Científicos japoneses crean la primera estirpe de monos transgénicos
Los titís fluorescentes pueden convertirse en un buen modelo animal para estudiar enfermedades humanas
Un equipo científico japonés, tras cinco años de trabajo, ha logrado la primera estirpe de primates transgénicos que integra un gen ajeno perfectamente en su genoma. En este caso, el gen es un puro marcador para demostrar que el experimento funciona y que las crías de estos primates modificados genéticamente, unos titís pigmeos, tienen ese gen. Se trata de un gen que hace que determinadas partes del organismo sean fluorescentes cuando se iluminan con luz ultravioleta. La investigación "abre una nueva era en la utilización de los primates como modelos de enfermedades humanas", afirma la revista Nature que, en su número de mañana, presenta la investigación.
Los animales transgénicos, a los que se les introduce artificialmente genes de otra especie, son muy importantes en los laboratorios para estudiar características y enfermedades humanas, ya que se convierten en modelos vivos de las mismas. Con ellos se pueden estudian con rigor las funciones de los genes humanos en animales vivos y no sólo en cultivos celulares. El simulador vivo más generalizado es, por supuesto, el ratón (aunque se han hecho también ratas, cerdos, vacas e incluso perros y gatos modificados genéticamente), pero no se había logrado hacer primates plenamente transgénicos, y son muy interesantes por su proximidad biológica a los humanos. Hay dolencias, sobre todo las neurológicas, que resultan muy difíciles de reproducir debidamente en roedores, explican los investigadores.
Erika Sasaki (Instituto Central de Animales Experimentales, Japón) y sus colegas han introducido genes de la fluorescencia verde (GFP) en el ADN de los titís (Callithrix jacchus) y han logrado que dichos genes pasen a sus crías, siendo estos animales perfectamente sanos. Se habían hecho ya unos primates transgénicos, unos macacos con el gen de la corea de Huntington, pero no se ha demostrado la herencia de ese gen en su descendencia.
Los científicos inseminaron 80 embriones con genes de la fluorescencia en medio centenar de titís que eran madres de alquiler y lograron cinco crías que tenían en su genoma el gen extraño. El éxito se produjo cuando sus nuevos titís alcanzaron la madurez sexual y mostraron que estaban incorporando el gen. La primera cría de estos monos ya transgénicos que expresa el gen en su piel ha supuesto el triunfo rotundo del experimento. Luego han nacido más.
"Los titís transgénicos son modelos potencialmente útiles para investigar, por ejemplo, enfermedades infecciosas, inmunológicas y neurológicas", explica la revista Nature. Los titís, además, son apropiados para este tipo de trabajo en laboratorios ya que son pequeños, alcanzan la madurez sexual en sólo un año y tienen muchas crías. Sin embargo, los expertos señalan que, al tratarse de un animal del nuevo mundo, está más alejado biológicamente de los humanos que los macacos o los babuinos, por lo que para estudiar enfermedades como el sida, la degeneración macular y la tuberculosis, seguirán siendo esenciales las investigaciones con primates del viejo mundo.
Esta investigación de los titís transgénicos seguramente recibirá críticas desde la bioética y los grupos de defensa de los animales por crear unos primates a los que se hace nacer con una enfermedad. "Pero hay que pensar en el coste-beneficio", se adelanta Sasaki. "Si podemos hacer estas investigaciones en roedores o in vitro, lo haremos, pero para muchas enfermedades como el Parkinson no existe un buen modelo animal".
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