La crisis del coronavirus dejará a 118 millones de mujeres latinoamericanas en la pobreza
En la presentación de un informe sobre el rol de las cuidadoras durante la pandemia, la Cepal advirtió de que la población femenina va a ser afectada de forma desproporcionada
La crisis económica generada por la covid-19 se cebará con las mujeres, especialmente con las que tienen menos recursos, y dejará a 118 millones de latinoamericanas viviendo en la pobreza este 2020, un 22% más que el año anterior, según advirtió este miércoles la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en la presentación de un informe sobre el rol de las cuidadoras durante la pandemia junto con ONU Mujeres. “Esta es la peor contracción económica de los últimos 100 años de la región y las mujeres van a ser particularmente afectadas, en forma desproporcional, porque va a haber mayor incremento de desempleo, pobreza y, sobre todo, se van a ver afectadas por la sobrecarga de cuidados, especialmente en los hogares más pobres”, afirmó la secretaria ejecutiva de la organización, Alicia Bárcena.
Además del incremento de la tasa de pobreza femenina de la región en un 37,4%, la pandemia dejará al 15,2% de las latinoamericanas desempleadas, seis puntos porcentuales más que en 2019. El organismo atribuye la especial afectación de la pandemia a las mujeres a lo que llama “nudos estructurales de la desigualdad”, especialmente los relacionados con la división sexual del trabajo. Ellas están más expuestas al estar sobrerrepresentadas en los trabajos de primera línea, tanto en el sector sanitario como en las ocupaciones consideradas esenciales durante la pandemia, y también han sido más golpeadas por la pérdida de ingresos al ser mayoría en empleos informales y en pequeñas empresas, las primeras en caer durante la crisis. Según las previsiones de la Cepal, la pandemia provocará una caída del 9,1% del Producto Interior Bruto (PIB) regional y se perderán 2,7 millones de pequeñas y medianas empresas formales.
“Más de la mitad de las mujeres están en sectores de alto riesgo de ser afectadas por la contracción económica: comercio, hogares, manufacturas, turismo, servicios administrativos, actividades inmobiliarias y, desde luego, en el sector salud donde vemos que el 73% de los trabajadores son mujeres”, afirmó Bárcena. A ese cóctel hay que añadirle el aumento de carga de cuidados en los hogares que la Cepal define como “un obstáculo para el logro de su autonomía”, en una región donde las mujeres dedican más del triple de tiempo al trabajo no remunerado que los hombres.
Por eso, tanto la Cepal como ONU mujeres piden en el informe a los Gobiernos de la región colocar los cuidados en el centro de sus respuestas a la pandemia para que ese trabajo se reconozca como clave, se redistribuya mejor entre géneros y se reduzca la carga de labores no remuneradas. “La crisis de la covid- 19 debe transformarse en una oportunidad para fortalecer las políticas de cuidados en la región, desde un enfoque sistémico e integral”, afirmó Bárcena.
Por su parte, María Noel Vaeza, directora para las Américas de ONU Mujeres, defendió la inversión en políticas de cuidados que afirmó, repercutiría en un triple beneficio para los países por su potencial de generar bienestar de los dependientes, crear empleo de calidad y aumentar la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo formal, con los correspondientes beneficios en forma de impuestos y cotizaciones. “Si los Gobiernos no se toman en serio la necesidad de fortalecer sistemas de cuidados con corresponsabilidad, esta crisis puede dejar a muchas mujeres fuera de la economía y sin poder ejercer sus derechos económicos y sociales”, advirtió. Además, Vaeza abogó por la urgencia para “romper ese círculo vicioso entre cuidados, desigualdad, precariedad, exclusión y pobreza”.
En el foro, que se celebró a través de la plataforma digital Zoom, participaron representantes de todos los países de la región. La vicepresidenta costarricense, Epsy Campbell, abogó en su turno por que se aprovechen los planes de recuperación económica de la crisis generada por el coronavirus para incluir los cuidados a los servicios sociales que ofrecen los estados y las empresas. “No hay que pensar que se le está brindando un servicio a las mujeres, se le está brindando un servicio a las personas que requieren cuidados” como niños, ancianos o discapacitados, sostuvo.
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