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“No hacía falta tanta ayuda desde la II Guerra Mundial”

Julien Lauprêtre, presidente de Socorro Popular Francés, acaba de entregar 33 toneladas de comida a la asociación de familias numerosas de Madrid

Natalia Junquera
Julien Lauprêtre, presidente de Socorro Popular Francés, ayer en Madrid.
Julien Lauprêtre, presidente de Socorro Popular Francés, ayer en Madrid.SANTI BURGOS

Viene de Haití; ayer trajo a España 33 toneladas de comida y un cheque de 10.000 euros para la asociación de familias numerosas de Madrid, y después se va a Grecia, a llevar más ayuda. Haití-España-Grecia. Para Julien Lauprêtre, de 86 años, presidente de la organización Socorro Popular Francés, “cuando alguien necesita ayuda, da igual que sea un haitiano o un español. La necesita. La solidaridad no es un tema de orgullo”.

La presidenta de la asociación de familias numerosas de Madrid, Sara Pérez-Tomé, no puede estar más de acuerdo. “Esta es la mayor ayuda que nos ha dado nunca nadie. Y viene de Francia. Pues fenomenal, la necesitamos. Me da igual la ideología que tenga [lo dice porque Lauprêtre, miembro de la resistencia contra la ocupación nazi, es comunista]. Atendemos a 160 familias y tenemos a otras 150 en lista de espera. Por lo general, son matrimonios con cinco hijos de media y los dos progenitores en paro”.

Una de esas familias se acerca a recoger comida del camión que el Socorro Popular Francés ha traído a España. David e Isabel tienen cuatro hijos de ocho, cuatro y dos años y un bebé de tres meses. Llevan dos años en paro. “Por mí, como si la ayuda viene de África. Nos viene de lujo”, explica David. Lauprêtre celebra que todo ha ido bien con un aperitivo cerca del almacén que les ha cedido un socio local para descargar los alimentos. Pide un Jack Daniel's. Habrá dos. Alguien de su organización se adelanta a pagar las consumiciones. El calor abrasa pero él no quiere quitarse la chaqueta del traje, ni aflojarse la corbata: “Quiero estar guapo”. Quizá porque es doblemente caballero: de la legión de honor francesa y de las artes y las letras.

Asegura que la organización sin ánimo de lucro que preside, fundada en 1945, “no recibía tantas peticiones de ayuda desde el fin de la ocupación nazi. No se había visto una situación tan desesperada desde la II Guerra Mundial. Hay muchísimas familias necesitadas. En todas partes”, advierte.

Insiste en que “la solidaridad es global”. Gran parte de la comida que su organización entregó ayer a la asociación de familias numerosas de Madrid la compraron franceses para familias españolas en supermercados de allí. “¿Si podía ocurrir al revés? Claro que sí”, explica. “En Francia hay un dicho: ‘Eres más orgulloso que un español’, pero yo no creo mucho en eso. Los franceses también tenemos lo nuestro. Además, nos acabáis de dar una paliza”, ríe, refiriéndose al partido de la Eurocopa del pasado sábado: 2-0 a favor de España.

Su relación con los españoles viene de lejos. Conoció a muchos que se unieron a la resistencia contra los nazis. Él fue encarcelado con 17 años, pero logró salir para participar en los últimos combates antes de la liberación. Su organización asistió durante años a las familias de los presos republicanos y trató de interceder por los condenados a muerte. “Intentamos parar la ejecución de Julián Grimau. Llamamos al Papa, al presidente de EEUU... No lo conseguimos”, lamenta. Recuerda emocionado a un español llamado Alfonso que quiso afeitarse antes de que lo fusilaran. Y el momento en que fue a ver a Marcos Ana, el preso que más tiempo pasó en las cárceles franquistas (23 años), al salir de prisión: “Le pregunté cómo había podido aguantar tanto. ‘Te acostumbras’, me dijo. Me dio una lección de vida que no he olvidado. Cada vez que tengo algún problema, pienso en él”.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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