La brecha de género, otra víctima del coronavirus

A diferencia de la crisis de 2008, que arrasó con trabajos masculinizados, la covid-19 afecta más a sectores con más presencia femenina como la hostelería, los cuidados o el comercio

teletrabajo mujer
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Varios estudios recientes sobre la incidencia de la pandemia en la sociedad y en la economía advierten en sus conclusiones que la brecha de género se ha acentuado. Entre las aseveraciones más duras están las de Acción contra el Hambre, que advierte que las mujeres están sufriendo esta crisis más que los hombres: reciben salarios más bajos, son más vulnerables a la pobreza extrema, tienen una inseguridad alimentaria mayor y menos posibilidades de acceder al mercado laboral. Ellas concentrarán buena parte de las solicitudes del ingreso mínimo vital aprobado por el Gobierno, que calcula que de las 850.000 familias que se beneficiarán de esta ayuda, el 16% irá a hogares monoparentales. De ellos, casi el 90% están encabezados por una mujer.

Las mujeres están más representadas en los sectores afectados por la cuarentena, como la hostelería o los cuidados, por lo que tienen mayor probabilidad que los hombres de haber perdido su empleo, según el estudio Covid-19 y desigualdad de género en España de la escuela de negocios ESADE. Publicado el 24 de abril por los economistas Claudia Hupkau y Carlos Victoria, el informe concluye que más de dos tercios de las madres españolas se han visto obligadas a quedarse en casa, ya sea porque están empleadas en sectores no esenciales o porque no trabajan o teletrabajan.

"En crisis anteriores, la destrucción de empleo se cebó en sectores muy masculinizados, como la construcción y la manufactura. La covid-19 ha afectado a sectores más feminizados, como la hostelería y el comercio. El empleo femenino se ha resentido más que en la recesión anterior", coincide Libertad González, profesora de economía en la Universidad Pompeu Fabra (UPF). González es responsable junto a Lídia Farré, de la Universidad de Barcelona (UB), de un estudio basado en 5.000 encuestas a hogares sobre los cambios vividos hasta finales de mayo.

"Mientras los centros educativos sigan sin operar con normalidad, muchas mujeres tendrán dificultades para reincorporarse a sus empleos. Es de esperar que a medio plazo el empleo femenino tarde más en recuperarse que el masculino", concluye González.

Trabajos en precario

Desde Acción contra el Hambre destacan que las mujeres lideran sectores que están en primera línea de la lucha contra la pandemia: limpieza de los hospitales, dependientas en los supermercados, auxiliares de enfermería, etc. Todos ellos con una remuneración más baja y con una exposición mayor a la enfermedad. Los trabajos precarios e informales, que están encabezados por mujeres, son los más perjudicados.

Banco Sabadell ha lanzado una nueva colaboración de voluntariado con la Fundación Quiero Trabajo (FQT), en la que 20 mentores de la entidad financiera ayudan a otras tantas candidatas a conseguir un empleo. La primera fase consta de sesiones de formación en ámbitos como la comunicación y la actitud. En la segunda, perfiles de Recursos Humanos imparten dos clases virtuales de 60 minutos con cada mujer. Una para comentar el plan de acción surgido de las formaciones iniciales y otra en la que se simulan entrevistas de trabajo.

Cuidado de los hijos

El cierre de guarderías y colegios ha tenido consecuencias que han repercutido en el día a día de las familias, y especialmente en aquellos hogares monoparentales, entre los que abundan los encabezados por mujeres.

"Para los 5,45 millones de hogares españoles con niños dependientes (de 0 a 15 años) ha supuesto añadir a las necesidades ya existentes de la producción doméstica, todos los servicios de educación y de cuidado de menores", señala el estudio de ESADE. El 12% de las familias con menores a su cargo son madres solteras, mientras que los padres solteros representan el 2%. "Las mujeres tienen más probabilidades de ser las proveedoras únicas del cuidado de los niños, una actividad que ha aumentado exponencialmente en el confinamiento", añade.

El estudio de ESADE estima que para el 31% de los hogares con niños dependientes, las madres se convierten en las encargadas de su cuidado, ya sea porque sus parejas trabajan fuera de casa o porque no tienen pareja.

La doble cara del teletrabajo

La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), una agencia de la Unión Europea, realizó una encuesta a principios del pasado abril para evaluar los cambios en la manera de trabajar. El 30,2% de empleados españoles afirma haber empezado a teletrabajar a raíz de la crisis. Antes lo hacía un 9,7% a diario y un 5,7%, varias veces a la semana. Un reciente informe del Banco de España refleja que un 80% de las empresas encuestadas ha aumentado el teletrabajo entre sus plantillas en las últimas semanas.

Eso se ha plasmado en que, según los datos recabados por González y Farré en mayo, el 39% de las mujeres y el 37% de los hombres trabajaron desde sus domicilios. "Esto ha tenido algunos efectos positivos como la reducción en los tiempos de traslado. Pero para las familias con hijos ha supuesto un reto importante en materia de conciliación por el cierre de los colegios".

Con algunos centros abiertos para tutorías y refuerzos y la no muy lejana vuelta a la actividad normal, la mayor incidencia del teletrabajo puede tener efectos positivos y negativos para la conciliación. "Es posible que las mujeres opten en mayor medida por continuar con el teletrabajo y esto puede tener el efecto indirecto de que sigan cargando con la mayor parte de las tareas del hogar y de cuidados", opina la experta de la UPF.

Desde la ONU, su secretario general António Guterres ha pedido a los responsables políticos que presten atención a lo que ocurre en los hogares y apoyen un reparto igualitario de la carga de cuidados o corresponsabilidad. "Es una gran oportunidad para desestereotipar los roles de género que lamentablemente todavía están presentes en muchos hogares alrededor del mundo".

Es cierto que el teletrabajo les aporta flexibilidad para compaginar el empleo con la familia y la vida personal, pero también "puede derivar en mayores cuotas de producción doméstica, en especial, el cuidado de los hijos, y reducir la progresión profesional", opinan los investigadores de ESADE, que estiman que en España el 30% de las mujeres tiene empleos que pueden desempeñarse desde casa, frente al 26% de los hombres.

Tareas domésticas

La encuesta de Empleo del Tiempo de España señala que las mujeres dedicaban de media diaria 4 horas y 32 minutos al hogar y la familia. Los hombres, 2 horas y 29 minutos. Esto ha cambiado. Se observa un aumento en la participación de los hombres en las tareas domésticas y de cuidado de los hijos.

“Durante el confinamiento ha habido un mayor número de hogares en los que el hombre ha cuidado de los niños. Se ha debido a que la madre trabajaba fuera mientras que él había sufrido un ERTE, estaba desempleado o teletrabajaba", explica Libertad González. El estudio afirma que los hombres han hecho más la compra y ha aumentado la proporción de tiempo que dedicaban a preparar la comida.

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