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Crece la cifra de adolescentes abstemios

Aumenta el total de abstemios, pero en España se mantiene estable el consumo entre menores

Jóvenes jugadores de Pokemon quedan en la Puerta del Sol de Madrid.
Jóvenes jugadores de Pokemon quedan en la Puerta del Sol de Madrid. Jaime Villanueva

El consumo de alcohol en Europa está en descenso. No solo beben menos los adolescentes ahora que en la última década, sino que cada vez son más los que no toman ni una gota. Así lo afirma el último estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre comportamientos adolescentes asociados al alcohol, publicado el mes pasado. Los cambios son más notables en países del norte de Europa, mientras que los países de centro-este y de la costa mediterránea encabezan el consumo juvenil. En España los datos son escasos y no dibujan una tendencia clara, pero apuntan en todo caso a un aumento nulo o muy leve de jóvenes abstemios.

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El informe de la OMS, que recoge datos generales sobre el consumo adolescente y juvenil en países europeos desde 2002 hasta 2014, no pone cifras concretas al número de abstemios pero sí afirma que “muchos países han visto un descenso reciente en el consumo de alcohol en paralelo a un aumento en el número de adolescentes que se abstienen de tomarlo”. Esta tendencia no se asocia con un aumento en el consumo de otras drogas psicoactivas, como el cannabis. Según el documento, el cambio en Europa se puede atribuir a varios factores, entre los que se incluyen las restricciones a la venta del licor y una mayor comprensión entre los jóvenes de las consecuencias de su consumo.

“Se detectan menos bebedores entre muchos grupos sociales diferentes, lo cual sugiere que la abstinencia del alcohol puede estar poniéndose de moda entre la gente joven”, dice la epidemióloga Linda Ng de University College London (Reino Unido). Según la investigadora de la Universidad de St Andrews (Reino Unido) Jo Inchley, autora principal del estudio de la OMS, “las reducciones en ingestas nocivas han sido mayores en los países que tradicionalmente han tenido la mayor prevalencia, como Gran Bretaña y la región nórdica”. En todo el continente, han dejado de beber más chicos que chicas, aunque ellos siguen siendo más bebedores que ellas. Solo en el norte de Europa se ha ido cerrando la brecha de género en el consumo juvenil de alcohol.

Un nuevo análisis de datos recogidos en la Encuesta de Salud anual de Inglaterra, publicado por Linda Ng y dos compañeras, respalda las conclusiones de la OMS, al constatar un aumento en el número de jóvenes ingleses (16-24 años) que no beben alcohol, del 18% en 2005 al 29% en 2015. En España, la proporción de adolescentes (14-18 años) abstemios en 2006 era 20,4%, y en 2016, 23,1%. Los datos son de la última encuesta Estudes, que la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas hace a unos 30.000 alumnos de enseñanzas secundarias cada dos años desde 1994. La encuesta del Gobierno muestra un ligero aumento total en el número de abstemios en los últimos 10 años y en los últimos 20 años. Sin embargo, varios expertos señalan que las fluctuaciones en los períodos intermedios dificultan la lectura, y no apuntan a un aumento significativo en línea con la tendencia europea.

“Aunque hay un leve repunte en la última encuesta, yo creo que el consumo está siendo bastante estable”, afirma Eulalia Alemany, directora técnica de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). “Desde el año 1994 [un 84,4% de adolescentes bebían] hasta el 2016 [76,9%] sí que ha descendido el consumo total unos cuantos puntos, pero no podemos decir que ahora esté bajando de manera significativa”, añade.

“Lo que está cambiando es el patrón de consumo”, apunta el psicólogo Ángel Turbi, director del máster en Educación y Rehabilitación de Conductas Adictivas de la Universidad Católica de Valencia. “El patrón es de binge drinking (atracón) y por tanto mucho más problemático”, explica. Las dos últimas encuestas Estudes también señalan, por primera vez, que las adolescentes españolas sobrepasan en consumo de alcohol y de tabaco a los adolescentes. Curiosamente, el estudio de la OMS constató un descenso general en la frecuencia de borracheras excepto entre las chicas de la región europea sur, compuesta por los países mediterráneos.

Fuentes del Plan Nacional sobre Drogas afirman, sin embargo, que el número de abstemios sí aumenta entre los más jóvenes (estudiantes de 14 y 15 años). Las mismas fuentes observan que el posible “repunte” de abstemios de la última encuesta parece coincidir con una mayor extensión de la percepción de riesgo asociado al consumo de alcohol. Entre los adolescentes que no beben hay una menor permisividad de los padres: el 92,4% de abstemios reconoce que su familia no permitiría el consumo de bebidas alcohólicas, frente al 53,5% de adolescentes que sí beben.

Darío (nombre ficticio), un joven abstemio de 17 años de la provincia de Toledo, estima que "la mitad o así" de sus amigos y conocidos de su edad beben. Él rechaza el alcohol porque no lo considera "necesario ahora mismo para pasarlo bien". Aunque tiene amigos del instituto que sí toman bebidas alcohólicas, prefiere salir con sus amigos no bebedores para pasear y jugar a Pokémon GO o comer algo cuando otros compañeros de clase se van de botellón. "No suelo salir así [con amigos que van a beber]. Si salgo con alguien es para hacer cosas que me gustan", explica.

"Europa va por delante"

Respecto a la diferencia de España con el resto de Europa, Turbi considera que “el tipo de cultura y el clima condicionan”. “Aquí vivimos en la calle, mientras que los horarios de ocio que se ven en el norte de Europa son distintos”, explica. Además, Turbi señala que “Europa va por delante” en la legislación de consumo de alcohol, sobre todo en lo referente a la llamada prevención ambiental, el conjunto de medidas y actitudes sociales que dificulta el acceso al alcohol o disuade a los jóvenes de su uso.

El experto también destaca que en España se han hecho buenas campañas de prevención contra el uso de drogas en general, pero no tantas contra el alcohol en particular, ni con el "enfoque de género" para prevenir el aumento de consumo entre las chicas adolescentes. Tanto él como Alemany coinciden en que la “tolerancia social” de los españoles hacia el alcohol sigue alta. Algunas fuentes señalan el “culto a la salud” y la creciente preocupación por la estética como motivos por los cuales los jóvenes europeos abandonan el alcohol; Turbi opina que la percepción saludable de la abstinencia puede tener un papel importante sobre todo entre los veinteañeros y adolescentes.

Según el informe de la OMS, un factor desconocido que todavía requiere mucha investigación es la relación entre el uso de la tecnología y el consumo de alcohol de los adolescentes. La complejidad del tema queda patente en las conclusiones de un estudio llevado a cabo en Suecia durante el verano. Los autores no encontraron una correlación entre el tiempo que pasan los adolescentes al ordenador y su probabilidad de ser abstemios, pero observaron un ligero aumento de consumo entre los jóvenes más activos en redes sociales y un mayor número de abstemios entre los jugadores de videojuegos, lo cual sugiere que el “uso de la tecnología” no es un factor homogéneo.

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