Las propuestas de CC OO para una vuelta al cole segura: la mitad de alumnos, recreos en turnos y mascarillas obligatorias

Recreos por turnos, mascarillas obligatorias, entradas escalonadas, clases al 50% y más docentes en todas las etapas. Así plantea el sindicato CC OO cómo debería ser una vuelta a las aulas segura, en su propuesta en materia de salud en centros educativos presentada este miércoles. El sindicato no es partidario del regreso antes de septiembre ni para infantil, ni para educación especial, ni para primaria, como había propuesto el Ministerio de Educación. Además, reclama a las comunidades autónomas con urgencia la convocatoria de los Comités de Salud y Seguridad en el Trabajo.

Algunas de las propuestas que contempla el informe es que haya entradas y salidas escalonadas, la docencia mixta online y presencial, recreos con distintos horarios para evitar aglomeraciones en el patio y reducir los movimientos dentro del centro educativo. También propone medidas estrictas de seguridad en los comedores y reforzar las labores de limpieza en todo el colegio o instituto, sin olvidar sus espacios deportivos.

Francisco García, secretario general de enseñanza de CC OO, explica que el informe elaborado por el equipo de salud laboral del sindicato “ha tratado de ser garantista, ya que estamos hablando de una pandemia que ha matado a más de 27.000 personas en España”. Ha reclamado un plan de financiación extraordinario que permita la contratación del personal docente necesario para garantizar las ratios más reducidas. “Con menos de los 9.000 millones que perdió la enseñanza durante la crisis podríamos hacer frente a la pandemia”, dice García.

Ha pedido también que la vuelta a las aulas “se haga con un plan de seguridad y salud en los centros educativos para toda la comunidad educativa con procedimientos claros y responsabilidades claras, que debe asumir la administración, que no nos vale que digan que sean los centros los que deban proveer los equipos de protección, que es una barbaridad”. Al respecto han confirmado que hay tres comunidades autónomas en las que se ha pedido a los centros que se hagan cargo de la compra de material de protección, Asturias, Murcia y Cantabria.

Fase 2

Respecto a la reapertura de las aulas en la fase 2 prevista en ocho comunidades autónomas entre mayo y junio, el informe considera que España debe mirar a China para organizarla y recomienda incorporar de manera progresiva, universidad, Formación Profesional, idiomas, artísticas y bachillerato, seguidas por secundaria, primaria y, por último, infantil y educación especial.

Las comunidades autónomas que tienen previsto avanzar en la fase 2 de la desescalada ya han diseñado cómo pretenden reabrir las aulas entre mayo y junio. Las primeras cinco en abrir han anunciado que lo harían el 25 de mayo y serían La Rioja, País Vasco, Galicia, Extremadura y Asturias. Navarra y Murcia volverían a partir del 1 y 2 de junio solo para Bachillerato y FP, y Cantabria lo tiene previsto a partir del 8 de junio. Además, Navarra ha anunciado que ampliará la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EVAU) en un día más para evitar aglomeraciones.

En el caso de cuatro comunidades los docentes solo atenderán dudas con cita previa a los alumnos que tienen la EVAU y serán Andalucía, Aragón, Baleares y Castilla la Mancha. Cantabria ya ha publicado sus protocolos de seguridad para esta fase 2, en los que contemplan el uso obligatorio de mascarillas y regulan de forma física, con vinilos en el suelo, la distancia de seguridad.

La Federación de Enseñanza de CC OO va un paso más allá y reclama en esta fase que se decrete la obligatoriedad en el uso de material de protección e higiene individual —mascarillas, batas, buzos, gafas o pantallas de cara para profesionales de atención a la diversidad, guantes, geles hidroalcohólicos, jabón, toallas de papel desechables— y que “sean las diferentes administraciones, en el caso de la educación pública, y las empresas, en el caso de las privadas y concertadas, las encargadas de suministrar todo el material”. También pide que desde la administración se evalúen los riesgos de su personal y establezcan los protocolos necesarios de actuación en caso de detección de síntomas en la comunidad escolar y para la distribución de los espacios y los accesos al centro.

Otro de los aspectos que propone es el teletrabajo para los docentes que tengan hijos menores de 12 años, personas dependientes a su cargo o que atiendan a enfermos con la covid-19, aunque no han detallado cómo hacerlo compatible con las sesiones en los centros educativos.

Infantil y educación especial

Respecto al regreso a las aulas en septiembre, para infantil y educación especial propone que se incrementen los docentes de estas etapas, que se incorporen en todas las aulas Asistentes Técnicos, que los grupos estén al 50% y que no haya relación entre los alumnos de distintos grupos entre sí. También pide que los equipos de protección incluyan gafas, batas con gomas en las muñecas o cobertores para pies.

En el caso de la educación especial, se llega a plantear que los alumnos con necesidades extremas de contacto físico permanezcan en sus casas y que sea la administración quien regule las medidas de conciliación necesarias. "Es muy difícil aplicar las medidas de seguridad y salud como pueden ser el distanciamiento social, el uso adecuado de EPI o las medidas de higiene y hay alumnos que no puede evitar el contacto físico por eso recomendamos en aquellos escenarios extremos, que ese alumnado permaneciese en sus casas y que la administración facilite las medidas de conciliación”. Y para los que acudan al colegio propone que lo hagan en un horario diferente de entrada y salida, al igual que las salidas al patio.

Tres escenarios

En el informe, que el sindicato va a compartir con el Ministerio de Educación, se proponen tres posibles escenarios en la vuelta presencial a las aulas. El primero, el más optimista, sería un retorno en caso de que no haya rebrotes y contempla entradas y salidas escalonadas, recreos diferenciados, control de accesos y control de la circulación por pasillos para evitar el contacto físico en la medida de lo posible, pero sin alterar los días lectivos. Aunque todo ello reduciendo las ratios y reforzando los equipos docentes.

El escenario intermedio plantea cómo sería la situación en un proceso de reescalada hacia un posible nuevo confinamiento o desescalada después de un nuevo período de aislamiento. En ese caso deberían reducirse las clases presenciales siguiendo diferentes fórmulas: o bien establecer turnos diferenciados para asistir a clase a lo largo del día o la reducción horaria de la jornada lectiva.

Una posibilidad es que solo haya actividad presencial para el 25% del alumnado del centro: cada grupo de alumnos solo acude a clase de forma presencial un día a la semana, entre los lunes y los jueves. Los viernes se reservarían para coordinar la labor docente y la preparación de actividades y debería ser a distancia. Proponen también clases presenciales solo para el 50% del alumnado, que iría al centro dos días a la semana, de lunes a jueves.

El tercer escenario considera un nuevo cierre de las aulas como el vivido en España desde marzo. Las propuestas también incluyen un plan contra la brecha social, un plan de formación en tecnología para alumnos y profesores, y una planificación más adecuada de la formación online.

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