Cuando C-3PO se reinventó como agricultor
Una agricultura envejecida y un medio rural despoblado necesitan ayuda, hace falta mano de obra. Pero tranquilos, la ayuda está en camino, gracias a los increíbles tractores autónomos y los robots inteligentes
Leer que Volkswagen tiene automatizada su fábrica de Navarra y que sus robots “bailan” con movimientos perfectos apenas sorprende. Si hay un sector inmerso en la industria 4.0, es el del automóvil. Pensar en C-3PO recogiendo fruta suena más de película. Ver un robot paseando por el campo y llenando una caja de manzanas nos parece un futuro lejano. Sin embargo, en Silicon Valley no opinan igual: la empresa de capital riesgo de Google decidió apostar en 2017 por Abundant Robotics y financiar el desarrollo de un robot que recolecta manzanas utilizando una especie de aspirador que succiona el fruto sin que sufra el mínimo daño.
En otro tipo de cultivos, como las vendimiadoras de la vid, puede pasar un tractor agitándolo todo y separando las bayas, pero este procedimiento no es viable con árboles u otros cultivos donde los frutos van madurando en distinto momento a lo largo del tiempo. El vehículo autónomo de Abundant Robotics se mueve por el huerto y, utilizando tecnología de reconocimiento de imagen, detecta las manzanas maduras y listas para ser recolectadas y las succiona.
En España existe una gran preocupación por el envejecimiento de los agricultores y el abandono del medio rural. Pero es un problema global: cada vez es más complicado conseguir trabajadores en los momentos críticos. En California, por ejemplo, el 56% de los granjeros no ha conseguido contratar a todos los empleados que necesitaba en 2018. Noticias como estas se repiten en otras partes del mundo.
El 56% de los granjeros no consigue contratar a todos los empleados que necesita
Estos pequeños robots quieren echar una mano. Muchos son prototipos, pruebas de concepto que no se comercializarán hasta dentro de un par de años. Uno de ellos es el recolector de pimientos Sweeper, desarrollado en Europa en colaboración con la Universidad de Wageningen. Sweeper procesa las imágenes para determinar si el fruto está listo para su recolección y, en ese caso, saca una pequeña cuchilla, corta el rabo y el pimiento cae en los brazos del robot. De momento, el proceso tarda 24 segundos, que no es excesivamente rápido pero tampoco está mal para un robot que puede estar trabajando 24 horas al día. Si lo tuyo son los tomates, te interesará saber acerca del robot MetoMotion-GRoW. Pero incluso para frutos más pequeños, como las fresas, existen modelos increíbles. Este robot escoge con exactitud las que ya están listas:
Lo importante de estos robots no es que se muevan con precisión o que sean delicados con los frutos para preservar al máximo su calidad hasta que lleguen al consumidor. Lo realmente interesante es que aplican tecnología en tiempo real para detectar si el fruto está en el momento óptimo de recolección.
También se puede usar la tecnología para saber si el suelo necesita abonado o un tratamiento fitosanitario. Y es que la resistencia a los fitosanitarios se incrementa cada año y se está convirtiendo en un problema. Para evitar el exceso de aplicaciones, la empresa Blue River Technology ha desarrollado un sistema que, utilizando visión de imagen en tiempo real, analiza las plantas y sólo aplica herbicida a las que no se están cultivando.
Vivimos un tiempo en el que no es difícil escuchar voces que afirman que los robots van a acabar con el empleo. Y es cierto que muchos trabajos están en riesgo de desaparecer por la automatización, pero en el campo cada vez es más difícil encontrar trabajadores que se encarguen de tareas como la recolección, de las cosechas o vendimias. La solución para mejorar la productividad podría venir de la mano de estos robots, que se convertirían en trabajadores imprescindibles en un sector que necesita que le echen una mano.
Miguel Fuentes es consultor de negocio de SERESCO
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