Los obispos franceses crean una comisión independiente sobre pederastia
Los expertos deberán “arrojar luz” sobre los abusos sexuales desde 1950. Su primer informe se publicará dentro de dos años
La Conferencia Episcopal de Francia ha formalizado en su reunión de otoño en Lourdes, que concluye este jueves, la creación de una “comisión independiente” que deberá estudiar los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica francesa desde hace casi siete décadas. Además, analizará las medidas adoptadas en los últimos años para combatirla y realizará nuevas “recomendaciones”. La comisión, cuya composición está aún por precisar, deberá presentar su primer informe en un plazo de “18 meses o dos años”.
La voluntad, aseguran los obispos en un comunicado, es firme. Hay que “arrojar luz sobre los abusos sexuales contra menores en la Iglesia católica desde 1950”, para comprender mejor “las razones que favorecieron la manera en que fueron tratados esos asuntos”, de modo que no se vuelva a repetir una situación que está dañando profundamente la imagen de la Iglesia en Francia y en muchos otros países. En Australia, Irlanda y Estados Unidos, sendas comisiones independientes han dado lugar a duros informes. El último, publicado el verano pasado por el gran jurado sobre Pensilvania, provocó un auténtico terremoto tras revelar detalles escabrosos de las prácticas de más de 300 sacerdotes que, en las últimas siete décadas, abusaron sexualmente de más de mil menores solo en ese estado norteamericano.
La cuestión es si las medidas acordadas en el seno de la reunión de otoño que los 118 obispos franceses celebran desde el sábado pasado —y que comenzó, precisamente, con una reunión inédita con víctimas de pederastia— son suficientes. Sobre todo, en momentos en que la Iglesia empieza a tener que responder ante la justicia no solo por abusos de sus curas, sino también por el silencio con el que la jerarquía eclesiástica ocultó durante décadas muchos de los casos, varios de los cuales están en pleno proceso o pendientes de juicio.
“Más que un anuncio, es una bella promesa y va en el buen sentido, pero el pasado demuestra que hay que permanecer vigilantes”, advirtió François Devaux, presidente de la asociación de víctimas de pederastia en el seno de la Iglesia Parole Liberée (Palabra Liberada). “Anuncios ha habido muchos, y también muchas traiciones, nos prometen muchas cosas cada vez y después entre lo que dicen y lo que hacen hay un abismo”, explicó en conversación telefónica. Según Devaux, que rechazó la invitación de acudir a Lourdes el sábado por considerarlo una “operación de comunicación”, mucho dependerá de quién integre la comisión independiente y del grado de transparencia con que esta actúe, un elemento que, afirma, ha faltado ahora en la gestión de la Iglesia del tema de la pederastia. Además, subrayó, no hay que olvidar que no se trata solo del problema de la pederastia, sino del ocultamiento de esta lacra que muchos responsables de la Iglesia promovieron durante años. Devaux será una pieza clave en el juicio que, a partir de enero, sentará en el banquillo a uno de los más altos jerarcas de la Iglesia francesa, el cardenal Philippe Barbarin, por ocultar abusos de menores por un cura bajo su mando en Lyon.
Otras propuestas
Aunque los miembros de la comisión se conocerán en los próximos días, los obispos han adelantado que estará compuesta por historiadores y especialistas de diversas competencias. Junto a esa iniciativa, la Conferencia Episcopal francesa (CEF) ha anunciado, además, una serie de iniciativas “propias” que buscan implicar, según los responsables religiosos, a las víctimas en esta renovada lucha contra la pederastia.
Según lo decidido en la reunión en Lourdes, los obispos quieren proponer “un gesto financiero” a las víctimas de pederastia, extremo del que por el momento no han precisado más, pero que respondería a una de las demandas de muchos de los afectados.
Los obispos también se comprometen a realizar un “trabajo de memoria” recopilando los testimonios de las víctimas dispuestas a trabajar con su religioso local para “comprender mejor las razones” que dieron pie a los actos de pederastia. Esto permitirá, consideran los obispos, crear un “informe preciso sobre el estado de la lucha contra la pederastia” que deberá ser hecho público de manera regular.
Se trata también, agregan, de realizar esfuerzos para “acentuar el trabajo de la prevención”, para lo cual también han pedido la colaboración de las víctimas. Quieren trabajar con ellas en la “puesta en práctica de acciones de sensibilización y de prevención en todos los lugares de la Iglesia susceptibles de (sufrir este tipo de abusos), particularmente en lugares de proximidad” como las parroquias.
La presión sobre la Iglesia católica ante los casos de pederastia desvelados en Francia y en numerosos otros países ha aumentado en los últimos años y meses. Una encuesta realizada en septiembre reveló que el 90% de los católicos franceses es favorable a la creación de una comisión investigadora parlamentaria sobre pederastia en la Iglesia. Sin embargo, el Senado rechazó esta medida el mes pasado y, en su lugar, se lanzará una “misión de información” sobre “los abusos sexuales en todos los lugares de atención de menores”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.