“Llevo cinco días encerrada en casa y aún no tengo el diagnóstico”

Elena sigue esperando. Cinco días van ya, encerrada en su casa en Madrid, sin salir, por prescripción médica. La mujer, de 40 años, denunció a EL PAÍS hace unos días la falta de información y las demoras que ha sufrido como sospechosa de tener el coronavirus. “Llevo cinco días encerrada en casa y aún no tengo el diagnóstico. No han analizado mi muestra”, lamenta Elena (nombre ficticio), al otro lado del teléfono.

La mujer acudió al centro de salud el pasado miércoles. Con algo de catarro encima, había viajado a Milán el fin de semana anterior y, a su vuelta, los síntomas del resfriado se habían agudizado, hasta el punto de quedarse afónica. Los sanitarios de atención primaria la recluyeron en una habitación aparte y la devolvieron a su casa, con la orden de quedarse aislada a la espera de que los equipos de Salud Pública le tomasen una muestra para verificar si había contraído la infección.

Pasaron más de 24 horas hasta que alguien apareció por su casa para tomarle una muestra y desde el jueves por la tarde, cuando le hicieron el frotis orofaríngeo para analizar la presencia del virus en su organismo, no ha vuelto a tener noticias sobre su caso. “Salud Pública no se ha puesto en contacto conmigo. No soy prioritaria”, apunta. Toda la información que recibe Elena es a través de su médica de cabecera. La doctora le informó el viernes de que su muestra no había sido analizada porque, dado el volumen de pruebas que acumulaban los laboratorios de Madrid en los últimos días, priorizaban los casos clínicos que tuviesen infecciones respiratorias y fiebre.

Aunque la previsión era analizar la prueba durante el fin de semana y tener los resultados este lunes, Elena ha recibido esta mañana una llamada de su médica de atención primaria en la que le confirmaba que su muestra todavía no había sido analizada. “Esto es parar la vida de una persona. No entiendo qué clase de criterio están aplicando para dejarme así", lamenta. Elena ya no tiene síntomas de ningún tipo ahora, pero sigue confinada a la espera de que Salud Pública resuelva su caso.

La Consejería de Sanidad de Madrid habilitó la semana pasada un circuito para casos sospechosos de coronavirus: los profesionales de atención domiciliaria del Summa 112 son los encargados de recoger las muestras en domicilios como los de Elena y llevarlos a analizar. Por ahora han trasladado 133 muestras y, esta mañana estaban pendientes de recoger otras 18. La consejería no ha concretado a EL PAÍS cuál es el tiempo medio de espera para confirmar o descartar los casos sospechosos, pero la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) estima que la demora media es de unas 72 horas. “Hay dos tapones: uno, el de los profesionales del Summa que van a tomar y recoger las muestras, que no son suficientes; y también hay tapón en Salud Pública, que seguramente están teniendo muchas muestras y los técnicos están bajo mínimos”, lamenta Pelayo Pedreron, coordinador de prevención y riesgos laborales de Amyts.

El volumen de muestras en investigación ha obligado a habilitar cuatro laboratorios más en la comunidad para realizar las pruebas de verificación. En total, serán ocho los centros acreditados para analizar las muestras. Madrid también ha puesto en marcha el teléfono gratuito 900 102 112 a disposición de los ciudadanos, una línea que ha recibido más de 2.000 llamadas desde el jueves por la tarde.

En otras comunidades con casos de coronavirus diagnosticados, las demoras, confirman, no alcanzan los cinco días, como le ha ocurrido a Elena. "Depende de los reactivos que se están utilizando, pero la muestra suele tardar entre cuatro y cinco horas. Siempre se priorizan los casos por cuestiones clínicas, pero no tenemos retrasos como esos [por el de Elena]. Además, con la gente que tenemos bajo control, estamos en contacto permanente, los llamamos, les pedimos que se tomen la temperatura... ", explica un portavoz de la Consejería de Salud de la Comunidad Valenciana, donde se han detectado 15 casos positivos. Un portavoz del Departamento de Salud catalán también descarta retrasos de esa magnitud.