Presos aislados y gel desinfectante en el colegio

La epidemia de coronavirus ha puesto en marcha una ristra de protocolos a seguir para detectar los casos latentes no diagnosticados y para prevenir otros nuevos. Hay órdenes escritas del modus operandi hasta de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Pero también circulan documentos en las universidades, colegios e instituciones varias.

“En los casos sospechosos el interno/a debe de utilizar una mascarilla quirúrgica, se le aislará en celda individual y la puerta permanecerá cerrada”, se afirma en una circular a las prisiones del Ministerio del Interior. Al preso se le tratará a más de un metro de distancia, por un sanitario con equipo de protección y a su vez mascarilla. Si se mantiene asintomático proseguirá en la celda con “vigilancia activa” y si tiene síntomas será hospitalizado.

Las prisiones son un foco de contagio evidente y muy rápido. En las cárceles de China se han contabilizado hasta 500 casos y sus responsables han sido cesados. “Algunos departamentos han cumplido sus responsabilidades de modo muy pobre, su trabajo no ha sido sólido y sus medidas para prevenir contagios eran erróneas”, afirmó la semana pasada el subsecretario general de la provincia de Shandong, Yu Chenghe.

El coronavirus no se ceba con los menores, pero sí preocupa su propagación por los colegios. “Hemos dispuesto de un dosificador de gel en la entrada de la escuela para que todos los que entréis en la escuela os lo echéis en las manos”, advierten a los padres en el grupo de WhatsApp de una escuela infantil del centro de Madrid.

Las circulares escolares se centran en consejos básicos, aunque hay escuelas que van más allá, como un centro privado de Madrid de alumnado muy cosmopolita. “Cualquier alumno o padre que regrese de visitar cualquier parte del mundo con un brote notificado del coronavirus y que regrese después de hoy, deberá permanecer en su casa durante 14 días tras su llegada a España”, se afirma en la carta a los padres. “Si no hubiera síntomas al final de los 14 días posteriores a su regreso, los alumnos podrán volver al colegio”. Durante ese tiempo los profesores se comprometen a “compartir tareas a través de las plataformas educativas para asegurar que el alumnado no se queda atrás”.

El Liceo Italiano en calma

En el Liceo Italiano de Madrid, pese al trasiego con Italia, el mensaje de su directora a los padres es más laxo: “Aquellos alumnos que hayan estado en zonas de riesgo o en contacto con personas con riesgo de contagio, deben de respetar las indicaciones sanitarias establecidas por la autoridad”. Algunas familias han planteado al centro que se cerrase sus puertas preocupadas por este puente escolar, en el que muchas familias aprovechan para viajar a su país de origen. Las escuelas públicas de Japón cerrarán desde el próximo lunes.

La Comisión Europea ha informado a las agencias que coordinan el programa de movilidad Erasmus que asumirá los gastos de transporte de los estudiantes que se encuentran en las regiones italianas afectadas por el coronavirus y quieran regresar a sus países de origen. En el curso 2017-2018 hubo 8.487 erasmus españoles en Italia.

Las anulaciones de viajes de fin de estudios a Italia, el destino más habitual, se suceden. Por ejemplo, los alumnos de un instituto de Tarragona no irán el 30 de marzo a Roma. La dirección del centro ha decidido cambiar por Cantabria y, salvo 70 euros, han logrado recuperar los casi 500 euros por alumno. El Gobierno andaluz ha detectado 20 viajes a Italia y ha aconsejado a los centros que los suspendan. La Federación Italiana de Asociaciones de Empresas, Viajes y Turismo calcula en un 70% el daño en el sector turístico.