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Cataluña se enfrenta a nuevos brotes con el del Segrià aún descontrolado

Un nuevo foco en un municipio del área metropolitana de Barcelona pone en alerta a los expertos tras evidenciarse en Lleida los fallos del sistema de rastreo

Unos vecinos cruzan el puente de la Torrassa, este sábado, en L'Hospitalet de Llobregat. EFE/Toni Albir
Unos vecinos cruzan el puente de la Torrassa, este sábado, en L'Hospitalet de Llobregat. EFE/Toni AlbirToni Albir (EFE)
Elena G. Sevillano

Cataluña centra la preocupación de los expertos por la extensión del coronavirus. Al gran brote de la comarca del Segrià, en Lleida, se suma hoy la agrupación de focos de L’Hospitalet, donde los casos se han multiplicado en los últimos días. Es la segunda ciudad por población de Cataluña y se encuentra en el área metropolitana de Barcelona, donde viven 3,2 millones de personas. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES), señaló hace unos días su temor a que las agrupaciones de casos empezaran a afectar a grandes ciudades, que por su movilidad y densidad de población suponen un reto en el control de la transmisión y el rastreo de los contactos.

Ese es precisamente uno de los problemas de la gestión de la crisis sanitaria en Cataluña. Los fallos en el sistema de rastreo que ha evidenciado la situación de Lleida, donde los casos siguen aumentando y la transmisión no está controlada, tienen en vilo al sector sanitario, que el viernes criticó la falta de previsión del Gobierno regional. El propio Simón, que como el resto de portavoces del Ministerio de Sanidad es siempre muy cauto para no herir sensibilidades, ha dicho dos veces que le habría gustado que la Generalitat hubiera tomado antes la decisión de confinar el Segrià.

La comarca está confinada perimetralmente (no se puede entrar ni salir) desde el sábado pasado, pero se está barajando la posibilidad de decretar el confinamiento domiciliario. Otra dificultad añadida en la gestión del brote, porque los dos partidos que forman el Gobierno catalán no se ponen de acuerdo sobre cómo afrontarlo. Mientras que el presidente Quim Torra y su entorno son partidarios de un confinamiento domiciliario estricto, Esquerra Republicana, sobre quien recaen las responsabilidades de Sanidad, Trabajo y Asuntos Sociales considera que no hay que llegar a este extremo. “Habrá que ser más restrictivos pero sin llegar al cierre total”, sostienen fuentes de ERC en el Govern.

Oficialmente la Generalitat solo dice que no descarta “ninguna medida” y que irá tomando decisiones en función de cómo evolucione la situación. El Govern ha comunicado este sábado 361 positivos más que el viernes en toda la comunidad.

En Cataluña los equipos de salud pública no están suficientemente dotados de personal y tampoco está funcionando correctamente el call center que debería ocuparse de vigilar que los contactos de los positivos que no tienen síntomas hagan bien la cuarentena. Pero las carencias de la vigilancia epidemiológica son comunes a toda España. Detectar todos los contactos de un caso nuevo para poder cortar todas las cadenas de transmisión es ahora mismo imposible, asegura Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas). “No hay capacidad para hacer análisis exhaustivos”, señala.

“Nos preocupa el ritmo y la velocidad” de los contagios, ha señalado este sábado la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín. En una semana los casos han pasado de 31 a 107 y hay un barrio donde el incremento ha sido muy pronunciado, La Torrassa, que de cuatro casos ha pasado a 37 en cuestión de días. La Torrassa es el barrio con más densidad de población de los 18 que conforman L’Hospitalet. Triplica la densidad media del municipio. De hecho, es el más denso de Europa, según un estudio publicado recientemente. También es el tercero que más población extranjera acogió en 2018, según el anuario estadístico de esta localidad, y forma parte de los distritos con menor renta familiar media.

“Hay que ser proactivos”, ha dicho Marín, consciente de la dificultad de contener un brote en una gran área metropolitana: “Estamos rodeados de municipios. Hay que tomar medidas para frenarlo en L’Hospitalet, pero la realidad es que hay un transporte público, unas relaciones laborales, unas relaciones de ocio...”. Fuentes sanitarias señalaron que se trata de un brote comunitario vinculado a dos familias y que por ahora apenas están llegando casos a los hospitales de la zona.

Residencias confinadas

Mientras tanto la situación en Lleida sigue generando preocupación porque los casos continúan creciendo. La Generalitat ha anunciado este sábado el confinamiento de todas las residencias de la provincia, no solo las del Segrià, donde ya se había tomado esta medida. No admitirán nuevos ingresos y estarán prohibidas las visitas para “proteger a los colectivos más vulnerables”, ha dicho el consejero de Asuntos Sociales, Chakir el Homrani.

Esta comarca permanece confinada perimetralmente desde el sábado 4, cuando se comprobó que la transmisión comunitaria empezaba a descontrolarse al no poder asociar los casos a brotes conocidos. La situación en el principal hospital público, el Arnau de Vilanova, empeora a medida que pasan las horas. El encargado de los casos de covid-19 del centro, José Luis Morales-Rull, aseguró el viernes que entre este sábado y este domingo abrirán una tercera planta para estos enfermos, pero al mismo tiempo admitió que no cuentan con personal suficiente para atenderla. Este sábado ha dicho en declaraciones a Catalunya Radio que la próxima semana será crítica para saber si la situación se estabiliza o se satura el hospital.

El Instituto Catalán de la Salud está preparando un hotel en Lleida para atender a pacientes de covid-19. Su gerente en Lleida, Ramon Sentís, reconoció que el principal problema es la falta de personal sanitario, sobre todo de enfermería, porque entre un 20 y un 25% está de vacaciones.

Cataluña notificó el viernes 774 nuevos casos positivos por covid-19, aunque no todos correspondientes a las 24 horas anteriores. Entre los nuevos infectados 280 se encuentran en el Segrià y han sido diagnosticados en los últimos tres días. El número de personas hospitalizadas sigue creciendo en Lleida; eran 84 el viernes, según los datos de la Generalitat. El Arnau de Vilanova ha trasladado a ocho pacientes graves pero no afectados de covid-19 al hospital Vall d’Hebron, en Barcelona, para descongestionar su unidad de cuidados intensivos.

El sector sanitario está criticando la imprevisión del Govern y la deficiente gestión. “Ha habido una falta de planificación para anticiparse al futuro y una falta de reflejos cuando el futuro ha llegado”, señaló Josep Maria Puig, secretario general del sindicato Metges de Catalunya. Otros expertos en salud pública y gestores sanitarios muestran en privado su preocupación por el modo en que se está gestionando la crisis. La Generalitat lleva más de un mes sin responsable de Salud Pública después de que el anterior, Joan Guix, dejara el cargo por motivos de salud.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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