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Frida Escobedo: “De lo más bonito de la arquitectura es que siempre estás haciendo cosas por primera vez en tu vida”

La arquitecta mexicana Frida Escobedo construirá la nueva ala del Museo Metropolitano de Nueva York y renovará el Centro Pompidou de París. La embajadora de Cartier nos recibe en su estudio de Ciudad de México

Frida Escobedo
La arquitecta en su estudio de Ciudad de México con piezas de joyería de Cartier.Juan Retallack

A la arquitecta mexicana Frida Escobedo le gustan las cosas que se ven como lo que son. Le gustan las cerámicas que se ven como cerámicas, no entiende, por el contrario, en un mundo tan concentrado en los artilugios del parecer, los materiales que pretenden verse como otra cosa, los que quieren alardear de ser maderas sin serlo, por ejemplo. Hay en ella, en su trabajo, pero también en su presencia, un clamor de autenticidad, una transparencia innegable entre lo que se es y lo que se muestra.

Frida Escobedo prefiere la simpleza, lo honesto, los materiales propios del territorio en donde trabaja, los que son naturales a los paisajes en donde construye. “Partir de lo que ves, escuchar lo que te dice el lugar, es la forma más fácil de tener respuestas”, asegura la arquitecta desde su estudio, diáfano y luminoso, ubicado en la Colonia Juárez, en el centro de la Ciudad de México. Un lugar en donde pasa la mitad del tiempo cuando no está viajando o encargada de los proyectos de su otro estudio en Nueva York. “Si ignoras todo lo que está sucediendo en ese espacio en donde vas a construir, te estás perdiendo muchas oportunidades de anclar tus ideas, de hacer que ganen peso, de que envejezcan de la mejor manera y de que se asimilen de una forma más fácil por quienes van a transitarlas. Ese contexto es tu primer material y te acercas a él dependiendo del proyecto: la geografía, la interacción social, el caos, el orden, ¡no hay una fórmula! Cuando tienes una fórmula te empiezas a especializar y dejas de tener los ojos abiertos. Ya no es curiosidad, es metodología. Parte de lo más bonito de la arquitectura es que siempre estás haciendo cosas por primera vez en tu vida”.

Escobedo muestra los materiales con los que trabaja.
Escobedo muestra los materiales con los que trabaja.JUAN RETALLACK

Además de la simpleza de los materiales, en la obra de la arquitecta también hay una cierta devoción por la modularidad. Usa pequeñas variaciones para componer materiales sencillos que, al repetirse, crean espacios inquietantes, que manifiestan a su vez ese rigor rítmico que se asoma inconfundible en sus construcciones. Esta apuesta fue muy evidente en la enorme celosía, una referencia típicamente mexicana, hecha de tejas de hormigón que creó para los jardines de Kensington, cuando se le comisionó en 2018, el Pabellón Anual Serpentine, en Londres. Un proyecto que permitió que su trabajo fuera reconocido en todo el mundo. “Un fotógrafo me preguntó cuál era el money shot del proyecto, la fotografía perfecta que englobaba todo el concepto. Le dije que no había una, porque era en el movimiento de ese espacio en donde estaba la belleza. Para mí eso era muy bueno. No había una imagen protagónica y otras secundarias, al contrario cada instancia del pabellón era igual de relevante”, recuerda la arquitecta, que señala como una de las cosas más bellas de ese proyecto las diversas formas en las que resonó con quienes lo visitaron. “Veía a los niños jugando, a una pareja por ahí disfrutando del sol y también escuchaba a la gente que estaba más tiempo en el pabellón, los que lo cuidaban, entregar su propia interpretación. Había cosas que se parecían y otras que no, pero podía entender ese resonar del espacio con alguien. Ese entrar en sintonía con alguien desconocido es magia pura”.

Frida Escobedo, en su estudio junto a los materiales que emplea en sus proyectos.
Frida Escobedo, en su estudio junto a los materiales que emplea en sus proyectos.JUAN RETALLACK

Es justamente esta concepción de una arquitectura viva que como un lenguaje suma y se transforma con quienes la transitan, que se juega en los ritmos, en los movimientos, en las pausas, en los devenires, que acumula, como estalactitas, capas inesperadas e imposibles de planear por la mente del arquitecto que la diseña, la que la convirtió en la elegida para construir la nueva ala del Museo Metropolitano de Nueva York, en donde habitarán las colecciones de arte moderno y arte contemporáneo. “Este fue un proceso muy interesante”, explica, “porque se trató de una convocatoria que se hizo a través de talleres que te daban la posibilidad de conocer a los del museo y que ellos te conocieran de cerca. Uno de los aportes clave, según nos cuentan los que tomaron la decisión, fue que teníamos esta capacidad de escucharlos y estar abiertos. Era la primera vez que iban a hacer un museo de esa escala, así que había mucho interés de nuestra parte por escucharlos y estar muy receptivos”.

Detalles de algunos de los proyectos de Escobedo, realizados en maquetas de madera, en su estudio.
Detalles de algunos de los proyectos de Escobedo, realizados en maquetas de madera, en su estudio.JUAN RETALLACK

Los del Metropolitano, por su parte, según manifestaron al presentarla, vieron en ella y en la propuesta de su estudio una interpretación del arte “verdaderamente transhistórica y transcultural”, dos conceptos que parecen englobar la idea que tiene ella sobre el rol social que juega un espacio cultural de esa envergadura. “El diseño del ala del Metropolitano implica ver la historia de la cultura humana y entender en dónde estamos ahora y por qué están sucediendo ciertas cosas en el arte a través de muchos frentes. Entender que no hay una visión única. Lo puedes ver desde la perspectiva histórica, pero también geográfica, ideológica o todas las anteriores combinadas, o a la luz de la historia de la ciudad en donde está esa colección: en una ciudad de migrantes, con muchas capas de historia diversa, que solo puede suceder en ese museo, en esa esquina del mundo”, asegura la arquitecta de 45 años, que ha pasado a la historia como la más joven en recibir una comisión de esta trascendencia. El jurado también apreció que su trabajo tomara elementos de múltiples narrativas culturales: “Valora los recursos locales y aborda las desigualdades socioeconómicas y las crisis ambientales que definen nuestra época”. Siendo mexicana, habiendo trabajado con otros arquitectos para crear proyectos de viviendas subsidiadas en su país, y teniendo un amplio trabajo como investigadora en donde revela cómo los espacios visibilizan, oprimen o esconden a ciertos habitantes de la casa, como el servicio doméstico, podía traer otras perspectivas a la concepción de un museo que para ella es “esencial para el desarrollo humano”.

Espacio del proyecto de viviendas Mar Tirreno, realizado en la Ciudad de México en 2017.
Espacio del proyecto de viviendas Mar Tirreno, realizado en la Ciudad de México en 2017.

La visión de Escobedo sobre la arquitectura y su apuesta por concebir desde múltiples perspectivas los espacios públicos culturales no solo se materializa en Nueva York. En marzo de 2023 fue la encargada de crear la museografía de la exposición El diseño de Cartier: Un legado vivo, en el Museo Jumex de la Ciudad de México, en donde convirtió las entrañas del recinto en una especie de mina, en la que se veían cortes geológicos, mesetas y taludes para que, geología y arquitectura combinadas, fueran evidencia del origen de piezas como el collar Serpiente y los brazaletes de pantera de María Félix, piezas históricas de la firma francesa, de la que Escobedo es embajadora. Más recientemente, su visión y la de su estudio han encontrado eco en otro lugar emblemático de la cultura universal: le ha sido comisionada la renovación del Centro Pompidou de París, junto al estudio Moreau Kusunoki Architectes, para renovar el mítico museo creado en los setenta por Richard Rogers y Renzo Piano.

La pieza Creek Chair, de 2022.
La pieza Creek Chair, de 2022. RODRIGO CHAPA

Mientras asume proyectos de semejante escala y responsabilidad, ella, en su estudio en México, parece aplicarse a sí misma eso que profesa para los espacios que planea: una simpleza, una transparencia de su ser casi pasmosa. Sin maquillaje alguno y con piezas de vestir que parecen arquitectura portátil confiesa con una ilusión inocente que aún se debe a sí misma un proyecto importante por asumir: la creación de un bello jardín.

Detalle de algunos de los proyectos de Escobedo.
Detalle de algunos de los proyectos de Escobedo.JUAN RETALLACK

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