¿Serías capaz de pasar 24 horas sin mirar el móvil?
El uso excesivo que hacemos de la tecnología se traduce en una disminución de nuestra capacidad de concentración y en un aumento de la ansiedad, sensación de soledad y depresión
Nos cuesta demasiado soltar el teléfono y eso no puede ser bueno. El uso excesivo que hacemos de la tecnología se traduce, según numerosos expertos, en una disminución de nuestra capacidad de concentración y en un aumento de la ansiedad, sensación de soledad y depresión. Al fin y al cabo, redes sociales como Facebook o Twitter y plataformas como Youtube están diseñadas para generar adicción. Las multinacionales tecnológicas combaten por captar nuestra atención y vaya si la consiguen.
El Estudio General de Medios publicado el año pasado indicaba que el 96,4% de los usuarios accede a internet a través del móvil y que cerca del 70% lo utiliza para conectarse a sus redes sociales. La Universidad de Washington analizó el tránsito de viandantes en una veintena de cruces considerados de alto riesgo con la intención de descubrir hasta qué punto nos distraen nuestros dispositivos móviles mientras cambiamos de acera. El resultado no puede dejar de sorprender: uno de cada cinco peatones cruzó con la mirada fija en su smartphone.
La psiquiatra de la Clínica Universidad de Navarra Pilar de Castro, especializada en prevención de enfermedades y promoción de la salud mental invita a aprovechar las vacaciones de verano para abandonar el móvil durante un día completo. De esta manera, es posible estar más pendientes de otros estímulos externos, disfrutar del entorno que nos rodea y encontrarse a uno mismo. “Pregúntate: ¿Quién dirige tu vida: el móvil o tú? ¿Qué momentos te roba la tecnología? Al final descubres que lo único que hace es llenarte los tiempos muertos”, señala.
Si no te ves capaz de abandonar tu terminal durante 24 horas, hay otras soluciones que te pueden ayudar a desconectar. Algunos expertos sugieren eliminar todas las notificaciones del teléfono para evitar distracciones en momentos en los que ya tienes ocupado tu tiempo y apuntan que sistematizar las horas en las que vas a consultar el móvil también puede ser beneficioso, marcando al mismo tiempo los momentos en los que vas a aislarte al 100% de cualquier dispositivo.
La señal que mejor nos puede indicar que hemos hecho un buen trabajo este verano es que nos cueste volver cuando terminen las vacaciones. Dos de cada cinco trabajadores no son capaces de desconectar del trabajo durante sus vacaciones, según un informe de Adecco sobre la desconexión del trabajo en periodo vacacional. Y tener la capacidad de olvidarse de los compromisos de la oficina en este tiempo reduce los niveles de estrés, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst.
“La sensación de que cuesta volver es buena, significa que hemos cumplido, hemos desconectado”, comenta De Castro. “No es bueno volver a la rutina poniendo el piloto automático sin saber dónde vamos ni por qué hacemos las cosas”.
Juventud conectada
El problema de la adicción a las tecnologías se agrava cuando hablamos de los más jóvenes de la familia. Por un lado, tiene que ver con que la utilizan más. Uno de cada cuatro millennials consulta su móvil más de 100 veces cada día, de acuerdo con un estudio de la Universidad de California. Por otro, las consecuencias que puede tener para los más pequeños la adicción a la tecnología pueden ser más graves que para los adultos. “La hiperestimulación en los niños provoca serias pérdidas de atención y dificultades para centrarse en el hoy y ahora, en el presente”, señala la psiquiatra.
La hiperestimulación en los niños provoca pérdidas de atención y dificultades para centrarse en el presente
Pilar de Castro, psiquiatra de la Clínica Universidad de Navarra
Una encuesta del Centro Reina Sofía señalaba que el 44% de los jóvenes entre 14 y 24 años pierden horas de sueño por pasar demasiado tiempo utilizando las redes sociales. Y es posible aproximar una cifra gracias a un estudio de la Universidad de Londres: los menores duermen 26 minutos menos cada noche por cada hora que pasan delante de una pantalla.
“Es más cómodo para los adultos dar el móvil a su hijo y que les deje en paz. Pero ser fuertes con esto va a ayudarle a generar espacios de creatividad”, indica De Castro. “Decir al niño que se nos ha olvidado el móvil en casa o ir a la montaña a pasar el día sin la compañía de dispositivos electrónicos nos puede ayudar a desconectar de las pantallas para conectar con la gente”.
Desde EL PAÍS RETINA, nos hemos confabulado con la plataforma Empantallados para crear El verano de tu vida, una serie de contenidos en los que trataremos de entender los síntomas que nos indican que nos estamos pasando de la raya con la tecnología durante nuestras vacaciones y explicaremos cómo hacer un uso responsable de los dispositivos tecnológicos en verano.
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