Una explosión estelar ilumina una galaxia lejana y desvela su existencia
La luz del estallido de rayos gamma ha estado recorriendo el espacio 12.700 millones de años
Hace 12.700 millones de años explotó una estrella, autodestruyéndose y esparciendo sus restos en dos chorros a casi la velocidad de la luz. Brilló de tal manera que no solo superó con mucho el brillo de la galaxia en la que estaba, sino que la iluminó de tal manera que los astrónomos han podido ahora conocer su existencia. Sin esa luz de la explosión estelar la galaxia era demasiado tenue para poder verla ni con los telescopios más potentes, aseguran los expertos. Son acontecimientos de cuando habían transcurrido poco más de mil millones de años desde el Big Bang, por lo que Ryan Chornock, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (EEUU), dice que lo que están haciendo los astrónomos “es, en cierto sentido, ciencia forense investigando la muerte de una estrella y la vida de una galaxia en las primeras fases del cosmos”. El universo tiene ahora 13.800 millones de años, según los últimos datos tomados por el observatorio espacial Planck.
El descubrimiento surgió con la detección del estallido de rayos gamma (GRB130606A) el pasado 6 de junio gracias al telescopio Swift de la NASA. Fue un estallido clasificado como largo ya que duró más de cuatro minutos. Chornock y su equipo, explica el Harvard-Smithsonian en un comunicado, organizaron inmediatamente el seguimiento de la explosión con observaciones desde varios telescopios.
El resplandor del estallido se produce cuando los chorros chocan con el gas circundante, calentándolo, y la luz generada viaja por las nubes de gas interestelar de la galaxia. Los elementos químicos de esas nubes absorben la luz a determinadas longitudes de onda, explican los científicos, por lo que los astrónomos ahora, al analizar la luz que captan en sus telescopios, pueden leer la firma química de dichos elementos y conocer la composición de aquellos gases.
Chornock y sus colegas, que van a publicar su hallazgo en la revista The AstrophysicalJournal, afirman que aquella galaxia del estallido GRB130606A contenía aproximadamente una décima parte de la proporción de metales presentes en nuestro Sistema Solar, y hay que recordar que, para los astrónomos, metales son todos los elementos químicos más pesados que el hidrógeno, el helio y el litio, los únicos que se formaron en el Big Bang. El resto de los elemento, los metálicos, se producen en las estrellas y se dispersan por el universo cuando estas explotan, por lo que lleva su tiempo generarlos. Con el GRB130606A, los científicos están viendo la muerte de un astro del universo cuando era muy joven y cuya luz ha estado viajando desde entonces, desde hace 12.700 millones de años.
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