La banca del futuro, predictiva y personalizada

Conocer al consumidor para ir un paso por delante de sus deseos, esa es la meta de la banca que comienza a gestarse ya. BBVA, la Fundación Gates e Ideo dedicaron una jornada a explorar y analizar cómo la banca, o fintech, como les gusta llamar aquí a la intersección entre el mundo financiero y la tecnología, evoluciona y los competidores que enfrenta.

Francisco González, presidente de BBVA, firma que cuenta con una destacada presencia en Silicon Valley, abrió fuego: “Tenemos que estar preparados para competir con los gigantes digitales. Tenemos que ser tan eficientes como los nuevo jugadores”. Para después matizar que estos gigantes aparecen en el espacio de las finanzas sin asumir el mismo marco regulatorio que la banca ya establecida: “Por el mismo servicio tiene que haber el mismo riesgo, la misma regulación. No quiero que tengamos un Salvaje Oeste, porque deja muchos heridos”.

Abraza la competencia como motor de innovación necesario: “Nos encanta. Si como sector intentamos frenar la competencia, entonces es la muerte del sector bancario”.González, en cuyo inicio profesional fue programador de IBM, tiene claro el valor que la tecnología aporta a los procesos. En la oficina de San Francisco están no solo los miembros de Spring, un estudio de diseño que adquirieron, sino también su laboratorio de startups con varios lanzamientos en la rampa de salida. Desde el banco se reforzó la idea de que la información es uno de los grandes valores que atesoran. “Los bancos vamos a competir con Amazon, Google y demás. Tienen muchísimo dinero y poder. Son importantes y lo van a seguir siendo con el tiempo. Van a venir y tenemos que estar preparados. No me preocupa competir con los bancos tradicionales, pero sí ser tan ligeros como estos actores. Tienen mucho poder”, insistió para reforzar su estrategia, palpable en San Francisco, donde cuentan con una oficina de 110 empleados, de los que 22 se dedican a las denominadas technoventures, emprendimiento interno.

La evolución se refleja también en los métodos de trabajo, con la adopción de metodologías Agile con actualización de servicios dentro de la aplicación en menos de tres meses.

En Silicon Valley se habla constantemente de tecnologías exponenciales, sobre todo de blockchain e inteligencia artificial. Siempre se destaca su potencial, pero todavía faltan aplicaciones reales. González explicó cómo ya las han adoptado: “Blockchain permite public accounting sin necesidad de fiscalización. Estamos invirtiendo en ello. Podemos enviar dinero de Madrid a México en tres segundos en lugar de cuatro días. Va a ser uno de los grandes cambios en el sector”.

Esa magia que se produce cuando el usuario recibe lo que quiere incluso antes de expresarlo es una de las obsesiones de Ideo, el estudio de diseño más reconocido, uno de los pilares que sustenta Silicon Valley, de dónde salió el primer ratón de Apple, por ejemplo. Diego Rodríguez, uno de sus socios veteranos, lo ejemplificó con una experiencia popular: “Recomiendo ir a los parques de Disney. Son los mejores en esto. Es como el servicio de Apple Pay pero en cada experiencia, en todo el parque. Imaginan lo que vas a querer hacer antes de ir- Cuando algo es difícil de usar suele ser porque no se ha pensado en ello. Llevo 15 años yendo a la misma gasolinera en mi barrio y me sigue preguntando si uso tarjeta de crédito o débito. Yo creo que se podría hacer más suave la situación. Como Disney sabemos lo que quieres, pero porque te preguntamos. Tener diálogo dentro de las organizaciones. Saber cómo nos vamos a presentar, cuál es el límite al que podemos llegar”. “De aquí a cinco años, la mayor parte de los productos y servicios que ofrezcamos provendrán de fuera y los ofreceremos de manera personalizada para nuestros clientes”, ratificó González.