¿Qué va primero, la base o el corrector? Los maquilladores resuelven el intenso debate sobre el orden correcto
¿El orden tiene alguna razón de ser? ¿O más bien es una cuestión de gustos?
Pocas cosas hay tan hipnóticas como observar a un maquillador profesional realizar su trabajo. Una coreografía con pinceles, texturas y colores que, aunque no lo parezca, sigue un orden estricto al aplicar los diferentes productos. Y, aunque existen preferencias personales, la mayoría empieza por la piel, continua con los ojos y finaliza en la boca. ¿El orden tiene alguna razón de ser? ¿O más bien es una cuestión de gustos? Xabier Rodrigues, National Artist de M.A.C Cosmetics lo tiene claro “el orden de los factores no altera el producto, pero puede agilizar el proceso y permitir que se haga de una manera más cómoda y coherente. A mí me gusta empezar con los productos de tratamiento de piel y después paso al maquillaje de ojos. Así, la piel tiene tiempo para absorber bien todos los productos y no me preocupo por si caen restos de sombras en la zona de la ojera, porque se retiran fácilmente sin estropear nada. Además, también puedo apoyarme en el rostro y estirar la tez para tener mayor precisión. Una vez maquillados los ojos, me centro en la piel y finalizo con los labios”. Verónica Pose, Pro Makeup Artist de Sephora explica su método “cuando me preguntan por el orden del maquillaje siempre digo que cada maquillador profesional tiene su técnica y lo más importante es sentirse cómodo con ella. Yo empiezo preparando la piel, después aplico base de maquillaje, luego paso a las cejas para dar marco al rostro, continuo por los ojos, extiendo colorete e iluminador y termino con los labios”.
En conclusión: no hay nada correcto o incorrecto cuando se trata de maquillaje, pero existen consejos y trucos universales para garantizar el mejor resultado posible. Por eso, los expertos aconsejan un patrón genérico que podemos adaptar, en mayor o menor medida, a nuestra rutina. Y, aunque la mejor manera para encontrar el que funciona es mediante el infalible sistema de prueba y error, los maquilladores profesionales consultados nos aportan toda su experiencia para dar con el orden ideal.
Preparación de la piel
Una buena preparación es clave para aprovechar al máximo el maquillaje pero, como la mayoría de las cosas en belleza, depende de factores tan variados como el tipo de piel o si vas a realizar un maquillaje discreto para el día o uno más dramático de noche. “No hay maquillaje bonito si la piel no está bien tratada. Por eso es importante tener una buena rutina diaria que incluya desmaquillante, limpieza, tónico, crema de contorno de ojos, sérum, crema hidratante y factor de protección solar si es por la mañana. Para un look nocturno existen productos de belleza instantánea que difuminan los signos de cansancio y dejan la piel iluminada”, comenta Verónica Pose de Sephora.
Prebase, ¿sí o no?
¿Cuándo nos interesa utilizar este refuerzo en la rutina de maquillaje? La pregunta genera dudas, aunque siempre depende de necesidades específicas. Para Xabier Rodrígues “la prebase ayuda a fijar la base y suele utilizarse en maquillajes especiales en los que prima la durabilidad, como pueden ser las novias o invitadas. Si la tez es muy seca no suelo aplicarlas ya que en este tipo de pieles el maquillaje aguanta mucho tiempo. En pieles grasas o con textura porosa es muy útil porque alisa la textura, rellena con un acabado terso y controla la producción de sebo para evitar los brillos”. Hay tantas prebases que cuesta saber por cuál decidirse. “Depende de las necesidades concretas de cada piel las hay matificantes, iluminadoras, con filtros de protección solar, alisadoras, hidratantes e incluso antirojeces”, dice Verónica Pose.
Base, corrector, iluminador… ¿qué va primero?
Como hemos dicho, el orden de aplicación del maquillaje es subjetivo, y eso es superpatente cuando se trata de embellecer la piel. Muchos maquilladores aplican el corrector debajo de la base, y otros lo ponen encima. Primero conviene aclarar para qué sirve cada uno. “Existen varios tipos de correctores: unos para la zona de las ojeras, y otros para neutralizar las diferentes tonalidades del rostro como manchas, marcas, granitos o rojeces. Pero si queremos aclarar las partes más oscuras del rostro podemos utilizar un iluminador mate, que suele ser de un tono más claro que nuestra piel. Este iluminador no es brillante ni se utiliza al final del maquillaje para resaltar las zonas altas del rostro y reflejar la luz”, dice Pose .
¿Y cómo se aplican de forma correcta? “Yo aplico primero el corrector difuminándolo bien hacia los pómulos, para que se funda y no queden líneas ni se vea donde acaba. Después, extiendo la base pisando un poco el difuminado del corrector y fundiéndolo para que no haya cortes. Por último, aplicamos el iluminador mate en pómulos, parte alta de la nariz, arco de Cupido y barbilla”, afirma Rodrigues. Así, es importante no confundir corrector con iluminador. El corrector es del mismo tono que nuestra piel y el iluminador más claro. Muchas personas utilizan un corrector más claro al tono de su piel porque quieren un extra de luz y eso solo lo aporta el iluminador. Primero se corrige y luego se aclara con el iluminador.
Definir las cejas
Una vez tenemos listo el cutis es el momento de continuar con las cejas. Definirlas antes de pasar al maquillaje de ojos es importante porque enmarcan el rostro, definen la expresión y permiten que no nos pasemos, por ejemplo, con el tono de las sombras. “Para un acabado natural lo ideal es aplicar un poco de lápiz en las zonas carentes de pelo, dibujarlas sutilmente para dar volumen y definición y, por último, fijarlas con gel”, sugiere Rodrigues. Verónica Pose lo tiene claro “las cejas son la moldura del rostro y no se pueden obviar en ningún maquillaje. Recomiendo ponerse en manos de un profesional para que realice el diseño adecuado según la forma del rostro. Después, mantenerlas e intensificarlas en casa con lápices, geles o pomadas es más sencillo y favorecedor”.
Sombra de ojos, delineador y máscara
Es importante advertir que muchos expertos profesionales comienzan la rutina de maquillaje con la sombra de ojos, sobre todo cuando buscan un efecto dramático, oscuro y ahumado. Esta premisa se basa en que después puedes limpiar cualquier residuo que caiga por el rostro antes de aplicar la base. Y, aunque es una teoría con base sólida, en el maquillaje diurno la mayoría de los expertos empiezan por el cutis. Para saber en qué orden es mejor maquillar los ojos, Xabier Rodrigues aclara “primero van las sombras y después el delineador. Si lo hacemos al revés las sombras pueden caer sobre el liner y restar intensidad al color, o peor, podemos emborronar la línea. Para aplicar la sombra lo ideal es contar con tres herramientas: un pincel compacto para aplicar el color con intensidad, una brocha para difuminar y otra en forma de boli para crear ciertas formas. El delineador se aplica siguiendo el nacimiento de las pestañas engrosando un poco el trazo en la mitad exterior del ojo para levantar la mirada. Las que se inician deben empezar con una fina línea a ras de las pestañas superiores”.
En cuanto a los colores que más favorecen “si los ojos son marrones con forma almendrada las sombras violeta o burdeos, con un delineado clásico en todo el parpado móvil, les van muy bien. Los ojos azules y redondos resaltan con sombras cobres o doradas y un delineado alargado que rasga la mirada”, dice Pose. Todo maquillaje de ojos termina con la máscara de pestañas. “Es el último paso. Si planeas rizar las pestañas, hazlo antes de aplicar la máscara para evitar que la fórmula se peque al rizador o arranque alguna pestaña”, aclara Rodrigues
Rubor e iluminador
El colorete aporta un efecto buena cara inmediato, aunque antes de ponerlo conviene tener en cuenta el tono de la barra de labios para combinarlos dentro de la misma gama. ¿Y qué ponemos primero? El rubor aporta un tono saludable y el iluminador un brillo sutil. “A mi me gusta aplicar el iluminador primero y fundirlo después con el colorete. Si se quiere un punto glowy uno de mis efectos favoritos es mezclar una gota de blush líquido con otra de iluminador. Y un truco muy especial para cuando se busca un efecto especialmente sutil es aplicar el colorete líquido antes que la base de maquillaje para que parezca que el color sale del interior de la piel”, indica Gisela Bosque, National Make Up Artist de Sephora.
El iluminador se aplica para resaltar algunas partes del rostro. “Podemos marcar el hueso de la mandíbula, y difuminar ligeramente después. Pero hay que tener cuidado, porque esta técnica resalta lo que ya se tiene de modo que, en el caso de rostros redondos, se debe crear el efecto de iluminación sobre el pómulo y alrededor del hueso orbital externo del ojo, a lo largo de la línea central de la nariz y en el arco de Cupido. Es importante evitar el uso de productos que proporcionen un brillo excesivo o que sean demasiado nacarados; la piel debe presentar un aspecto húmedo y fresco. Hay que tener en cuenta que los iluminadores complementan bien un look de maquillaje desnudo: piel fresca, cejas definidas, mejillas sonrosadas y labios rosados”, señala Gisela Bosque.
Labios
Los labios aparecen al final de la rutina de maquillaje de todo experto, pero si buscas una boca atrevida, puedes alterar el orden con la sombra de ojos. “Me encanta terminar maquillando los labios, pero antes los hidrato con un bálsamo específico al inicio del maquillaje, justo cuando preparamos la piel. El truco para que queden bien es comenzar dibujando su forma con un lápiz del mismo tono que el labial y después deslizar la barra. Mi consejo es comenzar por el arco de cupido y realizar el mismo movimiento de un lado hacia el otro para conseguir simetría tanto en el labio superior como en el inferior”, comenta Verónica Pose.
¿Polvo o spray fijador?
Independientemente del orden que elijas al aplicar los productos siempre hay una meta final: lograr que el resultado permanezca intacto mucho tiempo. Para eso están los fijadores en polvo o spray. ¿En qué se diferencian? “En pieles grasas, los polvos ayudan a fijar los productos fluidos o cremosos. Me gusta aplicarlos en los laterales de la nariz, entrecejo, surcos nasogenianos y barbilla, que son las zonas donde hay más producción de sebo y salen brillos. El spray también es un gran aliado para fijar el maquillaje y lo ideal es aplicarlo después de los polvos para fundirlos sobre la piel. En una tez seca utilizaría solo es el spray pero, si hemos utilizado productos muy grasos, un poco de polvo tampoco viene mal. En el equilibrio está la clave”, concluye Xabier Rodrigues.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.