La llegada del PP a la Junta revive la autovía fantasma de la comarca de Doñana
La promesa de Moreno de unir Cádiz y Huelva con una vía directa ha chocado históricamente con la protección del parque y su entorno
Si eres presidente del PP andaluz y estás en Huelva durante una campaña electoral tienes una obligación: prometer una autovía entre Huelva y Cádiz, a las que separa una de las mayores joyas medioambientales de Europa y un territorio Patrimonio de la Humanidad, Doñana. Javier Arenas, expresidente de los populares, prometió en 2014 que la primera infraestructura que licitaría si llegaba a presidir el Gobierno andaluz sería esa. Pero no llegó a la presidencia. El pasado noviembre Juan Manuel Moreno, también en campaña, prometió de nuevo unir las dos capitales con una autovía directa. En el programa de los populares figura esa infraestructura y Moreno es desde la semana pasada presidente andaluz.
“Construiremos la autovía Huelva-Cádiz de manera directa y respetando el entorno medioambiental de Doñana”, señalaba el programa del PP. El equipo de Moreno argumenta que es demasiado pronto para ofrecer detalles del proyecto, aunque asegura que al no figurar este asunto en el acuerdo con Ciudadanos no es prioritario ni se acometerá en los primeros 100 días.
“La unión entre Huelva y Cádiz es un mito, una leyenda”, apunta Juanjo Carmona, responsable de la oficina en Doñana de la organización ecologista WWF. Porque, argumenta, nunca ha existido esa conexión, principalmente, por razones geográficas.
Conexión por carretera entre Huelva y Cádiz
Para cubrir la distancia hoy entre las dos ciudades en coche se necesitan algo más de dos horas y pasar por Sevilla. “En los años ochenta se desechó construir una carretera que atravesara Doñana por la costa”, rememora Juan López de Uralde, de Equo, sobre un proyecto que se remontaba a la dictadura. Y se descartó por motivos medioambientales y por razones prácticas. “El tipo de suelo lo haría hipercostoso”, explica Fernando Hiraldo, responsable de la Estación Biológica de Doñana, del CSIC, entre 2000 y 2012. Doñana está formada por dunas móviles y por marismas, terrenos muy complicados para construir.
En los noventa, la Junta del socialista Manuel Chaves propuso como alternativa una unión al norte del parque nacional, sin entrar en el corazón de Doñana. Pero la Comisión Europea planteó sus dudas medioambientales y abrió un expediente a España por este asunto. Finalmente, en 2001 el Gobierno andaluz enterró ese proyecto y vendió como alternativa la circunvalación S-40 que está ahora en construcción y que hará el trayecto más rápido al no tener que entrar en la capital andaluza. Esa infraestructura lleva años de retraso, principalmente, por el enorme reto que supone superar el Guadalquivir a través de los túneles previstos.
“Cruzar el río tiene un coste altísimo”, apunta Juan Pedro Domínguez Castellano, director del espacio natural de Doñana, que descarta pronunciarse sobre la promesa del PP al desconocer el proyecto concreto.
Cuando Moreno habló de este asunto en noviembre sostuvo que era viable la autovía y que solo se debían “encontrar los puntos estratégicos dentro del parque” para acometerlo. Sin embargo, fuentes del PP de Huelva aseguran que el proyecto que defienden desde hace años es el del norte del espacio protegido, es decir, el que descartó el Gobierno andaluz hace casi 20 años y que no atravesaría el parque nacional.
“Aquel proyecto nunca cuajó porque había zonas sensibles limítrofes, zonas protegidas”, recuerda Hiraldo. Doñana es algo parecido a una cebolla, con varias capas de protección en la que la zona más blindada está en el centro, en el llamado parque nacional. Pero alrededor existen más capas de protección que el proyecto norte de autovía entre Cádiz y Huelva, que defiende el PP, invadiría.
Un proyecto zombi
“Es un proyecto zombi”, resume Carmona, de WWF, quien resalta las complicaciones medioambientales —cualquier proyecto en la comarca despierta el interés de la Comisión Europea y de la Unesco—. Habla también de la “inmensa” inversión que se necesitaría. “Y solo se ahorrarían unos diez minutos cuando la S-40 esté terminada”, sostiene Carmona. El proyecto que ha defendido hasta ahora el PP supondría construir otro túnel o puente para salvar el Guadalquivir a solo diez kilómetros del proyectado desde 2009 para la S-40 en el municipio sevillano de Coria del Río.
“Este tema estaba realmente fuera de la agenda en Andalucía”, sostiene el socialista José Fiscal, que ha sido durante los tres últimos años consejero de Medio Ambiente. Fiscal también duda de la viabilidad de un proyecto que solo ahorraría 10 o 15 minutos respecto a la vía ya proyectada.
“La intención está ahí, ya se verá la fórmula de pago”, responden fuentes del PP andaluz. “Siempre hemos pensado que es positivo para las dos provincias, pero luego vendrán los estudios de viabilidad”, añaden estas fuentes. “La intención del PP es hacerla en esta legislatura”, sostienen los populares.
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