La selección natural de las células y su servicio de basuras
Científicos del CNIO describen la lucha por la supervivencia entre células sanas y enfermas Un artículo destaca el papel del sistema inmune en limpiar los restos de la batalla
En 1975 se describió por primera vez en la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster) la competencia celular, el proceso por el cual los tejidos y órganos se ocupan de mantener a las mejores células (metabólicamente hablando) y eliminar a las enfermas, evitando así eventuales procesos patológicos.
Pero aún quedan muchas zonas oscuras relacionadas con esta microscópica modalidad de selección natural que se produce a nivel celular. Una de las incógnitas consistía en saber qué sucede y cómo se eliminan los restos de las células muertas, las perdedoras de esta batalla en la que las células compiten entre ellas por sobrevivir y seguir dividiéndose. Esto es precisamente lo que ha descrito un equipo dirigido por Eduardo Moreno, actualmente en la Universidad de Berna (Suiza), que publica la edición electrónica de la revista Cell Reports.
El trabajo, desarrollado en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, también con la mosca del vinagre como protagonista, aclara que son unas células equivalentes a los macrófagos humanos (unas células del sistema inmunitario) las que se encargan del proceso final de eliminación de las células enfermas muertas; de la limpieza del campo de batalla donde tiene lugar la competición celular. “Cada vez hay más evidencias de que este proceso, con mayor complejidad, sucede también en el cuerpo humano”, explica a este diario Fidel Lolo, primer autor del artículo, que en estos momentos se encuentra en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares.
Con anterioridad se había explicado que eran las células ganadoras las que eliminaban a los restos de las células vencidas, pero nosotros hemos visto que la mayor parte del trabajo corresponde a los hemocitos Fidel Lolo, primer autor del artículo publicado en Cell Reports
Distintos trabajos han descrito de forma parcial cómo se desarrollan los mecanismos que determinan la selección natural celular, como comenta Fidel Lolo. Algunos estudios apuntan que determinados genes (wasp, psr, draper) están activos en las células ganadoras, aquellas con un metabolismo sano. Y estos interruptores activados se relacionan con la capacidad de inducir la muerte programada (apoptosis) de las células perdedoras. ¿Qué sucede entonces con los restos de estos cadáveres celulares?
“Hemos descrito por primera vez el papel de los hemocitos, unas células que circulan por la hemolinfa [el equivalente a la sangre en los seres superiores] de la mosca, y que son las que se encargan de finalizar el proceso de eliminación de las células perdedoras”, explica Fidel Lolo.
“Con anterioridad se había explicado que eran las células ganadoras las que eliminaban a los restos de las células vencidas, pero nosotros hemos visto que, sin excluir esto, la mayor parte del trabajo corresponde a los hemocitos” que, literalmente, engullen los restos de la batalla. Con ello los investigadores demuestran que la actividad de los hemocitos es una consecuencia y no la causa de la muerte de las células perdedoras.
Los científicos destacan la importancia que puede tener este trabajo para comprender mejor los procesos oncológicos, en especial, las primeras etapas de la formación de los tumores: el momento en el que las células malignas en lugar de morir, se multiplican y se imponen a las sanas. "Cada vez son mayores las evidencias que ponen de manifiesto la importancia de los procesos de competición celular en los tumores", añade Lolo.
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