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“Si saco ahora mismo carne mechada y la regalo, no se la come nadie”

Fabricantes de este producto no implicados en el brote de listeriosis, bares y carnicerías sufren un descenso de ventas. El 40% de encuestados por 40dB para EL PAÍS han dejado de comer carne procesada

Sandro Marín abre la puerta de la fábrica de Magrudis a los inspectores. En vídeo, declaraciones de Elías Bendodo.Vídeo: A. Ruesga | EP

El consumo de carne mechada ha caído en picado y nadie sabe cuándo va a remitir la desconfianza del consumidor. “Ahora mismo, no vendo ni un gramo", cuenta el carnicero Rafael Hidalgo. En su local en Sevilla ha despachado solo un cuarto de kilo desde que el pasado día 15 de agosto se decretase la alerta sanitaria por el mayor brote de listeriosis registrado en España, originado por la carne mechada de la marca La Mechá, que ha afectado a más de 200 personas, la mayoría en Andalucía, y ha causado dos muertes y un aborto. Antes despachaba alrededor de 16 kilos a la semana.

En el céntrico mercado de la Encarnación donde trabaja Hidalgo, uno de los principales de la ciudad andaluza, las carnicerías llevan días sin vender una sola pieza. “Si ahora mismo saco 10 bandejas de esta carne para el público y las regalo, no se las come nadie”, resalta Juan Carlos Rodríguez, otro carnicero del mismo mercado que no recuerda tal temor e histeria colectiva desde el caso de las vacas locas en 2000. La rumorología ha llegado a tal punto, "que hay quien dice que ya no se puede comer cerdo”, reprueba, mientras vaticina que en Navidad habrá remitido el miedo.

Una encuesta realizada por 40dB para EL PAÍS muestra cómo la información del brote ha llegado de forma masiva a los ciudadanos. Casi la mitad de las 779 personas preguntadas online (el 45,6%) han oído hablar mucho de la crisis y el 37,6%, bastante. También están de acuerdo de forma mayoritaria en que la crisis es importante: el 37,7% la califica de muy grave y el 51,6% de bastante grave. Solo el 10% rebaja el nivel a poco o nada grave. En cuanto al consumo, ha dejado de comer carne procesada el 40% de la muestra. El ámbito de la encuesta es nacional y se ha realizado entre el 26 de agosto y este jueves, cuando el brote, que se declaró el 15 de agosto, se encuentra en un punto de inflexión, sin nuevos casos detectados.

Los fabricantes de carne mechada que no tienen nada que ver con el brote de listeriosis han acusado los efectos de los datos que refleja la encuesta. Porque aunque las autoridades sanitarias han repetido una y otra vez que se puede comer carne mechada siempre y cuando no sea de la marca La Mechá, los consumidores recelan y dan la espalda al producto. Lo acusa, por ejemplo, la empresa Icarben que comercializaba antes de la crisis entre 4.000 y 5.000 kilos semanales de carne mechada, lo que le reportaba más de 100.000 euros mensuales, un 18% de los ingresos totales de la compañía. Ahora no vende nada, incluso le devuelven las piezas y las empresas de catering le han cancelado pedidos. Si sigue así, no podrán mantener la plantilla de 70 empleados. José Antonio Ortiz, adjunto a la dirección de la compañía, nunca había visto una "fobia" semejante, "el daño que se está haciendo al sector es brutal", asegura. La empresa malagueña, que lleva más de 40 años produciendo este producto cárnico, cuenta con 200 distribuidores y su carne puede encontrarse en grandes superficies como Carrefour o Aldi. Ortiz remarca que todos los artículos que salen de la fábrica son certificados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) y sufren una analítica profunda que garantiza el consumo, donde se cogen muestras del lote antes de ser puesto a la venta y no se manda a los distribuidores hasta que no se constata que todo está correcto.

En los bares y empresas hosteleras de Sevilla se están viviendo escenas similares a las que se producen en los mercados. “Los clientes casi ni se atreven a pedir montaditos o productos que contengan carne mechada”, indica Gabriel, empleado del céntrico bar sevillano El Pica, con 30 años de historia y famoso por la elaboración de montaditos de todo tipo. Por el contrario, la cadena El Patio de San Eloy, con 14 negocios en Sevilla, no aprecia el declive en ventas de su montadito de carne mechada. Su cliente no es andaluz, y desconoce el problema. Aunque tras declararse la alerta sanitaria, Francisco Ortega reconoce que en su establecimiento han recibido una decena de consultas. “Nos están llamando personas de Valencia, de Cantabria, e incluso de Estados Unidos. Se pusieron en contacto los padres de una niña de siete años desde allí para saber si nosotros trabajábamos con la marca La Mechá, porque comieron en nuestro bar”.

Este comercio vende productos de Icarben. “Habría sido un golpe muy duro si nos hubiéramos visto afectados en este brote infeccioso”. A pesar de ello, por cuenta propia han retirado los lotes de carne mechada que tenían hasta la fecha y los han mandado a Icarben para que sean analizados. Las devoluciones se le acumulan a la empresa malagueña de productos cárnicos, que al igual que otros fabricantes de carne mechada andaluces como Embutidos Moreno Plaza y Embutidos Reina, ha detectado una verdadera “alarma social” entre los consumidores tras el brote de listeriosis.

Icarben también es la proveedora de otro gran supermercado andaluz, El Jamón. Los responsables de calidad de esta cadena de autoservicios han intensificado los análisis de todo aquel producto cárnico que se vaya a vender. Han puesto en marcha planes preventivos de listeria, análisis exhaustivos o medidas precautorias como dar de baja a las 24 semanas a empleadas que estén embarazadas para evitar riesgos, entre otras muchas. “Estamos siguiendo un protocolo estricto para garantizar el bienestar de lo que come el cliente”, asegura Chicco Delay, asesor sanitario de Cash Lepe SL, la sociedad que regenta jurídicamente esta cadena de supermercados.

Al contrario que los pequeños comercios, los grandes mataderos de carne de cerdo no han notado el impacto de la crisis sanitaria en sus ventas, aunque creen que aún es pronto para ello. Faccsa y Famadesa, dos de los principales de Andalucía, con una cartera de más de 4.000 clientes nacionales y ventas en Europa y países como Nueva Zelanda, China, Corea, México o Canadá, están entre los suministradores de carne a Magrudis, fabricante de La Mechá.

Se trataba de un comprador pequeño y no habitual, reconocen ambas empresas a este diario. “De 36 semanas, ellos nos han pedido carne en seis", señala Manuel Aceituno, director comercial de Faccsa. Los responsables de calidad de las dos compañías son conscientes de que el brote ha provocado rechazo entre los consumidores de la carne mechada y, por extensión, de la de cerdo. De momento, sin embargo, no lo han notado en sus ventas.

Recomendaciones al consumidor

La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) llama a la calma ante el brote de listeriosis en Andalucía, recuerda que la bacteria "se encuentra ampliamente distribuida en el ambiente, tierra y agua, heces, alimentos, animales y personas sanas" y llama a que el consumidor, último eslabón de la cadena de higiene y manipulación, tome algunas precauciones. Estas son sus recomendaciones:

  • Guardar los alimentos que requieran frío rápidamente en el refrigerador al volver de la compra.
  • Lavarse las manos antes de comer.
  • Cocinar cuidadosamente los alimentos y a temperatura suficiente.
  • Lavar bien las verduras y legumbres crudas antes de consumirlas.
  • Calentar suficientemente los platos precocinados o las sobras de alimentos antes de consumirlos.
  • Conservar los alimentos frescos separados de los cocinados en el frigorífico y los alimentos de origen animal de los vegetales.
  • Lavarse bien las manos e instrumentos antes de manipular alimentos crudos.
  • Respetar las instrucciones de conservación y uso establecidas por los fabricantes.

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