SiliWood, la nueva meca del ‘streaming’
La tan anunciada convergencia entre televisión, cine, plataformas sociales y multidispositivo ya esta aquí: Silicon Valley va a acabar siendo el nuevo Hollywood
Aunque en España la actividad profesional prácticamente se paraliza durante el mes de agosto, en el resto del mundo no paran de aparecer noticias de interés, principalmente desde el sector tecnológico. Se trata de movimientos y lanzamientos que marcarán el segundo semestre del año y que en buena medida anticipan las tendencias para 2018. Cada año hay un sector que lidera la agenda informativa veraniega. Parece que en este el protagonismo ha recaído en el mundo de la televisión y los contenidos audiovisuales online.
- Las OTTs toman la TV
Durante este año el proceso de transformación de la televisión —de alguna forma hay que seguir llamando al consumo de contenidos audiovisuales, independientemente del dispositivo desde el que se acceda— ha adquirido una nueva dimensión. Las noticias que han acontecido durante el pasado mes de agosto auguran que este proceso no ha hecho más que empezar.
En el actual ecosistema convergente al que se ve abocada la televisión, las compañías que ofrecen contenidos online para diferentes dispositivos a través de la Red, denominadas Over The Top —OTTs en sus siglas en inglés— se han convertido en el motor de trasformación e innovación que marcan e imponen el ritmo de los nuevos modelos de consumo. La tan anunciada convergencia entre televisión, cine, plataformas sociales y multidispositivo ya está aquí.
Y una buena muestra de ello es la particular batalla entre YouTube y Facebook. Como anticipábamos en el estudio La televisión que viene, Facebook, que cuenta ya con más de 2.000 millones de usuarios, ha puesto en marcha Watch. Se trata de un repositorio concebido como un nuevo ecosistema audiovisual que combina contenidos propios y canales de terceros, incluye contendidos deportivos en directo y una mezcla de géneros y formatos donde predominan los episodios de media y larga duración destinados al gran público pero también a las audiencias de nicho.
Watch nace para contrarrestar el auge de Snapchat en el campo audiovisual entre los millennials y para competir con su máximo rival en el ámbito del vídeo online: YouTube. Por su parte, la plataforma propiedad de Google sigue avanzando en su modelo de televisión de pago por streaming, expandiendo su servicio durante este verano a otras 14 ciudades más, lo que supone llegar ya a la mitad de la población de los EE.UU.
También Disney ha aprovechado el mes de agosto para comunicar su estrategia digital para los próximos años. El principal anuncio de la compañía ha sido su intención, una vez expirado el actual acuerdo con Netflix, de lanzar su propia plataforma de streaming en la que los usuarios dispondrán de todos los contenidos de Disney y Pixar bajo un modelo de suscripción. Además, Disney —propietaria de ESPN— pondrá en marcha durante el próximo año un nuevo servicio de streaming especializado en deportes que contará con más de 10.000 eventos deportivos.
Aunque para algunos analistas estos lanzamientos pueden saturar el mercado con modelos similares a Netflix, con la consiguiente fragmentación de la audiencia, parece inevitable que los creadores tienen que llegar directamente a sus usuarios a través de este tipo de servicios. Cómo captar la atención y las posibles alianzas es una tema que ya se abordará en el futuro.
Otra consecuencia directa de estas nuevas plataformas es la necesidad de ofrecer contenidos originales, lo que ha disparado la inversión en producciones propias. Días después del lanzamiento de Watch, Apple anunció que entre sus planes para 2017 está invertir más de mil millones de dólares en la compra y producción de contenidos originales. Sin embargo, la inversión solo representa la mitad de la que hizo HBO durante 2016 y queda lejos de los 6.000 millones que Netflix espera gastar durante el año en curso.
Otro acontecimiento relevante para el negocio audiovisual ha sido la retransmisión del combate entre McGregor y Mayweather que se ha convertido en el evento de pago por visión más visto de todos los tiempos. Según datos de la propia organización, solo en Estados Unidos, 6,5 millones de usuarios pagaron 82,7 euros por ver el combate en directo, lo que le convierte en uno de los eventos deportivos más rentables de la historia. Nadie duda de que los contenidos deportivos en directo serán una de las minas de oro de la industria de contenidos digital. Parafraseando a Joe Trippi en su libro The revolution will not be televised, podríamos atrevernos a afirmar que en el futuro cercano las Olimpiadas o los mundiales de fútbol tampoco lo serán. Probablemente el futuro de los grandes eventos deportivos pasará por ser retrasmitidos a través de las plataformas sociales en streaming.
A la espera de ver cómo evoluciona, parece que los OTTs también podrían estar impactando en el consumo de cine. Durante este verano las taquillas de Estados Unidos y Canadá han presentado los peores datos de recaudación de los últimos 25 años. El número de entradas vendidas se quedó por debajo de los 425 millones, cifra similar a la de 1992.
Estos números contrastan con el nuevo éxito de la séptima temporada de Juego de Tronos que obtuvo un nuevo récord al congregar durante la noche de emisión del último capítulo de la séptima temporada a 16,5 millones de espectadores, duplicando el número de espectadores del final de la temporada anterior hace justo un año. A este paso, si Silicon Valley sigue invirtiendo en la creación y producción de contenidos audiovisuales, pronto tendremos que empezar a hablar de Siliwood como la meca de los contenidos audiovisuales para la era del streaming.
Pepe Cerezo es director de Evoca y especialista en estrategia y desarrollo de negocios digitales.
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