Los homínidos ya usaban herramientas para conseguir carne hace 3,4 millones de años
Marcas en dos huesos hallados en Etiopía, primer paso para reescribir la historia de la evolución humana
Solo dos huesos de grandes mamíferos hallados, como agujas en un pajar, en el desierto de Afar en Etiopía, bastan para cambiar el calendario de la evolución humana, según sus descubridores. Los restos fósiles son de hace 3,4 millones de años, cuando allí vivía un antepasado humano, un australopiteco, y las marcas que presentan no han podido ser hechas, explican estos expertos, más que por herramientas de corte y percusión.
Los huesos indican que la familia humana de la famosa Lucy (un ejemplar muy bien conservado de Australopithecus afarensis) ya utilizaban útiles de piedra para cortar carne de mamíferos de gran tamaño y para romper huesos con el objeto de extraer la médula. Las herramientas y los huesos con marcas más antiguos hallados hasta el momento se encontraron también en Etiopía y son unos 900.000 años más modernos, por lo que se pensaba que fueron homínidos del genero actual, el Homo, y no australopitecos los que primero las utilizaron.
"Seguro que este hallazgo nos fuerza a revisar los libros de texto sobre la evolución humana, ya que hace retroceder la evidencia de uso de herramientas y consumo de carne en nuestra familia casi un millón de años", dice Zeresenay Alemseged, etíope y director del trabajo, que publica Nature. "Estas etapas tuvieron un enorme impacto en la historia de la humanidad".
"El uso de herramientas alteró de forma básica la forma en que nuestros antepasados más antiguos interaccionaban con la naturaleza, ya que les permitieron alimentarse de nuevas clases de alimentos y explotar nuevos territorios", recuerda Alemseged, director del proyecto Dikika en la Academia de Ciencias de California. "Y también desembocó en la fabricación de otras herramientas, cada vez más perfeccionadas".
Las nuevas pruebas fueron encontradas a sólo 200 metros de donde el mismo equipo descubrió en 2000 a Selam, el esqueleto de una niña australopiteca muy completo que se conoce en los ambientes paleontológicos como La hija de Lucy, lo que relaciona las supuestas herramientas con estos homínidos.
Los huesos son un fragmento de costilla de un animal del tamaño de una vaca y un fragmento de fémur de un antílope del tamaño de una cabra. Su análisis con técnicas avanzadas, como el microscopio electrónico y la espectrometría de rayos X han demostrado que las marcas observadas fueron hechas antes de que los huesos fosilizaran.
Lo que no saben los científicos es si las piedras utilizadas como herramientas eran naturales o se habían modificado para hacerlas más cortantes. No han encontrado las herramientas, ni indicios de que éstas fueran modificadas en el mismo lugar en que se usaron, pero pudieron haber sido trasladadas por los homínidos desde otro lugar en su búsqueda de animales muertos.
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