Asesinada presuntamente a manos de su pareja una mujer en Valencia
El supuesto homicida saltó desde un quinto piso en la urbanización Port Saplaya de Alboraia cuando la policía accedió a la vivienda
Beatriz Arroyo, de 29 años ha sido asesinada presuntamente por su pareja este lunes en Alboraia (Valencia). El supuesto homicida, de 48, ha saltado después por el balcón de su casa, situada en un quinto piso de la urbanización costera Port Saplaya, y ha muerto poco después pese a los intentos de los miembros del Servicio de Asistencia Médica de Urgencia por reanimarlo.
Una portavoz de la Guardia Civil ha indicado que los investigadores todavía trabajan para esclarecer cómo se ha producido el supuesto crimen, pero ha afirmado que todos los indicios apuntan a que se trata de un nuevo caso de violencia machista. La pareja mantenía una relación desde hacía cuatro años.
La madre de la mujer ha acudido esta mañana a la comisaría de la Policía Local de Alboraia, municipio que linda con Valencia, preocupada porque su hija no contestaba las llamadas de teléfono y tampoco se había presentado en el trabajo, según han explicado fuentes municipales. Los agentes han acompañado a la madre a la vivienda donde vivía la pareja. Al no contestar nadie al timbre, la policía ha avisado a los bomberos para que abrieran la puerta. Y cuando estaban procediendo a acceder al piso, el presunto homicida ha saltado por el balcón. Eran aproximadamente las 10 de la mañana.
La rigidez del cuerpo de la mujer, que presentaba heridas de arma blanca, que todavía se desconoce si fueron la causa de la muerte, indicaba que llevaba muerta varias horas y que el crimen se había producido probablemente de madrugada.
Una vecina que vive en el mismo rellano que la víctima aseguraba no haber escuchado nada durante la noche. "Estuvimos despiertos hasta tarde porque mi madre está enferma y no oímos nada, pero es que el rugido del mar aquí es muy fuerte", afirmaba. Por la mañana, la mujer ha sido desalojada junto al resto de vecinos del edificio, situado en el número 12 de la calle de la Unió, a unas decenas de metros de la playa, debido al fuerte olor a gas que salía del piso donde se ha cometido el crimen.
Según las primeras hipótesis, el hombre habría abierto la llave del gas con intención de suicidarse o, quizá, de incendiar el piso. Antes de precipitarse al vacío por el balcón situado al fondo de la casa, que da a la dársena interior de la urbanización, repleta de embarcaciones amarradas, el supuesto homicida hizo aparentemente otros intentos por quitarse la vida, ya que mostraba signos de haber tratado de cortarse las venas así como una herida de arma blanca en el pecho.
La vecina aseguraba que Beatriz era "una chica muy amable", mientras que su pareja le parecía "un hombre hosco" que no solía saludar a nadie. La madre de la víctima regentó durante años un bar horchatería, llamado L'Entrepà de Joan, situado a unos centenares de metros de la vivienda. Hace poco la traspasaron y abrieron una pizzeria en la cercana localidad de Albalat dels Sorells, en la que ahora trabajaba el presunto homicida, de nacionalidad rumana, afirmaba el dueño del supermercado Monti de Port Saplaya. El supuesto asesino, agregaba el dueño de la pequeña tienda de comestibles, era un tipo "huraño" que no se adaptaba a la vida en la urbanización y manifestaba con frecuencia su deseo de marcharse del país. La víctima había trabajado de camarera y en un hotel, y ahora tenía un empleo de oficinista en una empresa situada en el puerto de Valencia.
El alcalde de Alboraia, Miguel Chavarría, ha convocado un pleno extraordinario a las ocho de la tarde para expresar "la repulsa" del Consistorio ante el supuesto crimen machista, ha anunciado dos días de luto y ha suspendido la tradicional Festa dels Peixets que se celebraba este lunes. "Quiero condenar profundamente y lamentar el asesinato machista que se ha producido hoy en Alboraya. Hemos de seguir luchando para acabar con la lacra del terrorismo machista", ha escrito en Twitter el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig.
El teléfono de atención a las víctimas de violencia machista es el 016. No deja rastro en la factura, aunque es preciso borrarlo del registro de llamadas.
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