El Gobierno pide a Madrid restricciones para toda la ciudad y Ayuso se limita a ampliarlas a ocho zonas
Illa da un paso sin precedentes y celebra una rueda de prensa para evidenciar las discrepancias con el Ejecutivo regional
Las discrepancias entre el Ministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid sobre las medidas que hay que tomar para contener la expansión del coronavirus en esta región se convirtieron este viernes en un choque a plena vista que hizo saltar por los aires el espacio de cooperación que habían construido las dos Administraciones hace solo cinco días. En un gesto sin precedentes, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, compareció este viernes para informar de que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso había desoído las recomendaciones de su departamento para poner coto a la grave situación de la pandemia en una región donde más de un millón de personas vive ya en zonas donde la incidencia del virus supera los 1.000 contagios por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. “Hay que hacer esto, no valen los atajos”, dijo el titular de Sanidad sobre las recomendaciones desatendidas por el Ejecutivo regional.
Sin perder su tono pausado, pero hablando “con claridad”, Illa detalló que Sanidad proponía ampliar las restricciones a la movilidad a toda la capital, además de a las zonas del resto de los municipios de la región con una incidencia superior a 500 casos por 100.000 habitantes. También, que se prohibiera el consumo en barra en toda la Comunidad, y que se restringiera el aforo al 50% en las terrazas de bares y restaurantes.
Esa contundente batería de propuestas dejó en tibias, por comparación, las adoptadas oficialmente por el Gobierno regional: ampliar las restricciones a la movilidad ya vigentes en 37 áreas a otras ocho en las que la incidencia de la enfermedad también ha llegado a superar los 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días.
En esas 45 zonas básicas de salud, todos los comercios deben bajar la persiana a las diez de la noche como tarde; los parques y jardines están cerrados; y el aforo de bares y restaurantes está limitado al 50%, sin que se pueda usar sus barras. Mientras, el resto de la Comunidad de Madrid tiene circunstancias muy distintas: no hay restricciones a la movilidad, los aforos de la hostelería están limitados al 75% en el interior y el 50% en las barras, y bares y restaurantes pueden permanecer abiertos hasta la una de la madrugada. Además, las reuniones están restringidas a seis personas como mucho.
La intervención de Illa, programada para coincidir exactamente con la rueda de prensa en la que Madrid anunciaba sus planes, hizo que reventara el espacio de cooperación establecido por las dos Administraciones esta misma semana. Que el ministro reiterara que se remite “al respeto institucional y a la lealtad entre comunidades autónomas” cuando se le preguntó por qué el Gobierno no sopesa aplicar en Madrid el artículo 155, o el estado de alarma, tampoco contribuyó a la calma, porque no negó de plano esas opciones.
“¿El desencuentro [con el Ministerio]?”, arrancó Antonio Zapatero, el viceconsejero encargado de hacer públicas las decisiones adoptadas por Madrid. “Me parece fundamental que vayamos de la mano”, dijo. “Seguiré encantado de trabajar en ese espacio de colaboración, pero debe ser eso, un espacio de colaboración, no debe ser un espacio de imposición”, argumentó. “Nuestras decisiones están basadas en criterios técnicos”.
El resultado de las dos ruedas de prensa fue dinamitar la tregua política que mantenían las dos Administraciones. La foto que intentó resumir el inicio de un nuevo tiempo de entendimiento, con Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso juntos en la Real Casa de Correos, se quedó vieja a los cinco días. Madrid reaccionó a la intervención de Illa rechazando cualquier “imposición” gubernamental.
“Los españoles nos piden unión, coordinación y lealtad”, lanzó Enrique López, el consejero de Justicia. “Contraprogramar ruedas de prensa, cambiar de criterio sin avisar, lanzar bulos y sorprender con ratios solo para Madrid genera confusión y nos debilita frente al virus”, añadió el exmagistrado del Constitucional. “Volvamos a la senda de la colaboración y la responsabilidad”. “Nos hemos quedado muy sorprendidos y así se lo hemos transmitido al ministerio”, abundó un segundo integrante del Consejo de Gobierno de Díaz Ayuso. “Ellos sabrán”, remató un interlocutor con galones en el Ejecutivo de Díaz Ayuso sobre la rueda de prensa de Illa. “Suponemos que querían tapar lo del Rey”, añadió sobre la polémica ausencia de Felipe VI en la entrega de despachos judiciales de Barcelona.
La intervención del ministro ha ensombrecido las nuevas medidas anunciadas por Madrid para intentar contener el avance del virus en la región. Así, Zapatero ha anunciado este viernes que la Comunidad va a ampliar a ocho nuevas zonas básicas de salud las restricciones a la movilidad y la actividad comercial acordadas el viernes pasado para otras 37. En total, ya son 45 las áreas afectadas tras la inclusión de zonas básicas de salud en Fuenlabrada (Panaderas), Alcorcón (Miguel Servet y Doctor Tueta) y la capital (García Noblejas, Vicálvaro-Artilleros, Orcasitas, Campo de la Paloma y Rafael Alberti).
En estas zonas, las entradas y salidas quedan restringidas salvo para acudir a trabajar, a centros sanitarios o educativos, a entidades financieras, por citaciones judiciales o notariales, renovación de documentos o exámenes. También para el retorno al hogar, el cuidado de mayores y personas dependientes o razones de causa mayor. Además, está prohibido el acceso a parques y jardines. Los comercios deben echar la persiana a las diez de la noche. Y en la hostelería los aforos, tanto en el exterior como en el interior, quedan restringidos al 50%, estando prohibido el consumo en barra. Asimismo, en el conjunto de la Comunidad han quedado prohibidas las reuniones, privadas o en la calle, de más de seis personas salvo los convivientes y el ámbito laboral o institucional.
Presión hospitalaria
Mientras los políticos discutían, el virus seguía actuando. Madrid comunicó este viernes 782 positivos en las últimas 24 horas, además de la incorporación de 3.121 a distintos días de su serie histórica. La presión hospitalaria siguió creciendo, con 3.259 ingresados por la enfermedad, 453 de ellos en unidades de cuidados intensivos. Y el número de muertos (16.325) y contagiados detectados (219.592) siguió sumando dígitos.
Todas esas estadísticas reflejan que Madrid lleva semanas instalada en una espiral de malos indicadores. Aunque la incidencia acumulada de la enfermedad ha descendido en los dos últimos días, las PCR que dan positivo se acercan al 25% y empieza a haber problemas para hacer todas las pruebas necesarias, inconvenientes que se suman a la falta de rastreadores y a la saturación de la atención primaria.
En ese contexto, el nuevo desencuentro entre las dos Administraciones ha aumentado el hartazgo que la clase médica viene expresando en las últimas fechas por la división política. El presidente del Consejo General de Colegios de Médicos, Serafín Romero, confesó este viernes estar “atónito” por las “discrepancias políticas”.
“No es de recibo que volvamos a una situación que no ayuda a combatir la pandemia”, afirmó antes de exigir que “con urgencia” se pongan en marcha medidas para poner coto al virus. Entre ellas, afirmó a Servimedia, es necesario “crear un mando único en Salud Pública, además de una comisión de expertos independientes que marquen el camino”. Mientras, la unidad en la lucha contra el virus saltó por los aires este viernes en Madrid.
Así es el informe de recomendaciones del Gobierno a la Comunidad de Madrid
- Que las medidas propuestas en la orden 1178/2020 que afectan entre otros a seis distritos del municipio de Madrid se apliquen a la totalidad del territorio municipal y que en el resto de la Comunidad se apliquen a los municipios con incidencias acumuladas de 14 días (sin usar los datos de los últimos siete días) por encima de los 500 casos por 100.000 habitantes (esta incidencia sigue siendo casi el doble de la media nacional).
- Que aunque se mantenga el permiso de circulación de las personas dentro de las áreas con confinamiento perimetral como se establece en la medida 1 del punto segundo de la Orden 1178, se haga una recomendación explícita de evitar todo movimiento innecesario, tanto en esas zonas como en todo el territorio de la Comunidad Autónoma.
- Que la medida de prohibir el consumo en barra incluida en la medida 5 del punto segundo de la Orden 1178, se extienda a la totalidad de la Comunidad Autónoma.
- Que la medida de restringir al 50% la ocupación de terrazas en lugares de restauración incluida en la medida 5 del punto segundo de la Orden 1178 se extienda a la totalidad de la Comunidad Autónoma.
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