La coctelería se reactiva con tragos de autor entre lo clásico y lo innovador
En este otoño, el mundo de la coctelería se centra en nuevas corrientes que fusionan lo clásico con lo moderno
Primero fue la gastronomía y rápidamente le pilló el gusto a la mixología. Nathaly Bustamante comenzó su carrera en el icónico restaurante indio Benarés, y tras una experiencia en el 1862 Dry Bar, ha impuesto su estilo en Planta Baja, uno de los espacios recién inaugurados que está renovando la escena del cóctel en Madrid. Aquí, sus creaciones se basan en una sólida comprensión de los clásicos, adaptados con innovaciones que reflejan su amplio conocimiento.
Según lo que se ve en barra, uno de los destilados que ha capturado la atención de la clientela es el whisky. Tradicionalmente asociado a una imagen más old school, ahora está siendo redescubierto por su versatilidad y riqueza de sabores. “La gente ya no lo ve solo como algo para señores, sino que buscan mezclas donde el whisky se suavice con otros ingredientes”, señala la venezolana, que comenta como tragos de autor, como su versión del Penicillin, se ha convertido en un básico: “Preparamos un babaganoush que incluye piña, cayena, cúrcuma y jengibre. Hacemos una reducción con miel que se convierte en una especie de cordial al combinarla con la berenjena y la piña. Lo llamamos Babaginicillin”.
Entre los cócteles que no pierden interés se encuentra el Espresso Martini, que es un favorito indiscutible. “Es un clásico que la gente empieza a pedir antes o después de cenar”, dice Bustamante. Junto a él, el Pornstar Martini y el Dry Martini están ganando popularidad, algo que indica cómo el público busca nuevas experiencias sin abandonar lo de siempre.
La elección de los vasos es otro aspecto que muestra cómo las tendencias se van desplazando de un lugar a otro. Bustamante destaca un cambio hacia la estética minimalista: “Se han dejado de lado los vasos extravagantes en favor de diseños más simples que centran toda la atención en el cóctel”.
Sabor alpino
Elaborado con trigo de invierno de la región de Picardie y mezclado por primera vez con agua de manantial de los Alpes, Grey Goose Altius es el gran vodka de la nueva temporada. Se recomienda servir muy frío, para que afloren sus notas, sutiles pero inconfundibles.
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