidad es que Nick Cave estuvo en 17 de noviembre actuando en el Accor Arena de París, que interpretó la escalofriante Joy, que efectivamente canta esos versos en la canción y que Dylan tenía libre ese día y andaba cerca de la capital francesa: finalizó su gira europea el 14 de noviembre en Londres. El texto recibe 700 mensajes. Uno de ellos, se atreve a sugerir algo a Dylan: “Bob, envía una pregunta a Red Hand Files [la sección donde Cave lleva años carteándose con sus seguidores]”. Mucho humor por ese lado.

Otra recomendación del cantautor, esta vez cinéfila: “Nick Newman había respondido a un tuit hace unas semanas en el que me preguntaba qué películas recomendaría. Le dije que probara con Garras humanas, con Lon Chaney”. Quizá Nick Newman sea el viñetista inglés. O es posible que se refiera a Nicholas Newman, el personaje de ficción de la telenovela estadounidense The Young and the Restless. Y sobre la película se puede apuntar que es un filme mudo de terror, de 1927, dirigido por el maestro del género Tod Browning. Dylan se lo trabaja y en lugar de aconsejar las películas más populares de Browning (Drácula o Freaks) opta por una más desconocida, Garras humanas, dicho sea de paso, uno de los filmes favoritos de Guillermo del Toro. Pero lo que parece interesar a Dylan es el actor estadounidense especializado en terror Lon Chaney, llamado “el hombre de las mil caras” por su capacidad para transformarse con el maquillaje y la caracterización. Como el propio Dylan viendo a Cave en París.

Sigamos. En otro tuit Bob ejerce de prescriptor gastronómico: “La última vez que estuvimos en Nueva Orleans comimos en el restaurante Dooky Chase’s, en la esquina de North Miro y Orleans. Si alguna vez vas allí, te lo recomiendo muchísimo”. Del capítulo de mira lo que me ha pasado hoy… rescatamos este mensaje: “En el hotel de Frankfurt había una convención editorial y todas las habitaciones estaban ocupadas: hubo fiestas toda la noche. No sabía que había tantas editoriales en el mundo. Estaba tratando de encontrar a Crystal Lake Publishing para felicitarles por publicar El gran dios Pan, uno de mis libros favoritos. Pensé que podrían estar interesados en algunas de mis historias. Desafortunadamente, había demasiada gente y nunca los encontré”. Bien, aparte de constatar que Bob disfruta con el género del terror (El gran dios Pan, de Arthur Machen, es un libro esencial para Stephen King), un mensaje aquí para la editorial Crystal Lake Publishing: Dylan está interesado en ofreceros sus historias, andad atentos.

Visitantes observando letras y manuscritos que se encuentran en el archivo del Bob Dylan Center, en Tulsa, Oklahoma.
Visitantes observando letras y manuscritos que se encuentran en el archivo del Bob Dylan Center, en Tulsa, Oklahoma. Lester Cohen (Getty Images for The Bob Dylan C)

Jesús Ordovás, uno de los primeros periodistas españoles en editar un libro sobre el autor de Blowin’ In The Wind (Bob Dylan, 1974), cuenta por teléfono: “Parece que es el típico sentido del humor de Dylan. A él siempre le han gustado estas cosas”. Ordovás, que dejó X hace un mes (”por estar en manos de un tipejo como Musk”), opina: “Dylan siempre ha sido muy cínico y contradictorio, quizá por eso empieza ahora en X cuando nos vamos todos. Por ejemplo, se mete con los que ganan dinero y luego hay testimonios que dicen que a él le gusta mucho el dinero y tiene fama de tacaño. También ha criticado mucho la publicidad y él ha hecho mucha. Bueno, además de un genio musical, también tiene esa otra cara”.

Todo empezó hace algo menos de dos meses, ya que hasta entonces la cuenta del músico se utilizaba solo con un propósito promocional, para anunciar lanzamientos de discos y giras. Pero el 26 de septiembre apareció este texto: “¡Feliz cumpleaños, Mary Jo! Nos vemos en Frankfort”. ¿Mary Jo? ¿Quién es esa mujer con la que se cita Dylan? ¿Frankfort? ¿Es que se ha confundido al teclear por la falta de costumbre y se refería a la ciudad alemana de Frankfurt? Esperen: existen un Frankfort, la capital del estado de Kentucky, así que quizá Bob no se lío con los dedos. Lo que no se sabe es la identidad de Mary Jo. Una usuaria apunta: “Me llamo Mary Jo, pero hoy no es mi cumpleaños [y adjunta un símbolo de tristeza]”. Ordovás no duda: “Seguro que es una novia”.

Dylan suma 452.000 seguidores en su cuenta de X, poca cosa si lo comparamos con compañeros de generación (Mick Jagger exhibe 2,3 millones) y no digamos con estrellas actuales como Taylor Swift, con 94 millones. El autor de Mr. Tambourine Man es un absoluto adicto a los conciertos. Desde hace años no ha parado de recorrer el mundo tocando en cualquier lugar, desde pabellones a casinos. En 2023 realizó una gira de una docena de conciertos en España. En aquello ocasión, además de prohibir el acceso de móviles al recinto, no interpretó ninguno de sus temas clásicos y basó el repertorio en el material de su último trabajo, el excelente Rough and Rowdy Ways (2020). Durante 2024 no ha parado de ofrecer recitales. En octubre pasado, por ejemplo, sumó 16 actuaciones. Cerró su gira europea el 14 de noviembre en el londinense Royal Albert Hall, donde actuó tres noches. En esta última gira sí que ha interpretado algunos de sus temas clásicos, como All Along the Watchtower, It Ain’t Me Babe o It’s All Over Now, Baby Blue.

En diciembre se estrena una nueva película centrada en su figura, A Complete Unknown, dirigida por James Mangold e interpretada por Timothée Chalamet. De momento, Dylan no ha tuiteado sobre el filme…

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.
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