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Arranca en Valencia el primer trasplante de cara realizado en España

Se está llevando a cabo en el hospital La Fe y lo dirige el cirujano Pedro Cavadas.- En el mundo, se han realizado ya siete intervenciones de este tipo con éxito

Una de las tres personas que están a la espera de un trasplante de cara podría estar a punto de recibirla. Este martes a última hora se ha sabido que en el Hospital de La Fe, de Valencia, un equipo dirigido por el cirujano Pedro Cavadas había comenzado la extracción del rostro de un donante. El centro recibió el permiso de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) el pasado 25 de junio. Pero eso no quiere decir al 100% que sea su paciente el que vaya a experimentar la técnica. Habrá que estudiar la compatibilidad del tejido extraído, y ver cómo se ajusta a la estructura ósea del posible receptor. Lo lógico es que en una intervención tan complicada los médicos hayan intentado asegurarse lo más posible de que el rostro extraído sirva, pero hasta que no se acabe la primera fase del proceso no podrán estar seguros.

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Si el paciente (o la paciente, no se sabe su sexo) de Valencia no resulta el idóneo, será la oportunidad de los que están esperando en Sevilla o Barcelona. En las dos ciudades hay sendos hospitales (el Virgen del Rocío y el Vall d'Hebron) que también tienen ya el permiso para realizar la operación. Como en todos los trasplantes que se hacen en España, primará el criterio de seguridad: el órgano se usará con quien mejor lo pueda aprovechar.

El proceso tiene dos partes a cual más complicada. La primera, extirpar los tejidos que se quieren trasplantar, con sus vasos sanguíneos y sus terminaciones nerviosas. La segunda, adaptarlo al receptor. Antes de todo ello, hay un paso previo con una gran complicación emocional: conseguir que la familia o el representante del candidato a donante dé el permiso para la intervención. Aunque España es uno de los países con una menor tasa de negativas familiares para permitir que se extraigan órganos de un cadáver para implantarlos en otra persona, la tasa de negativas está en el 17%. Y se supone que en el caso de una cara, la decisión es aún más complicada.

Por cuestiones de privacidad, ni el hospital ni la ONT han dado información sobre quién es el donante. Se supone -por lo que dijo el presidente de la ONT cuando se dieron los primeros permisos- que se trata de una persona joven (su piel es más flexible, y sirve mejor para adaptarla a la estructura ósea del candidato a receptor) que habrá muerto de una manera súbita pero sin lesiones en la cara.

Tampoco hay datos sobre el posible receptor, aunque se supone que también será joven y que tendrá algún tipo de malformación que irá más allá de lo meramente estético. Probablemente haya sufrido un accidente y no podrá comer, respirar o hablar bien, o esté tan afectado que le sea muy difícil hacer una vida medianamente normal.

Lo que sí se sabe es que si la intervención tiene éxito, la nueva cara se parecerá más a la del receptor que a la del donante. Ello se debe a que la parte trasplantada es una serie de tejidos blandos que toman en verdad su forma a partir de la estructura ósea donde se implanten. Los familiares del donante no corren el riego de encontrarse a su hijo o hermano por la calle.

El donante adecuado

Según declaró el coordinador nacional de transplantes, Rafael Matesanz, el pasado 10 de agosto, la realización efectiva del primer trasplante de cara en nuestro país dependía de la disponibilidad de un donante cuyo rostro se adaptara a las necesidades de los pacientes.

En Francia, el único país europeo donde se han realizado trasplantes de cara, se llegó a tardar más de seis meses en encontrar un donante. Hasta el momento se han realizado ya siete intervenciones de este tipo con éxito. Cuatro en Francia, dos en Estados Unidos y una en China.

Matesanz también matizaba que los tres receptores "no compiten" entre sí, porque no tienen el mismo grupo sanguíneo y porque son de zonas geográficas distintas. La mayor dificultad en estos casos, dadas las peculiares necesidades de los pacientes, es que los tejidos donados palíen sus deficiencias físicas, no sólo de índole estética.

Los antecedentes

- Noviembre 2005. Isabelle Dinoire, de 28 años, tenía la nariz y la boca visiblemente desfiguradas tras haber sufrido el ataque de su perro. Fue operada en el Hospital Universitario Norte de Amiens (Francia), por el cirujano Michel Dubernard.

- Abril 2006. Li Guo Xing, un cazador de 30 años, perdió parte de la cara al sufrir los mordiscos de un oso. Fue operado en el Hospital Militar Xijing de Xian (China), dónde recibió una mejilla, el labio superior y una ceja. Falleció en diciembre de 2008, supuestamente por haber dejado de tomar la medicación inmunosupresora contra el rechazo.

- Enero de 2007. Pascal Coler, 27 años, padecía neurofibromatosis, una enfermedad degenerativa que le desfiguró totalmente los rasgos faciales. El equipo del cirujano Laurent Lantiéri le injertó la nariz, la boca, la barbilla y una parte de la mejilla en el Hospital Henri-Mondor de Créteil (cerca de París).

- Diciembre 2008. Connie Culp, de 46 años. Un disparo de su marido le hizo perder el paladar, la nariz y los párpados inferiores. En la Clínica Cleveland de Ohio (EE UU) le injertaron el 80% del rostro de una donante, a excepción de la frente, los párpados superiores, el labio inferior y el mentón.

- Marzo de 2009. Un hombre de 28 años, desfigurado por un disparo de fusil, fue intervenido en el Henri-Mondor de Créteil por el equipo de Laurent Lantiéri.

- Abril 2009. Un hombre de 30 años, con fuertes quemaduras tras haber sufrido un accidente en 2004, se sometió en el Henri-Mondor al primer trasplante simultáneo de cara y de manos del mundo. Se le injertó toda la cara por encima de los labios: cuero cabelludo, nariz, orejas, frente y los párpados superiores e inferiores, así como las manos y parte de los antebrazos. Murió en junio durante una operación para eliminar una infección de su rostro.

- Abril 2009. James Maki cayó sobre un raíl electrificado del metro de Boston en 2005. A causa del accidente perdió la nariz, el labio superior, las mejillas, el paladar y varios músculos y nervios de la cara. Fue operado en el Brigham and Women's Hospital de Boston (EE UU).

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