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Sanidad estudia endurecer las restricciones para la hostelería en los lugares con más incidencia

La Comisión de Salud Pública debate un borrador para actualizar el semáforo de medidas en España

Pablo Linde
Una camarera atiende la mesa de unos clientes en un restaurante del puerto de Palamós.
Una camarera atiende la mesa de unos clientes en un restaurante del puerto de Palamós.©Toni Ferragut (EL PAÍS)

Los técnicos que asesoran al Ministerio de Sanidad han propuesto una batería de medidas para endurecer algunas restricciones en los lugares donde la pandemia tenga mayor incidencia. Se trata de la puesta al día de las Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19, más conocido como el semáforo de Sanidad, que está en vigor desde el 22 de octubre. La nueva versión del borrador elaborado por la Ponencia de Alertas de Sanidad, adelantada por Eldiario.es y a la que ha tenido acceso EL PAÍS, ha sido debatida este jueves en la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que no ha llegado a un acuerdo definitivo.

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Uno de los cambios que establece es que en el nivel alto de riesgo (entre 150 y 250 casos por 100.000 habitantes en 14 días, entre otros indicadores), recomienda el cierre de los interiores de los establecimientos, mientras la versión anterior se limitaba a aconsejar la valoración de esta medida. En este umbral también establece un máximo de seis personas para las reuniones sociales y de cuatro cuando el riesgo es extremo. En cualquier caso, se trata de un documento de recomendaciones técnicas que incluyen muchas otras variables y cuyas medidas no son de obligado cumplimiento; las tienen que tomar en última instancia las comunidades autónomas.

Para calcular el riesgo de cada territorio (unidades territoriales de más de 10.000 habitantes), el documento mantiene los mismos criterios en vigor, con dos bloques de parámetros. El primero trata de medir el nivel de transmisión del virus a través de seis estadísticas: la incidencia acumulada por 100.000 habitantes en 14 días y en siete; ambas medidas, pero referidas a la población mayor de 65 años; el porcentaje de positividad de las pruebas diagnósticas y el porcentaje de casos con trazabilidad. En el segundo bloque se mide la capacidad asistencial a través de la ocupación de camas en planta y en UCI.

A cada una de estas métricas se le asigna un valor. Por ejemplo, el umbral de riesgo alto está en más de 150 casos a 14 días; más de 75 a una semana; más de un 10% de positividad en las pruebas y menos de un 50% de trazabilidad, es decir que solo se conozca el contacto de 50 de cada 100 positivos, o menos. En el bloque de la asistencia, el riesgo alto se alcanza en cuando se supera el 10% de camas ocupadas por enfermos de covid en planta y el 20% en cuidados intensivos. Se considera que un territorio está en un nivel de riesgo cuando tiene dos o más indicadores del primer bloque por encima de los niveles marcados y al menos uno del segundo.

Aunque los medidores están pensados para unidades más pequeñas que las comunidades autónomas, con ellos se puede medir también el riesgo en estos territorios. Según el último informe del Ministerio de Sanidad, cinco comunidades estaban en el nivel alto de incidencia: Asturias, Cataluña, Madrid, Navarra y País Vasco, además de Ceuta y Melilla.

En la actualización del documento, además, se introduce especial énfasis en las tendencias de la pandemia, para adelantarse a los acontecimientos. Cuando el virus está en crecimiento recomienda adelantar medidas de un nivel de riesgo que todavía no se ha alcanzado. Por ejemplo, si una comunidad estuviera en riesgo medio, pero experimentara una subida acelerada de casos, el borrador propone que desde ese momento se tomen ya medidas como si el riesgo fuera alto. También al contrario, permite desescalar las medidas más rápidamente cuando la tendencia sea muy positiva.

Este documento, en cualquier caso, no será de aplicación para los próximos días. Lleva meses de retraso. Las primeras versiones estaban destinadas a aprobarse antes de Navidades, pero se mantuvieron en un cajón hasta ahora. La Comisión de Salud Pública, integrada por los directores generales de las comunidades y el ministerio, han añadido enmiendas al borrador, que tendrán que ser añadidas a un nuevo documento y después votadas. Luego deberá ser aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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