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Utilizar ‘wearables’ al volante puede ser igual de peligroso que usar el móvil

Un estudio de la Universidad de Texas ha demostrado que la 'tecnología ponible' genera una falsa sensación de seguridad

Usuario probando las Google Glass
Usuario probando las Google GlassA. R. GETTY IMAGES
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Los dispositivos para llevar puestos (o wearables) llegaron hace unos años al mercado en forma de gafas, pulseras, relojes e incluso chips. Hay relojes como el Apple Watch o pulseras que, entre otras cosas, se utilizan para recibir y contestar mensajes o medir la actividad deportiva, conectados al teléfono móvil vía Bluetooth. Sin embargo, el uso inadecuado de esta tecnología puede ponernos en peligro, sobre todo si se utiliza durante la conducción. Así lo ha determinado un estudio realizado por la Universidad de Texas en San Antonio (EE UU) que establece que, debido a lo fácil que resulta utilizar wearables, los conductores se enganchan y se confían más, lo que significa que son iguales de peligrosos que los teléfonos móviles.

El estudio, que ha sido realizado en colaboración con el departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Wichita, ha examinado el comportamiento de 29 alumnos que usaron un simulador de conducción. Los estudiantes iban recibiendo notificaciones y mensajes a través de unas Google Glass y de un smartphone mientras conducían y, después, los investigadores compararon los resultados de cada aparato. Tras las pruebas, los científicos observaron que la simulación grabó cambios en la velocidad y en la dirección de las ruedas y pudieron comprobar que las Google Glass distraen a los conductores un poco menos, pero también daban a los participantes una “falsa sensación de seguridad”. “Debido a la rápida respuesta del aparato y al control de voz, los conductores notaron más eficiencia, pero también eran más propensos a engancharse, algo que elimina la diferencia de seguridad marginal entre el uso del teléfono y el dispositivo wearable”, afirman en el estudio.

Voluntario realizando las pruebas del simulador mientras utiliza las Google Glass
Voluntario realizando las pruebas del simulador mientras utiliza las Google GlassDr. Jibo He

Distracciones al volante en España

Durante el año 2017 se produjeron 1.067 accidentes de tráfico mortales en España, lo que supone un aumento del 3% respecto al año anterior, según la DGT. De este número, el factor concurrente más común, con un 32%, es la distracción al volante. Desde Fesvial, la Fundación Española para la Seguridad Vial, la coordinadora de proyectos Cristina Catalá advierte de que es complicado determinar cuántos de estos accidentes son atribuibles al uso del móvil, aunque añade que hoy en día la prevención de accidentes sí que se está focalizando en este asunto. “Las campañas de la DGT son de concienciación y sensibilización porque hay un uso muy elevado del teléfono móvil mientras se conduce”, asegura.

Catalá también advierte de la dependencia a atender las notificaciones del teléfono que tienen muchos conductores, algo que también se refleja en este estudio. Los investigadores comprobaron que el uso de wearables fomentaba una respuesta más rápida del conductor para iniciar la tarea de distracción. Los conductores mostraban un comportamiento anticipatorio para contestar un mensaje a través de las Google Glass al considerarlo menos molesto que el smartphone. Murtuza Jadliwala, principal autor del estudio, advierte de que “siempre va a haber dos lados de la moneda de la tecnología”. “Los dispositivos wearables fueron diseñados para ayudar a los usuarios haciendo más accesibles sus dispositivos de comunicación, sin embargo, cuando se utiliza incorrectamente puede ser un peligro”, explica.

Aunque la salida al mercado de las Google Glass fue un fracaso, la tecnología wearable sigue en desarrollo. “Una vez que la tecnología wearable y su potencial para activar aplicaciones que antes no eran posibles maduren, sus aspectos positivos, a pesar de los malos usos, harán que la fabricación de estos dispositivos sea una parte integral de la sociedad”, afirma Jadliwala. Por eso, a pesar de que el autor afirma que no está completamente seguro de si los wearables están aumentando la adicción a la tecnología, sí se muestra seguro de que la solución a estos accidentes sigue estando en la educación y concienciación del efecto de la tecnología mientras se conduce.

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