“Veo hombres afeitándose al volante o contestando emails en el portátil”
Éstos son los efectos que causan las distracciones al volante. La última campaña de la DGT incide en el peligro del móvil
Llamadas, alertas, notificaciones… Es habitual que el teléfono suene cuando se conduce y se tenga la tentación de dedicar unos segundos a responder, aunque sea para advertir de que se está al volante. Pero en esos segundos se distraerá, como demuestra esta prueba realizada en la escuela de conducción del RACE en el circuito del Jarama (ver vídeo). Y los despistes en la carretera, según la Dirección General de Tráfico (DGT), están detrás de un tercio de los accidentes mortales. Por eso, el organismo que dirige Pere Navarro ha lanzado este lunes la nueva campaña de seguridad vial en la que pregunta: "¿Quién prefieres ser?, ¿quién vive o quién muere?" [en un accidente]. La campaña incide en las distracciones al volante, como el móvil, y es el preámbulo de los cambios normativos que se producirán en los próximos meses para mejorar la seguridad vial
El smartphone es uno de los principales enemigos de la seguridad vial y el organismo que dirige Pere Navarro compara su uso inadecuado con los efectos del alcohol en la conducción. Un equipo de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, simuló esta situación y demostró que si se contesta a un mensaje mientras se conduce, se tarda el doble de tiempo en reconocer un nuevo obstáculo en la carretera. "No mantener la atención en la carretera conlleva salidas de pista y colisiones por alcances", comenta Emilio de Diego, profesor de la Escuela de Conducción del Real Automóvil Club de España (RACE). "Veo hombres afeitándose y mujeres pintándose al volante. Otros contestan email en el portátil".
Concienciar a los conductores es uno de los objetivos de la escuela del RACE, que lanzó hace cinco años #StopDistracciones, una campaña para advertir de los riesgos que se asumen si se emplea el móvil. Más de dos millones y medio de personas reconocen haberlo usado sin un manos libres reglamentario, según una encuesta de RACE. Tráfico advierte de que un conductor solo puede hablar por teléfono en el coche si lo hace mediante los sistemas de manos libres con conectividad Bluetooth. Y nada de coger el teléfono para chatear. “Las manos tienen que estar en el volante”, asegura la DGT. Aunque recomienda que la conversación se aplace hasta salir del coche. Desde que se instauró el carné por puntos, en julio de 2006, los españoles han perdido por usar el teléfono 6,5 millones de los 47 que se han retirado desde entonces.
Sin embargo, los teléfonos apenas se emplean para hacer llamadas. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el uso diario de la mensajería instantánea casi duplicó, a finales de 2017, al de las llamadas. La utilizan seis de cada 10 españoles y lo hacen varias veces al día. Lo que supone un foco de distracciones al volante. El RACE recomienda en la web “crear un modo coche en el teléfono y configurar el dispositivo o utilizar una app para que silencie los mensajes”. La última versión del sistema operativo de Apple para móviles ya cuenta con este modo. En Android, el sistema de Google, no existe un modo coche como tal, aunque sí una opción de no molestar que se puede configurar.
Jorge Castellanos es coordinador de seguridad vial en RACE y asegura por teléfono que es necesario revisar el carné por puntos, ya que la llegada de los smartphones ha cambiado los hábitos de los conductores. “Coger el móvil y enviar un mensaje supone la pérdida de tres puntos y arrojar algo por la ventana, de cuatro. Lo primero puede provocar un accidente y lo segundo, no”, cuenta. En su organización aconsejan poner en WhatsApp el estado “conduciendo”. Pero siempre, concluyen, “el teléfono se puede silenciar y situar en un lugar donde no sea visible mientras se conduce". Castellanos añade que “las nuevas tecnologías son una realidad” y pide a los fabricantes de vehículos que las pantallas que integran en los coches no permitan el ocio para evitar distracciones.
La tecnología como aliada
En los últimos años se está haciendo una inversión muy fuerte para incorporar las tecnologías de la información en los coches, comenta Juan José Hernández, profesor de desarrollo de aplicaciones móviles en SEAS. “Lo normal es que los automóviles sean el siguiente caso de implementación del llamado internet de las cosas. Pero hasta que el coche autónomo sea una realidad, se debe hacer una transición ordenada”, reflexiona Hernández, que asegura que ya existen aplicaciones que silencian las llamadas y las notificaciones para que no despisten al conductor, como DriveSafe.
Castellanos asume que la propia tecnología ayuda al conductor si se usa adecuadamente. Existen aplicaciones que avisan de malas prácticas al volante: “Lanzan señales acústicas para alertar y se valen de los sensores del teléfono, como el acelerómetro y el GPS para detectar volantazos”, cuenta Hernández. El objetivo de esta tecnología es evitar imágenes como las de la campaña de la DGT, en el que se muestra la muerte de un conductor por usar el móvil, mientras se explica el drama que viven los padres del fallecido. "Pero qué más da, estarás muerto, pasarás a ser una estadística", cierra el anuncio.
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