Cebrián pide un pacto de Estado para acometer la reforma de las instituciones

"No saldremos de la crisis sin reformas institucionales que necesitan del consenso". Para acometerlas es preciso un "pacto de Estado que defina las prioridades", ha afirmado esta mañana el presidente del grupo Prisa (editor de EL PAÍS), Juan Luis Cebrián. "Un pacto de Estado, no un trágala", precisó antes de señalar que "cada vez es más evidente la necesidad de una reforma constitucional" en España. A su juicio, resulta "imposible" resolver el pulso soberanista catalán "sin abordar la cuestión del Estado federal". "Bien diseñado, permitiría una convivencia estable", precisó.

En un desayuno del Foro de la Nueva Comunicación, el periodista y académico aseguró que el pacto de Estado debe definir las prioridades no solo políticas, sino también en otros aspectos, incluido "el Estado de bienestar que podemos tener". Tiene que ofrecer "un nuevo proyecto a las nuevas generaciones". El PP y el PSOE deben tener especial responsabilidad en este pacto consensuado, pero a él deberían sumarse otras fuerzas políticas, incluidas las nacionalistas, y los sindicatos.

En el marco de esas reformas consensuadas se debe incluir la de la Constitución en puntos como el del Estado autonómico. Aseguró que en la redacción de la Ley Fundamental no se estableció el federalismo "porque el Ejército no lo hubiera asumido" y que el Estado de las Autonomías no resulta "adecuado" para muchos ciudadanos de las comunidades históricas. "La reforma de la Constitución no es un problema, sino una forma de empezar a solucionar un problema", afirmó el presidente de Prisa. A su juicio existe "una asimetría inconcebible" entre las comunidades.

Sobre el pulso soberanista catalán, Cebrián señaló que "se está echando mucha leña al fuego" y que excitar el nacionalismo "es lo peor que podía pasar". Añadió, en respuesta a una pregunta, que la situación genera una inestabilidad económica que se seguirá notando, por ejemplo en la subida de la prima de riesgo, y recordó que Cataluña debe 44.000 millones de euros. El presidente del grupo Prisa cree que la independencia catalana "no se va a producir", es algo que generaría una "situación muy difícil" incluso para la propia Cataluña. "Las aguas se van a reconducir, pero es imposible resolverlo sin abordar la cuestión del Estado federal", dijo.

En su exposición, Juan Luis Cebrián abordó "las tres crisis" que marcan el día a día: la institucional, tanto europea como española, y la económica. Están generando un cambio de paradigma y una creciente desafección de los ciudadanos frente al sistema, falta de expectativas, rabia, depresión... "En otras épocas esos sentimientos causaban revoluciones y con la primavera árabe se ha acabado el ciclo de las revoluciones tranquilas", dijo. En Europa existe "un conflicto intracontinental": las naciones de la cultura "de la mantequilla y la cerveza" frente a las del "vino y el aceite de oliva". En cambio, falta buena gobernanza y fallan las instituciones de la Unión Europea, a menudo muy orientadas hacia la postura de Alemania. "La crisis puede acabar con 60 años de esfuerzo por la unión", afirmó. A ello se suma, a nivel global,que cada vez son más los ejecutivos y los tecnócratas los que dirigen a los pueblos. "Los mercados son los que progresivamente controlan a los Gobiernos", dijo. Además, la prometida reforma del capitalismo, que planteó el G-20, ha fracasado.

En el caso de España, se suman además los incumplimientos y el descrédito de los políticos y la falta de transparencia, entre otras cuestiones. "A perro flaco, todo son pulgas, pero más que pulgas, son pirañas que devoran el tejido social. En dos años hemos pasado de nadar en la abundancia a ser el principal problema de estabilidad para la UE", afirmó Cebrián. "Todas las instituciones han estado sometidas a descrédito en los últimos años", dijo. Tras recordar las fuertes críticas sociales a los políticos -"auténticas castas"-, señaló que solo ellos "podrán sacarnos de esta situación". Es preciso "reparar los estragos cometidos para recuperar la marca España".

Cebrián también se refirió al papel de los medios de comunicación. Aseguró que "el panorama es preocupante" por los efectos de la crisis, las nuevas tecnologías y la fortísima caída de la publicidad. Ello lleva a "dolorosas reestructuraciones": 6.000 periodistas han perdido su empleo en los últimos cuatro años, dijo. A su juicio, es precisa una "reconversión" para asegurar el futuro del sector, que está tocando fondo y cuya estructura de gasto, en el caso de los periódicos,  es "incompatible" con el entorno. Pronosticó "una transformación colosal" que generará muchos empleos, "pero para la que los profesionales de antes no estamos preparados".

Al ser preguntado sobre la huelga en el diario Cinco Días, sometido a un ERE  -sus trabajadores protestaron a la puerta del hotel Ritz donde se celebraba el foro-, aseguró que "es normal que la gente proteste" y que "muchos medios desaparecerán si no hay reconversión". "Muchos de los que pierden el trabajo en mi empresa son amigos personales", añadió. Tras señalar que el Grupo PRISA tiene más de 12.000 trabajadores, más de la mitad en América -una zona que contribuye de forma importante a resolver los problemas del grupo, afirmó-, aseguró que "la pervivencia del grupo y del empleo de la mayoría de los trabajadores es lo que me preocupa". Ante una pregunta sobre los ajustes laborales en la Ser y, eventualmente, en EL PAÍS, Cebrián aseguró las decisiones se tomarán "de acuerdo con los representantes de los trabajadores".