Jesús Molina, epidemiólogo: “Sería necesario un confinamiento estricto, pero es complicado”
El experto ve difícil que se cumplan las restricciones aplicadas en Cataluña al haber detrás una recomendación y no una orden
Jesús Molina Cabrillana (Málaga, 56 años) mira con escepticismo las medidas aplicadas en Cataluña. No porque no sean adecuadas, aclara este epidemiólogo, sino por la dificultad de que se cumplan cuando solo hay detrás una recomendación y no una orden. El médico, que es también portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, pide no bajar la guardia.
Pregunta. ¿Cataluña está en una segunda ola?
Respuesta. Que hay transmisión comunitaria, seguro. La segunda ola yo la reservaría para cuando fuese más generalizada en toda España, pero en Cataluña se podría decir que sí hay una segunda ola. La buena noticia es que los casos son más leves y hay más diagnóstico precoz: son brotes que se están trazando.
P. ¿Por qué se ha llegado a esto? ¿La gente se ha relajado?
R. Sí, eso seguro. Se han dejado de aplicar las medidas de prevención y protección individual, como el uso de la mascarilla y el distanciamiento social. El de los jóvenes es el foco más preocupante porque son los más difíciles de convencer. Luego está el caso de los temporeros, que también preocupa, pero los jóvenes tienen la percepción del riesgo más baja.
“Dudo que estas medidas vayan a ser seguidas por la población”
P. ¿Las medidas aplicadas en Barcelona y su área metropolitana son adecuadas?
R. Creo que sí porque son las medidas que se aplicaron durante las fases de la desescalada. La clave va a estar en el cumplimiento.
P. ¿Son insuficientes? ¿Sería necesario un confinamiento estricto?
R. Sí, pero es complicado. Lo que hay que hacer es limitar la movilidad, pero dudo mucho que, al no haber ninguna figura legal que obligue, estas medidas vayan a ser seguidas por la población solo con información disuasoria. Yo soy contrario a la sanción y a la imposición y el propósito de estas medidas está bien, pero siendo realista, puede ser necesario algo más estricto. Sería el confinamiento quirúrgico, es decir, limitado a un área poblacional concreta. El problema es que Barcelona es una gran ciudad con muchas conexiones por avión. Y eso es muy difícil de aplicar y muy duro económica y socialmente.
P. Dada la rápida evolución de la curva epidemiológica, ¿en Barcelona se ha llegado tarde o es imposible prever y atajar este tipo de brotes?
“La parte asistencial está preparada para rebrotes, pero faltan rastreadores”
R. La situación en Barcelona es muy mala, pero imposible de atajar no es porque Madrid, por ejemplo, no va tan mal. Se han unido una serie de factores. Posiblemente tendrían que haber sido más estrictos y aplicar estas medidas antes. Pero es muy fácil hablar a posteriori: es difícil saber cuándo es el momento exacto.
P. El Govern pide quedarse en casa, pero mantiene colonias infantiles y campamentos de verano. ¿Eso tiene sentido?
R. Es contradictorio porque son personas de distintas procedencias que se juntan en un sitio y luego vuelven a separarse.
P. Con la amenaza de esta segunda ola encima, ¿el sector sanitario está preparado ya para enfrentarse a ella?
R. La parte asistencial, la atención primaria y los hospitales, están preparados. Lo que faltan son rastreadores, las personas encargadas de investigar los casos y los contactos y buscar el origen de los brotes.
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